Nació en la barriada del Cerro, en La
Habana, el 19 de diciembre de 1902. Graduado de dibujo y modelado de la Escuela
San Alejandro en La Habana, en la que estudió entre 1917 y 1928, una
vez culminado sus estudios y en virtud del premio nacional que obtuviera en el
Concurso Monumento a Mariana Grajales, pudo viajar a Europa
(España e Italia), donde completó su formación, y más tarde
visitar México y Los Estados Unidos.
De estos viajes, confesó el artista: “De mi
recorrido por el extranjero, entre muchas cosas aprendí una que ha sido
constante en mi vida vocacional: lo importante no es trabajar al modo de tal o
cual maestro, sino captar de cada uno lo que en él sea esencial para verter en
la creación propia todo eso y algo más… He procurado darle a mi obra un nexo
con la realidad de la que ella, mi obra, y yo somos parte.”
Fue, desde joven, un magnífico retratista
pero se apartó deliberadamente del realismo mimético que señoreaba el género en
aras de una interpretación más libre del modelo que tiende a captar los rasgos
físicos esenciales y a profundizar, sobre todo, en su expresión psicológica.
Las conocidas cabezas de Enrique José
Varona (bronce en 1933 y mármol en 1935) y de Juan Gualberto
Gómez (piedra de 1934) son altísimos exponentes de esta faceta del
escultor.
Diestro en el empleo de diferentes técnicas
y materiales, se destaca este artista por el magistral dominio de la talla
directa, la que se reconoce como el aporta técnico quizás más atrevido de
nuestra primer vanguardia escultórica. A la franqueza del procedimiento técnico
y a la frescura de sus realizaciones se añade el mérito de haber abordado el
tema racial con una hondura sin émulos ni precedentes en el arte escultórico
local.
Justo en el tratamiento del tema negro
consigue Ramos Blanco los mayores aciertos en su quehacer con la terracota y a
madera (Venus, Negra Vieja, Negra Triste, Lo eterno) y la más alta expresividad
plástica. Vida Interior (mármol en 1934) deviene todo un clásico de la
escultura moderna cubana y sitúa a su autor como figura imprescindible de esta
primera etapa de despegue y gradual consolidación de la vanguardia plástica en
el país.
A su abundante obra galerística se suma un
significativo número de esculturas ambientales (monumentos conmemorativos,
obras funerarias y esculturas públicas en general) que testimonian su
versatilidad y el largo camino que recorriera desde el realismo inicial,
enriquecido con un mesurado expresionismo y superado a través de audaces
estilizaciones, hasta los umbrales mismos de la abstracción.
En 1930 realiza su primera exposición
personal en la Casa de España, en Roma. Posteriormente exhibe, en ese mismo
año, en el Círculo de Bellas Artes en La Habana. En la década
del 30, expone en el Club Atenas y el Círculo de Bellas
Artes en varias oportunidades. En 1933 y 1934 expone en el Lyceum de
La Habana.
Obtiene el primer premio en el concurso
nacional Monumento a Mariana Grajales, La Habana. Recibe la Medalla de Oro en
la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Recibe Premio en la II Exposición
Nacional de Pintura y Escultura, 1938.
En 1940 obtiene el Primer Premio en el
Concurso Nacional Mausoleo de Antonio Guiteras. Recibe Premio en la III
Exposición Nacional de Pintura y Escultura en el Salón de los Pasos Perdidos
del Capitolio Nacional.
Obtiene premio en la II Bienal
Hispanoamericana de Arte, Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana.
Fallece en La Habana, el 15 de octubre de
1972.
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