El Valle de Viñales está
ubicado en la provincia de Pinar del Río, zona más occidental de Cuba, en la Sierra de los Órganos,
exactamente en el grupo montañoso de la Cordillera de Guaniguanico.
Este Valle y gran parte de la sierra que lo
rodea fue aprobado en 1999 como Parque Nacional y, en diciembre de ese mismo
año, fue declarado por la
UNESCO Patrimonio de la Humanidad , en la categoría de Paisaje Cultural.
Posee además la condición de Monumento Nacional, que recibiera por Resolución
en 1979.
El Valle de Viñales es una de las áreas más
conocidas y atractivas de Cuba, presenta un escenario excepcional, que, entre
otras, lo caracteriza la fusión de su espectacular belleza natural,
conservación del medio ambiente, la armónica acción del hombre en el cultivo de
frutos menores, forraje y esencialmente el cultivo del tabaco, cuyos métodos
tradicionales de cultivo y producción, logran el reconocimiento universal del
habano como uno de los de mejor calidad del mundo.
También existen en el Valle construcciones
con patrones indígenas como la llamada casa de tabaco, el conocido vara en
tierra y el típico bohío cubano que al integrarse a sus valores naturales,
mogotes, diferencias del relieve, contraste entre el rojo de los suelos y el
verde de los cultivos conforman un valor estético y socio- cultural
excepcional, todo este conjunto fundamenta el criterio de Paisaje Cultural en
evolución donde se evidencia su actividad social vinculada al modo de vida con
un proceso evolutivo y al mismo tiempo, muestra significativas evidencias
materiales de esta evolución en el tiempo. Existen instalaciones turísticas,
carreteras para el recorrido por el lugar, miradores y un centro espeleológico
nacional.
Se encuentra en el municipio de Viñales, uno
de los 14 con los que cuenta la provincia, ubicado en el centro y norte de este
territorio. Al este limita con los municipios de La Palma yConsolación del Sur,
al sureste.
Al oeste con el municipio Minas de
Matahambre y al sur con el municipio de Pinar del Río. Al norte coincide con
las aguas del Golfo de México y el Estrecho de la Florida. Su territorio
cubre una superficie de 741
kilómetros cuadrados.
El viajero que llega al valle desde La Habana , va disfrutando de
la variedad de tonos del verde cubano, y cuando arriba al Valle percibe un
cambio drástico y sobrecogedor; la complicidad entre la naturaleza y el
silencio hace que el visitante se sienta dueño de una belleza natural
majestuosa, que se halla por todas partes, desde la Cueva del Indio, con su río
subterráneo, hasta el Mural de la Prehistoria , el Rancho San Vicente y el fabuloso
Mirador de Los Jazmines.
Existen unas formaciones montañosas, únicas
en la Isla ,
llamadas mogotes. Estos mogotes constituyen formaciones geomorfológicas muy singulares, de gran diversidad de formas,
que llegan a medir, en algunos casos, centenares de metros de altura. Sólo son
comparables con las localizadas en China y la península de Malaca.
En el valle existen otras elevaciones, como
Alturas de Pizarras, las cuales están constituidas por una variedad de rocas,
las más antiguas existentes a lo largo del país y también en el área caribeña.
En el valle de Dos Hermanas, podemos
encontrar el Mural de la
Prehistoria , pintado sobre el mogote llamado Pita. Este mural
muestra la evolución de la vida en sentido natural en Cuba.
Se puede encontrar en una ladera
perpendicular, que se limpió antes para poder realizar este trabajo. La roca
fue lavada y se hicieron drenajes en ella para evitar, en un futuro, la erosión
a causa de la lluvia. Se extiende a largo del Valle por 120 y los 160 metros de longitud.
Su autor fue Leovigildo González Morillo, ya fallecido, quien fuera Director de
Cartografía de la Academia
de Ciencias de Cuba. En él están representados indios Guanahatabeyes, especies
de mamíferos, animales gigantescos, así como algunos moluscos.
En el Mural de la Prehistoria se puede
ver, en 12 piezas, el proceso evolutivo de los hombres y de los animales en la Sierra de los Órganos, en
sus distintas etapas.
Como rasgo peculiar tenemos que, pintar o
retocar la pintura ya existente en él, implica un proceso complicado y riesgoso
que toma 5 años en concluir; se pinta totalmente a pincel.
En el Valle se pueden encontrar varias
cuevas, muy significativas en cuanto a forma y originalidad, como la de “José
Miguel” y la del “Indio”. La última es una caverna, que llega a alcanzar los 300 metros de extensión,
en cuyo interior corren 2 ríos subterráneos.
También está la denominada "La reina de
las espeluncas", la
Gran Caverna de Santo Tomás, caracterizada y topografiada por
el Dr. Enrique Nuñez Jiménez, tercer descubridor de Cuba; es mucho mayor, pero
no tan accesible y tal vez no tan atractiva para el público en general.
En la Cueva del Indio, además de las diversas formas y
figuras formadas por las estalactitas y estalagmitas, se han encontrado
pinturas y restos de los utensilios y entierros de las culturas cubanas precolombinas.
Sin embargo, para quienes la visitan, lo que
resulta sumamente atrayente es el recorrido en bote por el río San Vicente, que
por ella corre.
Esta cueva se encuentra
próxima a la carretera de Viñales a San Cayetano. A unos cinco y medio kilómetros
de la ciudad de Viñales, antes de llegar a San Vicente.
Con relación a su flora, ésta se clasifica
de una evolución atípica, muy variada en términos de especies con
características de reliquias del pasado; existen en el Valle alrededor de 17
especies botánicas Endémicas que no se encuentran en otro lugar del mundo.
Su máximo exponente es la Mycrocycas Calocoma
, conocida como Palma Corcho, única especie declarada Monumento Nacional. Se
trata de un fósil viviente de 150 millones de años de edad, la palma más
antigua de las Antillas, que tiene la particularidad botánica de fijar el
nitrógeno en la atmósfera debido a una bacteria llamada Beijerinckia, que vive
dentro de esta planta.
Esta especie fanerógama de fósil viviente,
es particularmente abundante en el territorio cercano al Valle.
La fauna es relevante por su
marcada diferenciación, y es la unión de los diferentes ecosistemas la que favorece su diversidad. La
mayor riqueza específica e individuos por especies, se encuentra en los ecotonos
o zonas de transición.
Este sitio posee una gran variedad de aves,
reptiles, mamíferos y moluscos; entre los invertebrados puede mencionarse la
presencia de endémicos, como es el caso de la familia Papilionidae con la
especie Parides Gundlachianus.
Desde el punto de vista geomorfológico en el
Valle de Viñales se manifiestan diferentes tipos de relieve donde aparecen:
Montañas tectónico erosivas labradas en
calizas en forma de mesas y mogotes. Estas son impresionantes y pueden aparecer
aisladas o en grupos; sus laderas son verticales y sus cimas redondeadas, se
encuentran alineadas por lo general y separadas por profundos cañones
estrechos, con pendientes que superan el 25%.
Montañas tectónico erosivas labradas en
rocas terrígenas en forma de cerros. Estas elevaciones se encuentran muy
diseccionadas, tanto vertical como horizontalmente, sus pendientes son del
rango de 15-25%. Las alturas no sobrepasan los 300 metros , los cerros
son aplanados en la cima.
Alturas hasta 200 metros . Son relictos
de calizas jurásicas que son similares a las montañas calcáreas,
diferenciándose de éstas por el mayor grado de erosión y carsificación.
Llanura fluvio-marina. Esta llanura coincide
con el Valle de Viñales. Tiene forma plana a ligeramente ondulada, generalmente
se desarrolla sobre rocas carbonatadas. Las alturas pocas veces sobrepasan los 120 metros , esta llanura
además se corresponde con las poljas marginales.
Escarpe tectónico – denudativo. La altura
supera los 150 metros ,
entre una y otra estructura pueden llegar a tener una diferencia mayor de 30 metros ; las pendientes
sobrepasan el 10%.
En el área de Viñales se conocen 47 sitios
arqueológicos. De ellos, 19 están vinculados a comunidades aborígenes de la
época prehispánica de la
Historia de Cuba, donde pueden encontrarse evidencias de sus
ritos funerarios, y 28 están relacionados con esclavos cimarrones de origen
africano. Estos últimos se piensa que hayan sido paradero de cuadrillas o
verdaderos palenques del siglo XIX.
El poblado de Viñales, ubicado en el Valle,
conserva el tradicional escenario de un asentamiento de agricultores,
representado por su calle principal, galerías de columnas a sus lados y casas
de tejas rojas que favorecen sus condiciones climáticas, dándole una apariencia
singular y agradable.
En el período Jurásico este territorio
estuvo compuesto por mar, deltas y llanuras del desaparecido continente,
teniendo como elementos básicos de la geología local las piedras calizas, donde
se encuentran abundantes fósiles de ammonites, peces y esquistos fósiles del dinosaurio terrestre
"Diplodocus" y el dinosaurio marino
"Ichtyosaurus".
Sus pobladores son personas de carácter
afables, hospitalarios y muy conocedores de su labor económica principal, que
además de la agrícola se dedican al servicio turístico, debido a las
atracciones de los visitantes de las bellezas paisajísticas del lugar.
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