El 19 de octubre de 1960 la
administración estadounidense decretó el bloqueo comercial, económico y
financiero contra Cuba, reforzado a lo largo de cinco décadas a pesar de la
condena internacional, sin que haya podido doblegar a nuestro pueblo.
Desestabilizar a Cuba, que dependía en un 80
por ciento del mercado estadounidense, para hacer fracasar la Revolución democrática,
nacionalista y antiimperialista que triunfó el Primero de Enero de 1959, fue el
objetivo del bloqueo comercial, económico y financiero que decretó el
presidente de Estados Unidos, Ike Eisenhower el 19 de octubre de 1960.
Desoyendo la solidaridad y el abrumador
respaldo mundial contra la injusta medida, los mandatarios de la Casa Blanca la han
reforzado, a pesar también de que la unidad del pueblo cubano ha mantenido
firme la decisión de ser libre e independiente.
Cuba ha recibido por más de tres lustros el
apoyo creciente de más de 180 países, que en el mismo seno de la Asamblea General
de la Organización
de Naciones Unidas han clamado por que se ponga fin a tan criminal y arbitraria
medida, que obliga a los habitantes de la Isla a superar el cerco económico, financiero y
comercial, que ha causado pérdidas estimadas de un billón 66 mil millones de
dólares -teniendo en cuenta la depreciación del dólar.
Las exigencias al inmediato levantamiento de
la criminal disposición aíslan a Washington cada vez más del resto de la
comunidad internacional, que se ha sobrepuesto a las presiones a la hora de
decidir su posición en el lado correcto. Sin embargo, la intransigencia del
asedio implantado con la Isla
se mantiene, recrudecido con las leyes Torricelli y Helms-Burton.
Como ha dicho el canciller cubano Bruno
Rodríguez en la
Organización de Naciones Unidas, en manos del actual
presidente Barack Obama está el modificar el cerco de medio siglo que ha
agravado la crisis en Cuba al encarecer los productos necesarios, limitar las
compras de tecnologías, impedir la adquisición de medicamentos para curar o
mejorar la calidad de vida, incluso de niños.
También se prohíbe el uso del dólar en las
transacciones hacia nuestro país, y a las empresas cubanas el transporte de
viajes Estados Unidos-Cuba, entre otras acciones.
No obstante, cada vez es mayor el consenso
de la sociedad norteamericana a favor de poner fin a dicha política.
Para concluir, citamos la Reflexión del 21 de abril de 2009, titulada “Obama y el
bloqueo”, en la cual el compañero Fidel expresa:
“¿Debemos esperar tantos
años para que suspenda su bloqueo? No lo inventó, pero lo hizo suyo igual que
otros diez presidentes de Estados Unidos. Se le puede augurar por ese camino un
fracaso seguro como el de todos sus predecesores. Ese no fue el sueño de Martin Luther
King, cuyo papel en la lucha por los derechos humanos iluminará cada vez
más el camino del pueblo norteamericano”.
Parte del texto fue tomado del
blog http://tischikmariasol.blogspot.com
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