Nació el 23 de octubre de 1968 en San Juan y
Martínez, Pinar del Río, hijo de Francisca y Fidel Linares, la primera figura
relevante que dio la pelota pinareña, y hermano de Juan Carlos Linares, otro
destacado bateador.
Hijo de deportista, a los
nueve años ingresa en la
Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), en la especialidad de
Atletismo, en 60 metros
planos y con vallas. Debido a problemas de salud en sexto grado tiene que
abandonar el deporte.
Continúa los estudios en San Juan y
Martínez, pero como ama el deporte comienza a practicar baloncesto e incluso
llega a participar en un evento provincial en este deporte, posteriormente se
decide por el béisbol, siendo el entrenador Carlos Quintana. Participa en una
competencia regional infantil, donde llama la atención grandemente y retorna a
las escuela de deportes, pero ya como pelotero.
Se inicia como pelotero en la década del
1970, siendo a partir de 1982 que se da a conocer nacionalmente cuando irrumpió
en el campeonato nacional con el equipo
Vegueros contando con apenas 15 años de edad, lo que le valió para que
le asignaran el eterno calificativo de "El Niño Linares".
Participa en el Campeonato Mundial Juvenil
celebrado en Barquisimeto, Venezuela, junior en 1984, año en el que resultó por
mucho el Jugador más Valioso del evento tras acumular ocho jonrones, impulsar
35 carreras, anotar 22 y disparar 23 indiscutibles, en todos los casos récords
vigentes en la actualidad.
Después de debutar como jardinero y jugador
de cuadro en 1982-1983 con los Vegueros sin lograr un rendimiento alto,
participó en la siguiente temporada, en la que mostró un potencial que
aumentaría con el tiempo. A partir de ese momento, iniciaría una cadena de 15
campañas consecutivas bateando sobre 300, incluyendo ocho por encima de 400,
marca en el béisbol cubano y mundial.
Tal resultado hizo que con esos promedios
elevados por serie, al final de la carrera terminara con 367, algo a lo que
nadie ha accedido en el planeta, y pese a haber jugado más tiempo con el bate
de aluminio, no hay dudas de que todos conocen cuando se está en presencia de
un pelotero de talla galáctica.
El año 1985, también arribaría una nueva
tarea para "El Niño", sustituir al extraclase Pedro José Rodríguez como tercera base en la
selección nacional, posición de la que se hizo cargo en la Copa Intercontinental
de Edmonton con solo 18 años cumplidos.
A partir de ahí, enseñaría extrafronteras
todas su calidad, la que iría creciendo cada vez más hasta despertar incluso el
interés de los más fervientes detractores de nuestra pelota, pues en cada
torneo internacional siempre era figura clave y protagónica en las victorias de
la selección cubana.
Muchos fueron los certámenes foráneos donde
estuvo y brilló, destacándose los tres
Juegos Olímpicos, en los cuales se hizo sentir, sobre todo en la final
de Atlanta 1996
donde disparó tres jonrones en la final frente a Japón, y hasta en el
propio partido conclusivo de Sydney 2000 en el que conectó dos de los tres hits
que esa noche aceptó el derecho estadounidense Bent Sheets.
En Mundiales y Copas Intercontinentales
recibió disímiles honores de más valioso y mejor tercera base, además de ser
líder en muchas ocasiones de importantes departamentos como anotadas,
impulsadas, slugging, promedio de bateo y hits.
Asimismo, Linares fue capaz de acumular
averages por encima de 400 en la suma de cada evento y de manera general en
cuanto a su participación con el team Cuba.
Otros momentos importantes fueron
protagonizados por él en lides como Juegos Panamericanos y Juegos
Centroamericanos y del Caribe, sobresaliendo siempre como tercer bate en un
equipo lleno de estrellas que igualmente hicieron época.
En este tipo de competencias es imposible
obviar aquel cuadrangular en la cita continental de Winnipeg 1999 que sirvió para darle ventaja
decisiva a la selección antillana frente a un difícil Canadá, en un juego que
le dio el boleto olímpico al equipo Cuba.
El 1999 fue uno de los años más relevantes
al desarrollarse el histórico Tope Cuba-Orioles de Baltimore, impulsando la
carrera del empate en el choque de La
Habana , y pegando cuatro indiscutibles en Maryland.
Al mismo tiempo de las hazañas fuera del
país, es más que evidente que los resultados en el Campeonato Cubano eran
simplemente magistrales, algo que propició que en menos de 15 años se
introdujera entre los mejores en la mayoría de los departamentos ofensivos,
para considerarlo así como el posible poseedor de todas las marcas históricas
en Series Nacionales.
En las series nacionales cubanas fue líder
de diversos departamentos:
Promedio ofensivo mantuvo el
liderato en las temporadas de 1985, 1986, 1990 y 1992.
- En carreras anotadas fue
líder en 1985, 1987, 1993 y 1995.
- También fue líder en
triples en 1985.
- Líder en bases por bolas
en las series de 1992, 1993, 1994, 1995, 1996 y 2000.
- Bateó por encima de 400 en
7 temporadas.
- Hechos relevantes de Omar
Linares en el béisbol_
- Más Carreras Anotadas de
por vida en Series Nacionales, con 1,547.
- Mejor Promedio Ofensivo de
por vida en Series Nacionales y en cualquier tipo de torneo, con 368.
- Mejor Promedio de Slugging
de por vida en Series Nacionales.
- Pelotero más joven en
llegar a 100, 200, 300 y 400 jonrones en Series Nacionales.
- Pelotero más joven a jugar
regular en el equipo Cuba, con 18 años.
- Pelotero más joven en
jugar en Series Nacionales, con 15 años.
- Récords de hits,
impulsadas, anotadas y jonrones en un Campeonato Mundial Juvenil.
- Único bateador en lograr la Triple Corona en
Cuba, en la Selectiva
de 1992.
- Bateador con más
temporadas consecutivas bateando sobre 300, con 15.
- Único bateador con tres jonrones
en un partido en Juegos Olímpicos, en Atlanta 1996.
- Bateador más joven en
llegar a 1000 y 2000 hits en Series Nacionales.
- Mejor Promedio Ofensivo en
Series Selectivas.
- Jugador más joven en 20
Series Nacionales.
- Jugador más joven en
llegar a 1000 empujadas y 1000 carreras anotadas.
- Él y Wilfredo Sánchez son
los que en 6 ocasiones han sido campeón al bate.
- Jugador que más veces ha
sido líder en carreras anotadas en Series Nacionales con 9.
- Jugador que más veces ha
bateado sobre 400, con 8.
- Estuvo presente en los
Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Atlanta 1996; participó en los Campeonatos
Mundiales de Holanda 1986, Italia 1988, Canadá 1990, Nicaragua 1994, Italia 1998, y Taipei de China 2001. En
las Copas Intercontinentales: Canadá 1985, Cuba 1987, Puerto Rico 1989,
España 1991, Italia 1993, Cuba 1995.
- También asistió a los
Juegos Panamericanos: Indianápolis 1987, La Habana 1991, Mar del Plata 1995, Winnipeg 1999;
Juegos Centroamericanos y del Caribe: Santiago de los Caballeros 1986, México
1990, Ponce 1993, Maracaibo 1998
Transcurrida la mitad de la década de 1990
se presentarían en la exitosa vida de Omar, una serie de lesiones de distinto
tipo que lo llevaron incluso al salón de operaciones, y aunque el rendimiento
seguía muy bueno, ya no jugaba la misma cantidad de encuentros, por lo que aún
cuando bateaba sobre 300, las cifras en otros acápites distaban de las de
antaño. Por tal motivo decidió retirarse del béisbol activo en Cuba, un lustro
después de estar en la última competencia internacional, la Copa Mundial de 2001,
y pese a la inconformidad de la gran mayoría de los aficionados.
El 16 de junio del 2002 a la edad de 34 años y
por voluntad propia se retira del deporte activo; en el mismo estadio que vio
tantas hazañas de este pelotero, el Capitán San Luis, se despedía para siempre,
cuando disparaba un profundo batazo al center field capturado por Yunieski
Gourriel para así clasificar a Sancti Spíritus a la final de la contienda, y
quedar en el camino el plantel pinareño.
De esta forma cesaba una de las más grandes
carreras beisboleras en el segundo país que comenzó la práctica de la
disciplina en el mundo. Atrás quedaban hechos y récords inolvidables que unido
a su clase más allá de las estadísticas, son motivos para que muchos lo sitúen
como el mejor, aunque ciertamente hubo estelares como Orestes Kindelán, Víctor
Mesa, Luis Giraldo Casanova, Antonio Muñoz y Antonio Pacheco, que jamás deben
obviarse.
Fuera de las comparaciones, lo que es una
realidad es que este pelotero traspasó el archipiélago y deleitó a todos por la
integralidad y nivel profesional, por las marcas, por los oportunos batazos,
por la cubanía cien por ciento, por brindarle a todos un béisbol que nunca será
superado.
Sea grande entonces este "Niño
Inmortal", el que eternamente quedará en cada corazón como una estrella
sin igual, de esas que hasta allende los mares no se ven con mucha frecuencia
porque sencillamente son eso, estrellas.
Después del retiro de la
selección nacional jugó tres temporadas en la Liga Japonesa de
béisbol Profesional, y actualmente funciona como entrenador de bateo del equipo
de Industriales, en la capital cubana.
<object width="480" heigh
No hay comentarios:
Publicar un comentario