martes, 23 de octubre de 2012

Glorias del deporte cubano: Omar Linares, cumpleaños 44 de uno de las más grandes peloteros cubanos de todos los tiempos

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    El gran pelotero cubano Omar Linares Izquierdo, conocido como “El Niño Linares”, uno de los grandes del béisbol cubano y mundial, con varios récords y poseedor de todas las marcas históricas en la Serie Nacional de Béisbol; doble Campeón Olímpico, Campeón Mundial, Centroamericano y Panamericano. Gloria del deporte cubano.
   Nació el 23 de octubre de 1968 en San Juan y Martínez, Pinar del Río, hijo de Francisca y Fidel Linares, la primera figura relevante que dio la pelota pinareña, y hermano de Juan Carlos Linares, otro destacado bateador.
Hijo de deportista, a los nueve años ingresa en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), en la especialidad de Atletismo, en 60 metros planos y con vallas. Debido a problemas de salud en sexto grado tiene que abandonar el deporte.
   Continúa los estudios en San Juan y Martínez, pero como ama el deporte comienza a practicar baloncesto e incluso llega a participar en un evento provincial en este deporte, posteriormente se decide por el béisbol, siendo el entrenador Carlos Quintana. Participa en una competencia regional infantil, donde llama la atención grandemente y retorna a las escuela de deportes, pero ya como pelotero.
   Se inicia como pelotero en la década del 1970, siendo a partir de 1982 que se da a conocer nacionalmente cuando irrumpió en el campeonato nacional con el equipo  Vegueros contando con apenas 15 años de edad, lo que le valió para que le asignaran el eterno calificativo de "El Niño Linares".
   Participa en el Campeonato Mundial Juvenil celebrado en Barquisimeto, Venezuela, junior en 1984, año en el que resultó por mucho el Jugador más Valioso del evento tras acumular ocho jonrones, impulsar 35 carreras, anotar 22 y disparar 23 indiscutibles, en todos los casos récords vigentes en la actualidad.
   Después de debutar como jardinero y jugador de cuadro en 1982-1983 con los Vegueros sin lograr un rendimiento alto, participó en la siguiente temporada, en la que mostró un potencial que aumentaría con el tiempo. A partir de ese momento, iniciaría una cadena de 15 campañas consecutivas bateando sobre 300, incluyendo ocho por encima de 400, marca en el béisbol cubano y mundial.
   Tal resultado hizo que con esos promedios elevados por serie, al final de la carrera terminara con 367, algo a lo que nadie ha accedido en el planeta, y pese a haber jugado más tiempo con el bate de aluminio, no hay dudas de que todos conocen cuando se está en presencia de un pelotero de talla galáctica.
   El año 1985, también arribaría una nueva tarea para "El Niño", sustituir al extraclase  Pedro José Rodríguez como tercera base en la selección nacional, posición de la que se hizo cargo en la Copa Intercontinental de Edmonton con solo 18 años cumplidos.
   A partir de ahí, enseñaría extrafronteras todas su calidad, la que iría creciendo cada vez más hasta despertar incluso el interés de los más fervientes detractores de nuestra pelota, pues en cada torneo internacional siempre era figura clave y protagónica en las victorias de la selección cubana.
   Muchos fueron los certámenes foráneos donde estuvo y brilló, destacándose los tres  Juegos Olímpicos, en los cuales se hizo sentir, sobre todo en la final de  Atlanta  1996  donde disparó tres jonrones en la final frente a Japón, y hasta en el propio partido conclusivo de Sydney 2000 en el que conectó dos de los tres hits que esa noche aceptó el derecho estadounidense Bent Sheets.
   En Mundiales y Copas Intercontinentales recibió disímiles honores de más valioso y mejor tercera base, además de ser líder en muchas ocasiones de importantes departamentos como anotadas, impulsadas, slugging, promedio de bateo y hits.
   Asimismo, Linares fue capaz de acumular averages por encima de 400 en la suma de cada evento y de manera general en cuanto a su participación con el team Cuba.
   Otros momentos importantes fueron protagonizados por él en lides como Juegos Panamericanos y Juegos Centroamericanos y del Caribe, sobresaliendo siempre como tercer bate en un equipo lleno de estrellas que igualmente hicieron época.
   En este tipo de competencias es imposible obviar aquel cuadrangular en la cita continental de  Winnipeg 1999 que sirvió para darle ventaja decisiva a la selección antillana frente a un difícil Canadá, en un juego que le dio el boleto olímpico al equipo Cuba.
   El 1999 fue uno de los años más relevantes al desarrollarse el histórico Tope Cuba-Orioles de Baltimore, impulsando la carrera del empate en el choque de La Habana, y pegando cuatro indiscutibles en Maryland.
   Al mismo tiempo de las hazañas fuera del país, es más que evidente que los resultados en el Campeonato Cubano eran simplemente magistrales, algo que propició que en menos de 15 años se introdujera entre los mejores en la mayoría de los departamentos ofensivos, para considerarlo así como el posible poseedor de todas las marcas históricas en Series Nacionales.
   En las series nacionales cubanas fue líder de diversos departamentos:
Promedio ofensivo mantuvo el liderato en las temporadas de 1985, 1986, 1990 y 1992.
- En carreras anotadas fue líder en 1985, 1987, 1993 y 1995.
- También fue líder en triples en 1985.
- Líder en bases por bolas en las series de 1992, 1993, 1994, 1995, 1996 y 2000.
- Bateó por encima de 400 en 7 temporadas.
- Hechos relevantes de Omar Linares en el béisbol_
- Más Carreras Anotadas de por vida en Series Nacionales, con 1,547.
- Mejor Promedio Ofensivo de por vida en Series Nacionales y en cualquier tipo de torneo, con 368.
- Mejor Promedio de Slugging de por vida en Series Nacionales.
- Pelotero más joven en llegar a 100, 200, 300 y 400 jonrones en Series Nacionales.
- Pelotero más joven a jugar regular en el equipo Cuba, con 18 años.
- Pelotero más joven en jugar en Series Nacionales, con 15 años.
- Récords de hits, impulsadas, anotadas y jonrones en un Campeonato Mundial Juvenil.
- Único bateador en lograr la Triple Corona en Cuba, en la Selectiva de 1992.
- Bateador con más temporadas consecutivas bateando sobre 300, con 15.
- Único bateador con tres jonrones en un partido en Juegos Olímpicos, en Atlanta 1996.
- Bateador más joven en llegar a 1000 y 2000 hits en Series Nacionales.
- Mejor Promedio Ofensivo en Series Selectivas.
- Jugador más joven en 20 Series Nacionales.
- Jugador más joven en llegar a 1000 empujadas y 1000 carreras anotadas.
- Él y Wilfredo Sánchez son los que en 6 ocasiones han sido campeón al bate.
- Jugador que más veces ha sido líder en carreras anotadas en Series Nacionales con 9.
- Jugador que más veces ha bateado sobre 400, con 8.
- Estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Atlanta 1996; participó en los Campeonatos Mundiales de Holanda 1986, Italia 1988, Canadá 1990, Nicaragua  1994, Italia 1998, y Taipei de China 2001. En las Copas Intercontinentales: Canadá 1985, Cuba 1987, Puerto Rico 1989, España  1991, Italia 1993, Cuba 1995.
- También asistió a los Juegos Panamericanos: Indianápolis 1987, La Habana 1991, Mar del Plata 1995, Winnipeg 1999; Juegos Centroamericanos y del Caribe: Santiago de los Caballeros 1986, México 1990, Ponce 1993, Maracaibo 1998
   Transcurrida la mitad de la década de 1990 se presentarían en la exitosa vida de Omar, una serie de lesiones de distinto tipo que lo llevaron incluso al salón de operaciones, y aunque el rendimiento seguía muy bueno, ya no jugaba la misma cantidad de encuentros, por lo que aún cuando bateaba sobre 300, las cifras en otros acápites distaban de las de antaño. Por tal motivo decidió retirarse del béisbol activo en Cuba, un lustro después de estar en la última competencia internacional, la Copa Mundial de 2001, y pese a la inconformidad de la gran mayoría de los aficionados.
   El 16 de junio del 2002 a la edad de 34 años y por voluntad propia se retira del deporte activo; en el mismo estadio que vio tantas hazañas de este pelotero, el Capitán San Luis, se despedía para siempre, cuando disparaba un profundo batazo al center field capturado por Yunieski Gourriel para así clasificar a Sancti Spíritus a la final de la contienda, y quedar en el camino el plantel pinareño.
   De esta forma cesaba una de las más grandes carreras beisboleras en el segundo país que comenzó la práctica de la disciplina en el mundo. Atrás quedaban hechos y récords inolvidables que unido a su clase más allá de las estadísticas, son motivos para que muchos lo sitúen como el mejor, aunque ciertamente hubo estelares como Orestes Kindelán, Víctor Mesa, Luis Giraldo Casanova, Antonio Muñoz y Antonio Pacheco, que jamás deben obviarse.
   Fuera de las comparaciones, lo que es una realidad es que este pelotero traspasó el archipiélago y deleitó a todos por la integralidad y nivel profesional, por las marcas, por los oportunos batazos, por la cubanía cien por ciento, por brindarle a todos un béisbol que nunca será superado.
   Sea grande entonces este "Niño Inmortal", el que eternamente quedará en cada corazón como una estrella sin igual, de esas que hasta allende los mares no se ven con mucha frecuencia porque sencillamente son eso, estrellas.
Después del retiro de la selección nacional jugó tres temporadas en la Liga Japonesa de béisbol Profesional, y actualmente funciona como entrenador de bateo del equipo de Industriales, en la capital cubana.

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