jueves, 6 de abril de 2017

S.O.S: La OEA y el peligro para las democracias en América Latina


Luis Almagro, secretario general de la OEA

Por Miguel Fernández Martínez 


   Una vez más, la Organización de Estados Americanos (OEA), reafirmando su condición de “ministerio de colonias”, sirve de plataforma para engendrar un artero golpe contra la constitucionalidad en Venezuela, en abierta componenda con la ultraderecha reaccionaria.
   La patria de Bolívar es hoy el objetivo más inmediato de los golpistas que buscan “apoyo” internacional en la OEA, y de paso, justificar ante la opinión pública el derrocamiento de un gobierno legítimamente electo por el pueblo, pero que no sigue las pautas democráticas que se dictan desde el Departamento de Estado en Estados Unidos.
   A la cabeza de la macabra componenda antivenezolana va Luis Almagro, secretario general de esta organización, tomado de la mano con los representantes de los grupos más reaccionarios de la derecha opositora de ese país suramericano, cuya principal culpa es intentar construir un proyecto social de independencia y soberanía a favor de los más necesitados.
   En las últimas semanas, la OEA se convirtió en un puesto de mando estratégico donde se está fraguando el golpe de Estado contra el gobierno bolivariano que encabeza el presidente Nicolás Maduro, y donde se reúnen los representantes de los gobiernos derechistas del continente, para tratar de silenciar la voz de Venezuela y estrangularla políticamente.
   Para ello, insisten en buscar las excusas necesarias que permitan la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, una herramienta "diplomática" que provocaría el aislamiento de Caracas de la comunidad internacional, y de paso, dejar libre el camino a los que desde dentro, intentan hacerse del poder por la fuerza.
   A pesar de la digna posición de un grupo de países –El Salvador, Bolivia, Haití, Ecuador, República Dominicana, y Nicaragua, entre otras- los grupos de poder que pululan en el seno de la OEA siguen insistiendo en echar andar a andar la maquinaria golpista, a pesar de los llamados hechos por el Vaticano y otras naciones que abogan por un diálogo entre venezolanos.
   La OEA acumula un amplio dossier de acciones ilegales contra los pueblos de América que decidieron tomar rumbos diferentes a los pautados por Washington, y ha ofrecido silencio cómplice a medio centenar de golpes de Estado ocurridos en este hemisferio en los últimos 60 años.
   Jamás la OEA condenó los cuartelazos contra Jacobo Arbenz en Guatemala, ni el encabezado por Alfredo Stroessner en Paraguay, ambos en 1954; ni los derrocamientos de João Goulart en Brasil, en 1964, y Salvador Allende, en Chile, en 1973.
   Fue precisamente la OEA quien aisló a Cuba en 1962, cumpliendo órdenes de la Casa Blanca, para tratar de aislar y derrocar a la naciente Revolución cubana.
Tampoco denunció la intentona golpista en Venezuela contra Hugo Chávez, en 2002, ni los golpes parlamentarios en Paraguay, contra el presidente Fernando Lugo, en 2011, y contra Dilma Rouseff, en Brasil, en 2016.
Si avaló las invasiones a Guatemala, en 1954; la frustrada invasión mercenaria contra Cuba, en 1961; a República Dominicana, en 1965, y a Granada, en 1983, todas emprendidas desde y por orden de Estados Unidos.
Ahora el objetivo es Venezuela y para ello se afilan los dientes los aliados continentales de Washington, bajo el manto injerencista de la OEA, que no perdonan a los pueblos que deciden marchar unidos y soberanos.
Venezuela y el mundo siguen alertas. El golpe de Estado está en marcha. Y vale recordar las palabras del argentino Julio Cortázar cuando aseguró que “estamos en las horas de los chacales y las hienas. Los chacales vienen por nuestras riquezas, las hienas por lo que sobre del festín”.

martes, 4 de abril de 2017

Ultraderecha se enfoca contra Venezuela



por Miguel Fernández Martínez

La última resolución contra Venezuela aprobada en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), instando al gobierno bolivariano a “retomar el orden constitucional”, es una ironía desde su propia concepción y de sus patrocinadores.
   Un grupo de 13 países –poco más de la tercera parte de las naciones miembros de la OEA- presentaron el lunes una resolución que “insta” a Venezuela a que retome el orden constitucional, basados en una supuesta “suspensión” de los poderes de la Asamblea Nacional (Parlamento).
   La decisión, patrocinada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Estados Unidos, Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú, desconoce los últimos acontecimientos ocurridos en Caracas, después que el Consejo Nacional de Defensa dirimió la controversia generada entre la Fiscalía General de la República y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
   Para estos países, sin dudas, solo resulta creíble lo que dicen, opinan, tergiversan y manipulan los sectores más reaccionarios de la ultraderecha venezolana, que una vez más, como en 2014, decidió nuevamente activar la violencia como forma y estilo para hacerse del poder que no consiguen en las urnas.
   Pero valdría la pena hacer un repaso de qué pasa en los países que ahora claman desesperadamente por la “restauración del orden constitucional” en Venezuela, y dentro de la misma organización continental, calificada desde hace muchos años como un “ministerio de colonias”.

LA DERECHA CIERRA FILAS
   Algunos de los países que ahora claman con energía por la democratización de la patria de Bolívar, poco tienen que enseñar en materia de derechos humanos y  progreso para las capas menos favorecidas de sus respectivos pueblos. Echemos un vistazo.

ARGENTINA
   Durante la controvertida sesión de la OEA, la representación de Argentina sugirió que la resolución es “tutelar” a Venezuela, argumento considerado por el representante venezolano, Samuel Moncada, como una grosería y una intromisión en los asuntos soberanos de su país.
   Aunque el actual gobierno de Argentina se preocupa por los supuestos “presos políticos” en Venezuela, mantiene injustamente en prisión a la líder indígena Milagros Salas, líder de la organización Túpac Amaru.
   Ese mismo gobierno que ahora se “preocupa” por la situación interna de Venezuela, mantiene una inflación descontrolada del 40 por ciento anual y una caída del Producto Interior Bruto (PIB) de 3,4 por ciento, en correspondencia con las políticas de choque impuestas al pueblo argentino.
   Esos que ahora mismo se preocupan porque se “restituya el orden constitucional” en Venezuela, violan constantemente el derecho al trabajo de miles de trabajadores públicos y privados con olas de despidos masivos.
   Las autoridades de Buenos Aires, tan ocupadas de resolver los problemas internos de Venezuela, han establecido alzas de las tarifas de electricidad y gas a un 500 por ciento, logrando profundizar el descontento de los argentinos, con un impacto mayor en las capas sociales los humildes.
   Argentina se endeudó con el pago de nueve mil 300 millones de dólares a los fondos buitre, revirtiendo las medidas de apelación de la decisión del Tribunal estadounidense para buscar la reestructuración de los pagos de la deuda externa, logrados por el anterior gobierno de Cristina Fernández.

PARAGUAY
   Esta nación suramericana, que ahora aboga por una intervención en los asuntos internos de Venezuela, ha sido escenario hace unos días de violentos enfrentamientos de corte político, que costó la vida al líder opositor Rodrigo Quintana, de 25 años.
   Esto provocó que dirigentes de partidos de oposición, entre ellos el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y del Partido Demócrata Progresista (PDP) presentaran una carta dirigida al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en la que solicitan la aplicación del artículo 20 de la Carta Democrática tras los últimos "atropellos cometidos contra la democracia paraguaya", solicitud que hasta ahora no ha tenido respuesta, porque la mira de Almagro está enfocada en Caracas.
   En el curriculum “democrático” de Paraguay, está presente el Golpe de Estado parlamentario que orquestó la oposición en junio de 2012, para destituir al presidente Fernando Lugo, democráticamente electo en abril de 2008.

BRASIL
   El gobierno de Brasil también está entre los más preocupados de la situación interna de Venezuela y todo indica que ahora aboga por que suceda lo mismo que la derecha reaccionaria brasileña protagonizó contra el legítimo gobierno de la izquierdista Dilma Rouseff.
   El escenario golpista en Brasil en 2016, arrastró al país hacia una fase de incertidumbre e inestabilidad, después del impeachment que destituyó a la presidenta Dilma, lo que provocó un período traumático, con repercusiones muy negativas en la política y en la economía, que todavía sobrevive.

MEXICO
   La preocupación del gobierno de México por la constitucionalidad y el respeto a los derechos humanos en Venezuela es insólita. Mientras los representantes de la diplomacia mexicana insisten en que la OEA intervenga en los asuntos internos de los venezolanos, el pueblo mexicano sigue pendiente se les responda cuando se les devolverá la seguridad ciudadana.
   Esos que ahora increpan al gobierno venezolano, no pueden responder a sus ciudadanos por las desapariciones forzadas, por el asesinato de periodistas, por los feminicidios, por el tráfico de drogas y la corrupción administrativa.

PERÚ
   Otro de los preocupados por la crisis de gobernabilidad en Venezuela es el gobierno del Perú, a pesar de que su mandatario, Pedro Pablo Kuczynski, declarara recientemente que América Latina, con relación a Estados Unidos, actúa como un "perro simpático que no da problemas".

ESTADOS UNIDOS
   Es el líder del “ministerio de colonias”, quien dicta las directrices para desestabilizar gobiernos progresistas en el continente.

Este el escenario en que se encuentra hoy Venezuela, con una ultraderecha envalentonada y que sigue alentando a la violencia, quizás para que se repitan los trágicos hechos del 2014, que dejaron 43 muertos y centenares de heridos.
   Los culpables de estos hechos, casualmente, son los que ahora estos países piden sean liberados.
   Nada, cosas de una derecha política que no se cansa de aplastar pueblos.

martes, 24 de enero de 2017

"Ilustres" terroristas del Imperio: Félix Rodríguez Mendigutía


a la izquierda Felix Rodriguez junto al Ché Guevara, antes de asesinarlo

   Ahora que se anuncia la visita a México del terrorista cubanoamericano Félix Rodríguez Mendigutia, quien ordenó en 1967 el asesinato del Ché Guevara,  traemos a nuestros lectores, a otro de los más "ilustres" integrantes del club de los terroristas que se pasean a diario por las calles de Miami y gozan de todas las bendiciones que ofrece la Casa Blanca como pago a sus servicios al Imperio.
   Félix Rodríguez Mendigutía forma parte de esa fauna que ha llenado de muerte y desolación estos 58 años de confrontación entre el Imperio y esta pequeña Isla del Caribe que se niega a renunciar al honor de ser una tierra de hombres libres.
   Este personaje, quien se jacta de ser el asesino del legendario comandante guerrillero Ernesto Ché Guevara-  es parte de la historia de un terrorismo fabricado, financiado y alentado desde las mismas entrañas del poder en Estados Unidos.
   Uno más entre tantos nombres sinónimos de odio y frustración. Uno más de la larga lista de criminales que han enlutado a nuestra Patria y muchos países del planeta. Juzguen ustedes mismos su impresionante expediente de servicios al terrorismo de estado que secretamente imponen los Estados Unidos contra el mundo.

EL GATO FELIX DE LA AGENCIA CENTRAL DE INTELIGENCIA (CIA)
   El terrorista de origen cubano Félix Ismael Rodríguez Mendigutía de 76 años, conocido como El Gato Félix, nació en 1941 en La Habana y desde mediados de la década de 1950 se trasladó a estudiar a Estados Unidos. Descendiente de una familia comprometida con la dictadura batistiana, su tío fue Ministro de Obras Públicas en el gobierno de Fulgencio Batista.
   A los 18 años, inmediatamente que triunfa la Revolución de 1959, abandona la Isla, conectándose a su arribo a Estados Unidos con agrupaciones que comenzaban sus actividades para derrocar a las nuevas autoridades en Cuba.   
   En estos caminos iniciales se involucró en una fracasada invasión a la Isla en 1959 con la Legión Anticomunista del Caribe, patrocinada por el entonces dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.
   Fue miembro además de la organización contrarrevolucionaria Cruzada Cubana Constitucionalista junto al traidor a la Revolución cubana, el excomandante Pedro Luis Díaz Lanz y el agente de la CIA Frank Sturgis.
   Reclutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana en 1960, recibe entrenamiento en una base militar del Canal de Panamá, en técnicas de explosivos, sabotajes y operaciones encubiertas, que le permitirían participar posteriormente en planes de atentados contra el Comandante en Jefe Fidel Castro.
   Más tarde formaría parte de un grupo comando de infiltración de la Brigada de Asalto 2506, agrupación mercenaria que se entrenó en suelo de Nicaragua y Guatemala y que fue estrepitosamente derrocada en tan solo 72 horas, después del desembarco por Playa Girón en 1961.
   Como parte de la Operación 40 organizada por la CIA, Rodríguez Mendigutía se infiltró clandestinamente en Cuba a mediados de febrero de 1961 por la zona de Arcos de Canasí, en la provincia de Matanzas, donde desembarcó y ocultó equipos y explosivos como avanzada de la invasión mercenaria que ya se gestaba.
   Contactó inmediatamente con grupos contrarrevolucionarios de alzados en las montañas del centro de la Isla, pertenecientes al Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR).
   Su misión principal era la voladura del puente de Bacunayagua, para evitar que refuerzos militares pudieran desplazarse desde la capital hasta la zona de desembarco.
   Fracasada esta operación terrorista por los órganos de la Seguridad del Estado cubana, Félix Rodríguez se mantuvo escondido hasta que pudo asilarse en la Embajada de Venezuela en La Habana, gracias a la ayuda que le ofrecieron altos funcionarios diplomáticos acreditados en Cuba.
   Después del descalabro de Playa Girón, durante la primera mitad de la década de los años sesenta, participó en las operaciones contra Cuba desde Centroamérica, ubicado en una base de operaciones de la CIA en Nicaragua. Más tarde fungió como agente principal de la CIA en la estaciones de Miami y Venezuela.
   Entrenado junto a otros apátridas de origen cubano por el ejército norteamericano en operaciones de contrainsurgencia en Fort Benning, en agosto de 1967, con la aprobación de la CIA, Rodríguez Mendigutía se traslada a Bolivia bajo la falsa identidad de Félix Ramos junto al también mercenario de origen cubano Gustavo Villoldo con la misión de capturar al Comandante Ernesto Ché Guevara.
   Su trabajo de inteligencia a través de los interrogatorios que realizaba a los guerrilleros prisioneros del ejército boliviano trajo como consecuencia la localización del foco central de la guerrilla del Ché y su posterior captura y asesinato.
   Según sus propios testimonios, Félix Rodríguez recibió instrucciones del General René Barrientos, por entonces presidente de Bolivia, de eliminar físicamente al legendario guerrillero argentino. Ya en la escuelita de La Higuera, donde se encontraba herido y prisionero el Comandante Ché Guevara, Félix Rodríguez lo interrogó y ocupó parte de sus objetos personales.  
   Después que el sargento boliviano Mario Terán cumpliera la execrable misión de asesinar al Ché, Félix Rodríguez ordenó trasladar el cadáver del Guerrillero Heroico hasta el poblado de Valle Grande donde fue enterrado en una fosa secreta que más tarde sería descubierta por antropólogos cubanos en 1997.
   Involucrado en operaciones de inteligencia en diversos países de América Latina, Félix Rodríguez formó parte de unidades élites del ejército en el Ecuador y en el Perú, participando en el golpe militar contra el presidente Belaunde Terry. Años más tarde sería asesor de la Junta Militar fascista argentina y en otros puntos del área del Caribe.
   Como miembro del ejército norteamericano, participó también en las operaciones militares contra el pueblo vietnamita donde realizó cerca de 300 misiones helitransportadas siendo derribado en cinco ocasiones.
   Por sus acciones mercenarias fue condecorado en 1976 con la Estrella de Inteligencia al Valor, condecoración que le otorgó la CIA y recibió nueve veces la Cruz al Valor, por sus actividades criminales en Viet Nam del Sur.
   Posterior al fracaso de Estados Unidos en la guerra en Viet Nam, Félix Rodríguez se mantiene bajo el mando de Ted Shackley y Donald Gregg quien se convierte más tarde en Asesor de Seguridad Nacional del entonces vicepresidente George H. Bush padre.
   A través de sus relaciones con las oficinas de la vicepresidencia de Estados Unidos –durante el mandato del expresidente Ronald Reagan- y al amparo de estas, Rodríguez Mendigutía comienza sus operaciones ilegales de tráfico de drogas y aprovisionamiento de armas a la contrarrevolución nicaragüense, después del triunfo sandinista de 1979.
   En 1984 se le vinculó como socio comercial de Gerald Latchinian, quien resultó arrestado por el contrabando de cocaína valorada en diez millones trescientos mil dólares, supuestamente como una operación destinada a conseguir fondos para acciones encubiertas de la CIA.
   En octubre de 1986, después del derribo de un avión sobre territorio nicaragüense y donde sobrevivió Eugene Hasenfus, se conoció a través de los medios de prensa que todo respondía a una operación dirigida desde la Casa Blanca por el Teniente Coronel Oliver North y que Hasenfus estaba subordinado a las órdenes de Max Gómez y Ramón Medina, nombres que utilizaban Félix Rodríguez y Luis Posada Carriles respectivamente, en la operación clandestina de tráfico de armas y drogas que después se conoció internacionalmente como el caso Irán-Contra.
   Alejado de la opinión pública para calmar los ánimos, Félix Rodríguez Mendigutía reaparece nuevamente en Miami en el año 2004, como Presidente de la Asociación de Veteranos de la Brigada 2506 –el reducto de los veteranos mercenarios derrotados en Playa Girón-, un reservorio de asesinos, terroristas y criminales de origen cubano que no descansan por ver a su Patria de rodillas ante el Imperio.
   Cosas del american way of life que quizás usted no entienda, ni yo tampoco, pero cada día nos convencen más de la hipocresía yanqui en su afán por convertirse en los dueños y verdugos de nuestros sueños.

publicado originalmente en el blog Cañonazos de Tadeo, en 2006 y en el diario digital InSurGente.org

jueves, 12 de enero de 2017

Los politiqueros de Miami lo mismo atacan o defienden la política de pies secos-pies mojados…uno nunca sabe



congresistas Marcos Rubio, Ileana Ros Lethinen y Carlos Curbelo
   Después que el gobierno de Barack Obama decidiera eliminar la política de “pies secos-pies mojados”, que daba privilegios migratorios a los emigrantes cubanos, algunos “voceros” de Miami, andan tirando piedras sin saber que están rompiendo su propio techo de vidrio.
  Según estos alabarderos políticos, ahora resulta que Obama es “comunista”, se “plegó a los Castro”, “concedió las exigencias de La Habana” y un sinnúmero de sandeces más que estoy leyendo en las redes.
   Pero hay un detalle en el que no reparan antes de decir todas estas cagastrofadas.

martes, 10 de enero de 2017

EYIOGBE - LETRA DEL AÑO 2017 - Babalawos cubanos pronostican desenvolvimiento para Cuba



Eyiogbe
    La Asociación Cultural Yoruba de Cuba, y la Comisión Organizadora para la Letra del Año Miguel Febles Padrón, emitieron la tradicional profecía anual, que regirá entre los miles de seguidores de los cultos afrocubanos en la isla.
   En la tradicional ceremonia de la Letra del Año, que se realiza en Cuba desde finales del siglo XIX, un nutrido grupo de babalawos –sacerdotes del culto de Ifá-  procedentes de las diferentes ramas religiosas existentes en el país, confirmaron en la madrugada de este domingo que el signo el Eyiogbe –el primero de los 16 signos regentes- coronará la vida de los cubanos durante el 2017.
   La profecía revelada en el tablero de Ifá –Dios adivinador de los yorubas-  fue un Iré ayé oyale tesi Lese Olofin (una suerte de desenvolvimiento y dinero en la tierra firme y seguro que da el Dios supremo de los yorubas, Olofin).
   A los seguidores y consagrados en los cultos afrocubanos vigentes en la mayor de las Antillas desde hace casi medio milenio, se les recomienda para este año poner frutas variadas como sacrificio a los dioses.