Al
servicio de Toussaint L’Ouverture alcanzó el grado de General y
cuando este es depuesto por las tropas francesas enviadas por Napoleón para
reconquistar la isla, es nombrado al frente de las tropas del Sur, que lucharon
contra el ejército del general Leclerc, enviado por su cuñado Napoleón
Bonaparte para recuperar Saint Domingue.
Derrotadas las fuerzas napoleónicas,
Dessalines citó a todos los oficiales en Gonaives el 31 de
diciembre de 1803 para leerles el texto de la Declaración de
Independencia de la República de Haití.
Redactado por Charéson, el más antiguo
de los secretarios de Dessalines, se había inspirado en la Declaración de
Independencia de Estados Unidos, pero el documento, de carácter abstracto
y meramente jurídico, no satisfizo a los presentes y uno de
ellos, Boisrond-Tennerre, intervino diciendo: “Necesitamos la piel de un
blanco como pergamino, su cráneo como escritorio, su sangre como tinta y su
bayoneta como pluma”.
Proclamada la independencia el 1 de
enero de 1804, Dessalines fue elegido general en jefe y gobernador de
la flamante República. En un principio, temeroso de una nueva invasión
francesa, se ocupó de fortificar las ciudades costeras.
A finales de enero, emprendió una gira por
el sur y oeste que lo convenció del odio que el pueblo sentía por los blancos,
por lo que ordenó que fuesen exterminados. De la matanza solo se salvaron
quienes podían ayudar a la educación de los jóvenes haitianos.
El general francés Ferrand, que se
había hecho dueño de la situación en el este de la isla, a finales
de 1804 promulgó un decreto por el cual autorizaba a hacer presos a
todos los haitianos de uno y otro sexo mayores de catorce años. Los de edades
comprendidas entre los doce y catorce serían vendidos en el exterior y los más
jóvenes empleados como esclavos.
Enterado de esa medida, Dessalines ordenó al
general Henri Christophe que enviara una comisión a los habitantes
del este para que permitiesen el paso de su ejército de 25 mil hombres hacia la
ciudad de Santo Domingo. El propio Dessalines encabezaría otro por el sur.
Alrededor de doscientos vecinos de Santiago,
mandados por Reinoso del Orbe, decidieron luchar contra las tropas
de Christophe, pero la ciudad cayó en sus manos, fue quemada y los
prisioneros degollados. Ferrand se aprestó a defender su plaza de
Santo Domingo.
El 8 de marzo de 1805,
Dessalines puso sitio a esta ciudad. El cerco duró tres semanas, en cuyo
transcurso se fueron agotando las provisiones y los vecinos tuvieron que comer
caballos, perros y ratones, pese a lo cual Ferrand resistió por tener noticias
de que una escuadra francesa navegaba por el Caribe y confiar en que llegase a
Santo Domingo en cualquier momento.
Efectivamente, el 30 de marzo las
velas de la escuadra se dejaron ver en el horizonte. Viendo que dos fragatas
continuaban hacia el oeste, Dessalines creyó que se dirigían
a Haití y levantó el asedio para ir a combatirlas en su propio
terreno.
Durante su regreso, saqueó e incendió las
poblaciones de Monte Plata, Cotuí, La Vega , Moca y Santiago, pasando a
cuchillo a todos sus vecinos.
El 8 de
agosto de 1804 llegó a Haití la noticia del coronamiento
de Napoleón Bonaparte como emperador, y los secretarios de Dessalines
le hicieron ver que el cargo de general en jefe y gobernador no le convenía
como cabeza de una nación independiente y redactaron una solicitud para que
también en Haití fuese establecido un imperio.
Dicha solicitud circulaba entre los
generales y altos oficiales para que la firmasen cuando Dessalines,
adelantándose a los acontecimientos, se autoproclamó emperador con el título
de Jacques I.
Entre las medidas tomadas por Dessalines
figuraron la confiscación de todas las propiedades que en 1802 habían
sido vendidas a distintas personas, procediendo a arrendarlas por subasta, y la
creación de un impuesto territorial a los cultivos, poniendo a trabajar en
ellos forzosamente a todos los haitianos que no tuvieran un oficio mecánico.
Es traicionado y asesinado
en 1806 por sus colaboradores, Alexandre
Pétion y Henri Christophe, quienes se dividen el país. El himno
nacional de Haití, La
Dessalinienne , se denomina así en su honor.
Estas medidas provocaron un descontento
general que originó una conspiración de sus lugartenientes con fines de
derrocarlo, la cual prosperó rápidamente por todas partes hasta que el 17
de octubre de 1806 una descarga de fusilería acabó con su vida.
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