Por
Miguel Fernández Martínez / Fotos: Vladimir Molina Espada
La cubanía, según muchos, es más que un
estado de nacionalidad o circunstancia de nacimiento, convirtiéndose en sentido
de pertenenecia a la tierra y sobre todo, en una actitud ante la vida, de los
que asumen como propios los estandartes que enorgullecen a la Patria.
Para los cubanos, la bandera de la estrella
solitaria –su bandera-, es un signo de victoria, curtida a sangre y fuego en
los campos de batalla, defendida hasta la muerte por los edificadores de la
independencia y sostenida victoriosa por sus mejores hijos.
Nació en los sueños de Miguel de Teurbe y
Tolón, un poeta exiliado en New York y fue bordada con esmero por Emilia, su
cubanísima esposa, sin imaginar que estaban pariendo el más importante signo de
identidad nacional, alrededor de la cual se agruparían los emancipadores que, a
golpe de machete, sacudirían para siempre el coloniaje.
La bandera de todos los cubanos, esa que
luce “un rubí, cinco franjas y una estrella”, al decir del compositor cubano
Eduardo Saborit, o “la más bella que existe”, según palabras del poeta
Bonifacio Byrne, flamea dentro de todos y bajo su manto se producen las más
trascendentales decisiones de un pueblo que la venera, porque en cada
centímetro de esa tela, está toda la espiritualidad de esta Isla.
Decir Cuba es hablar del tocororo y la
mariposa; del escudo y la bandera; es hablar del negro y el blanco en un mismo
lenguaje hermanador; es orarle a la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre,
escuchar los lamentosos toques de tambor para Oshún, y sentir el abrazo eterno
del estudiante y el obrero.
Sentir a Cuba es respirar libertad plena,
esa que se refleja en los rostros curtidos por la cotidianidad de aquellos que
conocen el precio de sentirse herederos del legado libertario, y que repiten
desde sus corazones, los históricos versos de Byrne al decir que: “si deshecha
en menudos pedazos,/ llega a estar mi bandera algún día,/ nuestros muertos,
alzando los brazos,/ la sabrán defender todavía”.
Fotorreportaje
publicado en el sitio digital de Prensa Latina
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