jueves, 12 de enero de 2012

La neutralidad es imposible en un mundo que se divide entre indignos e indignados, afirma Eduardo Galeano


El escritor uruguayo Eduardo Galeano afirmó hoy que la neutralidad es imposible en un mundo que se divide entre indignos e indignados. O se es indigno o indignado, recalcó en breve diálogo con la prensa a su llegada a esta capital, tras más de 10 años de ausencia, invitado por Casa de las Américas, cuyo 53 Premio Literario inaugurará el próximo lunes.
La crisis que sufre el planeta ha llevado a muchos a aceptar lo inaceptable obligándolos a la indignidad. Es por eso, agregó, que surgen movimientos, como el de los indignados, que de pronto se vuelven peligrosamente contagiosos en todos los países, destaca una nota de la agencia Prensa Latina.
No hay quien pueda con la capacidad de contagio que tiene la indignación, subrayó refiriéndose a los movimientos sociales surgidos en varias naciones para expresar sus reclamos en protesta contra la desigualdad y el desempleo.
A su juicio en todas partes se respira una energía de cambios que busca manifestarse. Las izquierdas, opinó, están en todos lados. Los procesos de cambios que de veras se dan, crecen lentamente de abajo hacia arriba y de adentro hacia fuera. A veces son silenciosos, casi secretos, pero existen en todas partes.
Vuelvo a Cuba sin haberme ido porque esta isla siguió siempre viva dentro de mi, en mis palabras, en mis actos y mi memoria, una memoria viva de todo lo que de ella recibí, aseveró.
Nunca oculté mi admiración por esta Revolución, ejemplo de dignidad nacional y solidaridad en un mundo donde el patriotismo es un derecho negado a los países pequeños y pobres, destacó.

Nunca conocí en mi vida un país tan solidario como este, ninguna Revolución tan ofrendada a los demás como esta, expresó.
Al referirse a su relación con Casa de las Américas, mi Casa, dijo, destacó que en los inicios fue un amor poco correspondido. Recuerdo como escribí Las venas abiertas... para llegar a tiempo al concurso literario. Tanto esfuerzo y perdí en el certamen, rememoró.
Laureado luego en tres ocasiones, regresa a la institución para presentar su libro Espejos, una historia casi universal, Premio Honorífico de Narrativa José María Arguedas 2011.
Es un texto, comentó, en el que ofrezco una tentativa de ayudar a la recuperación del arcoiris terrestre que contiene más colores y fulgores que el celeste.
Quería ayudar a recuperar esos colores perdidos porque estamos ciegos, mutilados por una largísima tradición de racismo, de machismo, elitismo, de militarismo y de otros ismos que nos impiden descubrirnos en toda la plenitud de nuestra belleza posible, apuntó.
A una pregunta sobre si creía que el presidente estadounidense, Barack Obama, había leído su libro Las venas abiertas de América Latina, que el gobernante venezolano, Hugo Chávez, le obsequió en 2009, durante la Cumbre de Trinidad y Tobago, respondió que fue un acto simbólico.
No creo que lo haya leído. Fue, afirmó, una manera de decirle a Obama que existen otras voces distintas a las que está acostumbrado a oír de sus asesores.
Sobre cómo ve a América Latina expresó que hoy está caminando. Yo también camino, caminar es un ejercicio imprescindible, creo que las ciudades se conocen o se reconocen con los pies, se leen con los pies.
Lo mismo ocurre con los procesos colectivos, agregó, cuando se viven como se deben vivir las cosas, se camina, se anda. Así uno entra en otro, concluyó. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario