jueves, 5 de enero de 2012

Mi carta a los Tres Reyes Magos


Queridos Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltazar:

Hace exactamente 42 años que les escribí mi última carta. Jamás olvidaré aquella noche en que esperanzando en que me trajeran la bicicleta de mis sueños, les dejé mi notica junto a mis zapatos sucios llenos de hierba fina, para que sus camellos comieran mientras me lustraban mis pequeños mocasines.
Hace tanto tiempo, que no recuerdo que otros juguetes pedí, y pensé que no volvería a dirigirme a ustedes, tan atareados repartiendo felicidades a los niños que sus padres puedan pagar el costo de sus sueños. Lástima que todavía sigan existiendo niños más iguales que otros, y que ustedes, que alcanzaron a seguir la estrella de Belén para encontrar al niño Jesús, no puedan alegrarle la vida a todos los pequeñines por igual.
Tantos años después quiero pedir mis sueños, que esta vez no serán ni carros de bomberos ni trajes de vaqueros.
Rey Melchor, a usted le pediré que en vez de dejarme oro, deje un poco de igualdad entre todos los hombres. Que ese uno por ciento que nos retuerce el cuello desde las ventanillas de los bancos, deje de aplastar las esperanzas del 99 por ciento de los hombres y mujeres que tienen que llevar el pan a la mesa de sus hijos.
A usted, Rey Gaspar, le pido que en vez de dejarme mirra, detenga el sufrimiento y el hambre de millones de seres humanos que no tienen donde cobijarse, ni comida que llevar a la boca.
Y a usted Baltazar, ahórrese el incienso y evite que el humo de las bombas siga arrancándole vidas a este planeta que se está destruyendo en medio de las más crueles guerras de rapiña.
Solo eso les pido. Si al amanecer encuentro mis regalos, seré un niño-hombre feliz, y viviré convencido que la especia humana podrá salvarse.

Miguel

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