¿Quién no recuerda
aquella canción del Benny dedicada a los rumberos famosos? “Qué
sentimiento me dá/ cada vez que yo me acuerdo/ de los rumberos famosos/ qué
sentimiento me dá/ oh Chano, murió Chano Pozo.”, dedicada a uno de los más
grandes percusionistas cubanos, que llenó de gloria la música cubana y cambió
radicalmente la rítmica del jazz en los Estados Unidos.
Nadie lo conocía como Luciano Pozo González, pero como Chano
Pozo, era reconocido en los círculos más exigentes de la rumba cubana. Nacido
en La Habana, el 7 de enero de 1915, a Chano le tocó la
triste realidad de empezar muy temprano a ganarse la vida limpiando zapatos y
vendiendo periódicos, lo que simultaneaba con la música y el baile llegando a
estar entre los bailadores de la conocida comparsa habanera de
"Los Dandy".
Miembro active de la Sociedad Secreta Abakuá, tenía
un dominio perfecto de los tambores propios del rito. Tenía costumbre de tocar
ritmos sagrados en sus congas, así como de cantar temas abakuás y yorubas.
Chano marcó la ruta de las
nuevas generaciones de percusionistas cubanos que le sucedieron. Fue calificado
por el etnólogo e investigador de la cultura afrocubana Don Fernando Ortiz como
un revolucionario musical por su influjo directo, inmediato y eléctrico.
Era hermano del famoso
trompetista Félix Chapotín, admirador de Rita Montaner, e imán
de las transmisiones públicas de la estación de Radio Cadena Azul. En
la década de los cuarenta, Chano Pozo, cubano inyectó al jazz norteamericano de
una nueva y vigorosa energía, gracias a la visión del músico Mario Bauzá.
Trabajó junto a figuras
de la talla de Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Actuando junto a
Dizzy, popularizó el conocido tema de "Manteca". La
fulgurante carrera de Chano Pozo, en Estados Unidos comenzó en 1942,
cuando abandonó la Orquesta de Machito, para unirse en Chicago al
conjunto de los "Jack Cole Dancers". "Manteca" se
dio a conocer en el mundo del jazz en 1947, durante la presentación de una
bigband a nombre de Pozo y Gillespie.
En aquel concierto
intervinieron otras dos glorias del Jazz mundial, el pianista John Lewis,
quien fundaría luego el Modern Jazz Quartet, y el baterista Kenny
Clarke, uno de los padres del Bebop. En "Caliente", otra
de las grandes composiciones de Chano Pozo, Delannoy
recuerda que el estilo de Chano llevó gradualmente a Gillespie a correr cada
vez más riesgos musicales, lo cual desembocó en una fusión perfecta: la de un
genio de la armonía del Jazz con un genio de los ritmos afrocubanos.
En el mismo año de su
llegada a New York, Chano Pozo, abrió un club latino en el Palladium que
se llamó como una canción suya, "Blen Blem", tema que ha sido
usado en varios textos literarios y musicales deGuillermo Cabrera Infante. Fue
la opinión y la influencia de Mario Bauzá, la que inclinó a Dizzy
Gillespie a contratar a Chano Pozo, con lo que se logró uno de los
momentos estelares en la historia del jazz latino.Miguelito Valdés, en
Nueva York, y Rita Montaner, en La Habana, le dieron impulso para que
continuara en EE.UU. su carrera de compositor, tamborero, cantante y bailarín
de rumba, pero repentinamente y en medio de un gran misterio se da a conocer el
fallecimiento del percusionista.
Hay varias versiones de
como ocurrió, pero lo seguro es que Chano Pozo no pudo actuar la
noche del 3 de diciembre de 1948 junto a Mario Bauzá y Miguelito Valdés.
Chano Pozo murió asesinado a balazos en Lenox, entre las calles 111 y la
112.
Sea como ocurriese, lo
cierto es que Chano Pozo, a pesar de su juventud, está en la historia del
jazz latino por meritos propios y de su estilo como percusionista, han bebido
varias generaciones de músicos cubanos como, Angá, Tata Güines, o Patato
Valdés.
Hoy se cumplen 96 de su
natalicio, y a golpe de su música lo recordamos.
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