periodista y poeta colombiano José Luis Díaz Granados |
La celebración del 55 aniversario de la
fundación de Prensa Latina me hace evocar episodios personales y
acontecimientos mundiales que me emocionan, conmueven y estremecen.
En octubre de 1959, a mis trece años de
edad, visité por primera vez al joven periodista y narrador Gabriel García
Márquez, en su oficina de Prensa Latina en Bogotá, donde se desempeñaba como
jefe de noticias de la recién instalada agencia cubana de noticias en la
capital colombiana.
Recuerdo que aquella tarde la oficina de
PRELA -como la llamaba cariñosamente Mercedes Barcha, la esposa de Gabo-, era
un hervidero de gente que desde tempranas horas se había agolpado en el séptimo
piso del céntrico edificio del centro de Bogotá, expectante por saber de la
suerte del comandante Camilo Cienfuegos, quien había abordado un avión y no se
había vuelto a tener información de su paradero.
De pronto escuché la voz eufórica de García
Márquez, quien le comunicaba a su esposa por el aparato telefónico:
"ÂíMija, apareció Cienfuegos!", al tiempo que todos los presentes
celebrábamos con aplausos la noticia.
Desafortunadamente esa buena nueva era un
falso rumor. Pocas horas después, la misma agencia confirmó por medio de un
comunicado que el avión en que viajaba Cienfuegos había caído al mar.
Esa fue, sin embargo, la primera de
innumerables visitas (entre octubre de 1959 y mediados de 1960), que este joven
aprendiz de poeta y de periodista le hacía al todavía no muy conocido narrador
de Aracataca en su oficina de Prensa Latina, por invitación de éste a su primo
y admirador precoz.
En los años 70 y 80 fui visitante de Prensa
Latina y colaborador esporádico en las diferentes sedes que ocupó, siempre en
edificios del centro de Bogotá. Más tarde, cuando me desempeñé como presidente
de la Casa Colombiana de Solidaridad con los Pueblos, a partir de 1992, la
relación y cooperación con la Agencia se estrechó de manera permanente hasta
cuando la intolerancia y las continuas amenazas por parte de grupos de la
extrema derecha colombiana me obligaron a salir del país con mi familia en el
año 2000.
Acogido por mis queridos hermanos cubanos en
su isla infinita, no tardé en vincularme a la entrañable agencia de noticias y
Âía mucho honor!, fui su colaborador en el área cultural durante cinco años.
Mis textos, crónicas y artículos literarios fueron publicados cada semana en
los periódicos, revistas y abonados de Prensa Latina tanto en Cuba como en los
países de habla hispana.
En esos años (2000-2005) tuve el privilegio
de conocer en la sede matriz de La Habana, el maravilloso equipo de trabajo que
escribe y transmite a los cinco continentes, con incomparable ética, los
trabajos, sucesos y logros permanentes de la Revolución Cubana en su heroica
resistencia contra las incesantes agresiones de la potencia gringa.
Hoy, al celebrar los 55 años de Prensa
Latina -la cual fue fundada a los pocos meses del triunfo revolucionario por
inspiración del comandante Fidel Castro, la persistencia del Ché, el fervor y
entusiasmo del periodista argentino Jorge Ricardo Massetti, el propio Gabo y un
prestigioso colectivo de periodistas e intelectuales cubanos e
hispanoamericanos-, no puedo menos que sentirme eternamente orgulloso de haber
pertenecido a su planta de trabajo y de ser su infatigable lector y su más
fervoroso discípulo.
*
José Luis Díaz
Granados - Poeta, novelista y periodista colombiano, expresidente de la Cátedra
de Periodismo Latinoamericano Gregorio Selser
Tomado
del sitio digital de Prensa Latina
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