Eugenio Gorge recibiendo el Collar Dorado de la FIVB |
Como reconocimiento a su larga y fructífera carrera
deportiva, recientemente se le entregó la Orden del Collar Dorado de la
Confederación Norte Centroamericana y del Caribe (Norceca), y en 2000 fue
seleccionado por un gran jurado de la Federación Internacional de Voleibol
(FIVB), como Entrenador de Voleibol Femenino del Siglo XX.
Para Eugenio George, el voleibol fue su
pasión desde siempre, cuando comenzó a descubrir sus secretos en su adolescencia
en su pueblo natal, Baracoa, en la oriental provincia de Guantánamo.
Muy joven se trasladó a La Habana, en 1950,
y ya en la capital comenzó a hacer realidad sus sueños cuando tres años después
compitió internacionalmente y participó en los Juegos Panamericanos de México
1955 y Chicago 1959, el mundial de Paris 56 y en los Juegos Centroamericanos y
del Caribe de Jamaica 1962.
Debutó como entrenador con el equipo
masculino que conquistó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Puerto
Rico en 1966 la primera medalla de oro tras el triunfo de la Revolución, hazaña
que igual logró el plantel femenino, del cual
tomó sus riendas en 1969.
A partir de entonces y con el apoyo de la
Federación Cubana y su colectivo técnico, entre ellos su entrenador auxiliar
Antonio Ñico Perdomo y su esposa Graciela González (Chela), el profesor Eugenio
irrumpió en la élite universal hasta convertir el voleibol en una disciplina
emblemática del movimiento deportivo cubano y universal.
Cuando se hable de la Escuela cubana de
Voleibol hay que mencionar a George, el artífice de una cadena de triunfos que
puso a las famosas Morenas del caribe en el pináculo del voleibol mundial.
Sus enseñanzas permitieron que sus atletas
alcanzaran los triunfos olímpicos en Barcelona (1992), Atlanta (1996), y Sidney
(20002), y la medalla de bronce en Atenas 2004, así como los títulos en los
Campeonatos del Orbe de Leningrado 1978 y Sao Paulo 1994, y la plata en 1986.
También obtuvo triunfos consecutivos en las
Copas del Mundo, en Japón, de 1989, 1991, 1995 y 1999, y medallas de plata en
las versiones de 1977 y 1985, el título en la Copa de Grandes Campeones de 1993
y plata en 1997, y dos preseas doradas y cuatro plateadas en Grand Prix.
Dirigió las selecciones en las Galas Mundiales de 1985, 1989 y 1991.
Únase a esta estela de lauros las victorias
obtenidas en Juegos Panamericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe, en los
torneos de la Confederación NORCECA y en otros certámenes del más alto nivel.
Distinguido desde el 2005 en el Salón de la
Fama del Voleibol, entre sus múltiples distinciones por su entrega como técnico
y pedagogo recibió la de Héroe Nacional del Trabajo y la Orden del Collar
Dorado de la FIVB, que le entregó la
Confederación NORCECA, de la cual era hasta el momento de su deceso
presidente de la comisión técnica y de entrenadores.
En 1987, tras la victoria en los Juegos
Panamericanos de Indianápolis, recibió la medalla de Entrenador Destacado de
manos del Comandante en Jefe Fidel Castro.
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