Sancti Spíritus, esa ciudad cubana que hoy
cumple 500 años de fundada, funde su alegría contagiosa con la mística que la
distingue como pocas villas cubanas que mantienen su espíritu señorial en cada
rincón de sus calles y sus casas.
Medio milenio de historia contenida en sus
majestuosos monumentos, en su Parroquia Mayor, su Teatro Principal y su
legendario puente sobre el río Yayabo son orgullo de los espirituanos, una
particular forma de cubanía en el centro de la isla.
Sancti Spíritus, la tierra del bravo
general Serafín Sánchez, el héroe de las tres guerras de independencia; de
Teofilito y Campanioni, de Serapio y su pasacalle, de la contagiosa conga del
Yayabo, y de Francisquito, está de fiesta y con ella, toda Cuba que celebra el cumpleaños de esta
tierra hermosa y fértil.
Cuando en 1514, allá por Pueblo Viejo, se
fundieron colonizadores e indígenas, ni el mismísimo Adelantado Don Diego Velázquez
imaginó que esta villa cubana, la cuarta fundada 22 años después de la llegada
de Cristóbal Colón a Cuba, llegaría a convertirse en una ciudad señorial,
orgullo no solo de los espirituanos, sino de toda Cuba.
¡Felicidades
Sancti Spíritus!
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