Jorge Ricardo Masetti, el comandante Segundo |
Hace 50 años se dio por muerto al
guerrillero y periodista argentino Jorge Ricardo Masetti. Nadie puede asegurar
si murió de hambre, de frio, si fue apresado o asesinado por la soldadesca que
lo buscaba afanosamente en las selvas intrincadas de Salta, donde comandaba un
frente guerrillero que acabara con las oligarquías y la miseria humana.
Reconocido como Comandante Segundo, Masetti
se puso a la cabeza del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), una fuerza organizada en la provincia argentina de
Salta, cercana a Bolivia, debió encarar difíciles tareas militares y políticas.
Su misión era organizar un frente
guerrillero, en tanto se creaban las condiciones para que el comandante Ernesto
Che Guevara asumiera personalmente la dirección de la lucha que se iba a librar
en varios países sudamericanos.
Su nombre de guerra, Comandante Segundo, lo
escogió en remembranza del personaje que protagoniza la novela “Don Segundo
Sombra”, en la cual el escritor Ricardo Güiraldes (1886-1927) evoca las
costumbres de la vida en el campo argentino.
En los
primeros meses de 1964, el movimiento aún en cierne fue detectado por agentes
federales y las autoridades ordenaron que la Gendarmería Nacional (guardia de
fronteras) estableciese un cerco para aislar a los presuntos insurgentes.
Uno de los relatos conocidos sobre las
operaciones en Salta da cuenta que en abril de 1964 se produjo un encuentro
casual entre una patrulla de la Gendarmería y combatientes del EGP. Los
gendarmes, superiores en número, cercaron a la guerrilla, que no se hallaba aún
en condiciones de entablar combate, y los resultados fueron trágicos.
Los guerrilleros se dispersaron y fueron
perseguidos. Algunos murieron, otros cayeron prisioneros. El Comandante
Segundo, aunque resultó seriamente herido, pudo evadir el cerco junto con un
combatiente nombrado Jorge. Ambos, según esta versión, se internaron en la
selva, sin alimentos ni medicinas, con la lejana esperanza de llegar a la
frontera con Bolivia.
Nunca se supo de Masetti, quien pudo haber
fallecido a causa de la fiebre o del hambre, u otras circunstancias fatales. La
fecha de su muerte se ha fijado en el 21 de abril de 1964, de acuerdo a la
valoración de los testimonios recogidos.
¿Quién
era Jorge Ricardo Masetti?
Nació el 31 de mayo de 1929, en la ciudad de
Avellaneda, provincia de Buenos Aires. El hogar, típico de una familia de clase
media, sufría a comienzos de los años 30 los embates de una crisis económica
que repercutió en todo el mundo. El padre había perdido la propiedad de un
frigorífico y trabajaba como empleado municipal.
En sus años escolares, el pequeño Jorge dio
muestras de ser un niño inteligente y vivaz, cualidades que puso de manifiesto
brillantemente en cierta ocasión que la maestra le exigió que leyera la tarea
de clases y, con su libreta en blanco, improvisó una composición.
Quizás este hecho contribuyó a descubrir su
aptitud por las letras y a los 15 años comenzó a escribir notas periodísticas
como colaboración con algunas publicaciones.
Cuando fue llamado al servicio militar
escogió la Marina de Guerra, y una vez enrolado en el cuerpo sanitario, viajó
en el barco Pueyrredón por todo el mundo.
Las impresiones acumuladas durante ese
recorrido, unidas a su permanente inquietud por transmitir las vivencias, lo
inclinaron aún más hacia el periodismo.
Trabajó en distintos medios impresos y
emisoras de radio de Buenos Aires y de otras ciudades argentinas. Por esa época
escribió la obra (monólogo) para teatro “La noche se prolonga”, calificada de
subversiva por los censores de la época.
Antes de su viaje a Cuba, uno de sus
trabajos periodísticos más destacados lo realizó en torno a un grupo de
náufragos que habían quedado aislados en el mar, episodio que culminó con su
participación personal en las tareas de salvamento, lo cual llamó la atención
del público que seguía el suceso.
De sus diálogos en la Sierra Maestra con el
líder de la Revolución, Fidel Castro, y con el
comandante Ernesto Che Guevara,
obtuvo definiciones muy esclarecedoras sobre los motivos y fines que inspiraban
la lucha, los que divulgó en Argentina a través de conferencias, entrevistas y
reseñas periodísticas.
Masetti entrevistando a Fidel Castro en la Sierra Maestra |
Masetti, como corresponsal de Radio El
Mundo, junto con el uruguayo Carlos María Gutiérrez y el ecuatoriano Carlos
Bastidas, fueron los tres periodistas latinoamericanos que hicieron reportajes
en la Sierra Maestra sobre la lucha insurreccional contra la tiranía de
Fulgencio Batista. Bastidas fue asesinado en La Habana, al regresar de las
montañas orientales en 1958.
Las crónicas de Masetti, recogidas en el
libro “Los que luchan y los que lloran”, aparecen por primera vez en octubre de
1958, publicadas por una editorial de Buenos Aires. Los testimonios que expone
rompen el silencio de algunas esferas latinoamericanas en torno al movimiento
revolucionario cubano e identifican plenamente a su autor con los ideales de
justicia y libertad que defendían los rebeldes.
Masetti,
Cuba y la fundación de Prensa Latina
Comandante Ché Guevara junto a Masetti |
Con el triunfo de la Revolución, el 1ro. de
enero de 1959, Masetti regresó a Cuba invitado por el Che Guevara y fue aquí donde
desarrolló sus concepciones sobre el periodismo revolucionario.
Nombrado primer director general de Prensa
Latina, desde esa posición llevó a cabo una intensa actividad orientada a
difundir el proceso de cambios sociales que se desarrollaba en Cuba y los
sucesos de interés general que ocurrían en la región y el resto del mundo,
hasta marzo de 1961, cuando cesa en sus funciones.
Durante la invasión a Playa Girón, donde
Estados Unidos sufrió su primera derrota militar en América Latina, Masetti
reasumió transitoriamente la dirección general de Prensa Latina, ocasión en la
cual volvió a desplegar toda su capacidad.
La
preparación del guerrillero
En el mismo año 1961 viajó por primera vez a
Argelia para establecer contacto con los dirigentes del Frente de Liberación
Nacional (FLN), en momentos decisivos para la guerra de liberación contra el
colonialismo francés. Una vez que las fuerzas independentistas alcanzaron la
victoria, volvió a ese país africano.
En los últimos meses de 1962 estaba de
regreso en Cuba y alcanzó a conocer a su hija Laura, recién nacida, para luego
emprender el azaroso camino de luchar en su patria.
Rodolfo Walsh, el prestigioso escritor y
periodista argentino, asesinado en su país por la dictadura militar en 1977,
afirmó que Masetti, actuando en consonancia con su deber de revolucionario,
decidió partir de Cuba para encabezar un movimiento insurgente en su país.
A comienzos de 1963, en una carta escrita a
su segunda esposa, la joven cubana
Concepción Dumois, le confidenció que “ya
van cuatro meses y medio que aguardamos, con ansias controladas pero que nos
devoran, el momento de rendir ‘nuestra materia’”.
Jorge Ricardo Masetti, el Comandante Segundo |
Luego recordaba sus experiencias en la Isla
y su identificación con la Revolución, “Mucho aprendí en Cuba y creo haber
asimilado bastante. Vi en ella triunfar al pueblo en una guerra y comenzar una
revolución, desarrollarla en medio de las más grandes dificultades y cimentarla
pese a sacrificios que asombrarían a la historia de la humanidad. He tenido la
dicha de ser testigo de todo y participar en algunos acontecimientos que ya son
parte de la Revolución cubana”.
Tras el análisis de todos esos antecedentes,
Masetti expresaba convencido que su sagrada obligación era la de practicar lo
aprendido. Recordaba al respecto que, por haber sido testigo y partícipe de
hechos que constituyen eslabones de la Revolución, resultaba ineludible el
camino de la lucha.
De esta forma, aquel corresponsal que al
salir de Cuba, después de su visita a la Sierra Maestra, escribió “volví a
encontrar dentro de mí una extraña, indefinible sensación de que desertaba, de
que retornaba al mundo de los que lloran…”, se incorpora definitivamente a las
filas de los que luchan, donde encontró la muerte, y dejó marcado su nombre en el
sendero de los que dan su vida por el bienestar del hombre nuevo.
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