La creación de un Twitter cubano para
socavar al gobierno de La Habana resulta un absurdo peligroso porque confirma
que aspectos sensibles de la política exterior estadounidense son entregados a
contratistas privados, comentó el diario The New Yorker.
Agregó que la red de comunicaciones
clandestinas ZunZuneo resulta un paso adelante respecto a las conspiraciones
más oscuras y absurdas de antaño, incluidos los planes de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) para matar al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
La agencia Associated Press (AP) corroboró
días atrás reiteradas denuncias de Cuba sobre el patrocinio por parte de
Washington de planes para impulsar a la juventud cubana hacia la
contrarrevolución. De acuerdo con la agencia noticiosa, más de mil documentos
confirman la creación en 2010 de la red de comunicación Zunzuneo, promovida por
la Agencia de Estados Unidos para la Asistencia Internacional (Usaid), cuyo
propósito era hacerse popular entre los jóvenes cubanos y luego
"empujarlos hacia la disidencia".
Que la Usaid sea usada para tales fines no
resulta sorprendente, pues fue concebida durante la administración del
presidente John F. Kennedy (1961-1963) para reforzar las actividades
clandestinas de la CIA en el extranjero, recordó el periodista Jon Lee
Anderson.
Sin embargo, explica, resulta preocupante
que ZunZuneo estaba dirigido por un operador privado, la empresa Accord Mobile,
que había ganado un contrato financiero del gobierno estadounidense.
Esto es consistente con un patrón de
comportamiento creciente durante los últimos años, en los cuales la aplicación
de los aspectos más sensibles de la política de seguridad norteamericana se
mueven a manos de contratistas que trabajan por dinero y no necesariamente por
razones filosóficas o patrióticas, argumentó.
De acuerdo con el autor, resulta una
falsedad descarada los argumentos dados por la Casa Blanca al asegurar que
ZunZuneo nunca fue un programa "ni encubierto, ni de inteligencia",
prefiriendo llamarlo una forma "discreta" de asistencia humanitaria a
los cubanos.
AP aseguró que los usuarios nunca supieron
que el proyecto de la Usaid, implementado mediante empresas fachada
constituidas en secreto y financiadas desde bancos extranjeros, estaba
vinculado al Departamento de Estado, ni que los contratistas estadounidenses
reunían sus datos personales con propósitos políticos.
A juicio de Anderson, resultan evidentes los
riesgos de esta contratación externa en constante expansión, y recordó el
legado de la empresa mercenaria Blackwater, un brazo de acción de la CIA,
notoria por los asesinatos de civiles iraquíes y el manejo de aviones
teledirigidos para asesinar a presuntos terroristas en distintas partes del
mundo.
¿Había un plan después para Cuba, si
Zunzuneo hubiese logrado lo que no consiguieron 10 administraciones
norteamericanas? ¿Qué empresa privada de Estados Unidos obtendría el contrato
para eso?, cuestionó el periodista.
Tomado del
sitio digital de Prensa Latina
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