sábado, 26 de abril de 2014

Exfutbolista profesional de Estados Unidos estudia Medicina en… Cuba



exfutbolista norteamericano Pasha Jackson, ahora estudiante en Cuba
   Pasha Jackson, ex jugador de la Liga de Fútbol profesional en EEUU y quien todavía se ve como un atleta de clase mundial, está en su quinto y penúltimo año de estudios en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de La Habana, Cuba, reseña hoy el sitio web norteamericano Cuba Standar.com.
   Nacido en Chicago es uno de los 10 mil estudiantes de más de 70 países con antecedentes de bajos ingresos -incluyendo unos 200 de los Estados Unidos- cuyo alojamiento, comida y educación son pagados en total por el gobierno cubano. Pasha está en Cuba desde 2008.
   A la edad de tres años, Jackson se mudó a California con su padre, que tenía que hacer malabares para mantenerlo a él y a otros dos hijos a flote. “No tengo suficientes dedos para indicarle a cuántos lugares nos mudamos”, dijo Jackson.

   El desarraigo constante dejó en Jackson anhelo de un sentido de fraternidad. Encontró su comunidad en el campo de fútbol. La pertenencia a un equipo le dio consuelo, y sus extraordinarias capacidades físicas lo llevaron al equipo de los Sooners de Oklahoma.
   Estando allí firmó cuatro contratos diferentes con cuatro equipos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) por separados: los 49ers, los Colts, los Chiefs y los Raiders, pero la política de los equipos y las lesiones impidieron que Jackson se convirtiera en un miembro permanente de cualquiera de estos club.
    Finalmente fue a Europa, donde jugó para los Admirals de Amsterdam. Luego, en 2005, recibió una patada en el pectoral izquierdo que le fracturó los huesos. Volvió a Estados Unidos y mientras estaba en una cama del hospital de Birmingham, Alabama, decidió tomarse un tiempo lejos del fútbol.

Cuba , México no
   “Yo quería desarrollarme fuera del fútbol, alejarme del deporte por un tiempo. Me imaginé que el aprendizaje de una segunda lengua sería genial.”
   Eso fue lo que Jackson le dijo a su padre, ahora profesor titular de Psicología, y añadió que quería ir a México. Su padre le preguntó si consideraría ir a Cuba.
Su padre tenía una larga historia con el activismo comunitario negro y fue inspirado por el internacionalismo médico de Cuba.
   A Pasha la decisión a favor de la Isla estuvo motivada por dos hechos: “El papel que [ Cuba ] jugó en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, y el momento en que trataron de ayudar a mi familia durante el huracán Katrina cosa que [el presidente George W. ] Bush impidió”, dijo Jackson.
   A través de una búsqueda rápida en internet, el ex atleta fue presentado a la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria ( IFCO ) y sus Pastores por la Paz, organización que ha enviado a la ELAM a los estudiantes de los Estados Unidos desde el año 2000. Se convirtió en uno de ellos en agosto de 2008.
   Fidel Castro creó la ELAM en 1999 como un medio para promover los principios de asistencia sanitaria universal en Cuba. El campus, que se encuentra en el extremo oeste de La Habana, una vez fue una base naval, pero ahora sus cuarteles están llenos de estudiantes de medicina de todo el mundo.
   “El campus es precioso y muy cerca del mar. Transformaron una base naval en una escuela de medicina: ¿no es poético eso?”, dijo Jackson.
   Toda la educación de los estudiantes es un proyecto financiado por el gobierno cubano, incluyendo materiales y libros de texto. Ellos incluso reciben un pequeño estipendio al mes de 125 pesos cubanos.
   La educación médica gratuita es un principio de la Revolución, y en cinco décadas, Cuba ha creado uno de los mejores sistemas de atención primaria del mundo, que cuenta con la relación médico-paciente más alta de cualquier nación. Los médicos cubanos van a todo el mundo para educar y curar a la gente en las zonas pobres y olvidadas, como una forma de diplomacia médica.

En la ELAM.
   “Me siento cubano cuando vuelvo a Estados Unidos”, dijo Jackson. Su vida diaria no es diferente de la de cualquier otro estudiante internacional en la ELAM. Asiste a clases, lee sus libros y, cuando encuentra tiempo para sí mismo, practica yoga.
   La forma cubana de la educación médica es muy diferente de lo que Jackson ha encontrado en los Estados Unidos. El verano pasado se fue a su casa en Oakland, California, para practicar en el Hospital Samuel Merritt para uno futuro examen. Jackson se sorprendió al descubrir que tenía que practicar con pacientes estandarizados.
   “Ellos tienen actores que simulan tener enfermedades… y yo estaba delirando porque nunca había tratado con un paciente que no era en realidad un enfermo al que yo le miraba sus ojos, su alma.” No es así en Cuba.
   “Yo puedo en Cuba ir a cualquier hospital, mostrar mi credencial y ayudar a enfermos reales.” Jackson tiene acceso a los hospitales y puede observar y recibir la ayuda de cualquier otro médico. “Todo la sociedad es como una escuela de medicina.”
   Jackson se inspira en el sistema médico cubano y en los médicos con los que ha trabajado en La Habana. ”Ellos están allí para servir a la gente. Ellos no son todopoderosos, gente que todo lo sabe y mira desde las alturas a los de abajo. Lo que estamos haciendo los estudiantes de medicina es trabajando codo con codo con ellos, sirviendo a la gente”.
   El único compromiso posterior a la graduación es que el gobierno cubano les pide a los estudiantes de medicina una promesa: volver a casa y ejercer la práctica en las comunidades marginadas.
   “Cuando el dinero ya no es la principal fuerza impulsora de los médicos, las nociones servicio, humanitarismo y altruismo en relación con la profesión se definen más claramente”, afirma.

Tomado del sitio digital Cubadebate con información del sitio estadounidense Cuba Standard

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