exfutbolista norteamericano Pasha Jackson, ahora estudiante en Cuba |
Pasha Jackson, ex jugador de la Liga de
Fútbol profesional en EEUU y quien todavía se ve como un atleta de clase
mundial, está en su quinto y penúltimo año de estudios en la Escuela
Latinoamericana de Medicina (ELAM) de La Habana, Cuba, reseña hoy el sitio web
norteamericano Cuba Standar.com.
Nacido
en Chicago es uno de los 10 mil estudiantes de más de 70 países con
antecedentes de bajos ingresos -incluyendo unos 200 de los Estados Unidos- cuyo
alojamiento, comida y educación son pagados en total por el gobierno cubano.
Pasha está en Cuba desde 2008.
A la edad de tres años, Jackson se mudó a
California con su padre, que tenía que hacer malabares para mantenerlo a él y a
otros dos hijos a flote. “No tengo suficientes dedos para indicarle a cuántos
lugares nos mudamos”, dijo Jackson.
El desarraigo constante dejó en Jackson
anhelo de un sentido de fraternidad. Encontró su comunidad en el campo de
fútbol. La pertenencia a un equipo le dio consuelo, y sus extraordinarias
capacidades físicas lo llevaron al equipo de los Sooners de Oklahoma.
Estando allí firmó cuatro contratos
diferentes con cuatro equipos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) por
separados: los 49ers, los Colts, los Chiefs y los Raiders, pero la política de
los equipos y las lesiones impidieron que Jackson se convirtiera en un miembro
permanente de cualquiera de estos club.
Finalmente fue a Europa, donde jugó para los
Admirals de Amsterdam. Luego, en 2005, recibió una patada en el pectoral
izquierdo que le fracturó los huesos. Volvió a Estados Unidos y mientras estaba
en una cama del hospital de Birmingham, Alabama, decidió tomarse un tiempo
lejos del fútbol.
Cuba ,
México no
“Yo quería desarrollarme fuera del fútbol,
alejarme del deporte por un tiempo. Me imaginé que el aprendizaje de una
segunda lengua sería genial.”
Eso fue lo que Jackson le dijo a su padre,
ahora profesor titular de Psicología, y añadió que quería ir a México. Su padre
le preguntó si consideraría ir a Cuba.
Su
padre tenía una larga historia con el activismo comunitario negro y fue
inspirado por el internacionalismo médico de Cuba.
A Pasha la decisión a favor de la Isla
estuvo motivada por dos hechos: “El papel que [ Cuba ] jugó en la lucha contra
el apartheid en Sudáfrica, y el momento en que trataron de ayudar a mi familia
durante el huracán Katrina cosa que [el presidente George W. ] Bush impidió”,
dijo Jackson.
A través de una búsqueda rápida en internet,
el ex atleta fue presentado a la Fundación Interreligiosa para la Organización
Comunitaria ( IFCO ) y sus Pastores por la Paz, organización que ha enviado a
la ELAM a los estudiantes de los Estados Unidos desde el año 2000. Se convirtió
en uno de ellos en agosto de 2008.
Fidel Castro creó la ELAM en 1999 como un
medio para promover los principios de asistencia sanitaria universal en Cuba.
El campus, que se encuentra en el extremo oeste de La Habana, una vez fue una
base naval, pero ahora sus cuarteles están llenos de estudiantes de medicina de
todo el mundo.
“El campus es precioso y muy cerca del mar.
Transformaron una base naval en una escuela de medicina: ¿no es poético eso?”,
dijo Jackson.
Toda la educación de los estudiantes es un
proyecto financiado por el gobierno cubano, incluyendo materiales y libros de
texto. Ellos incluso reciben un pequeño estipendio al mes de 125 pesos cubanos.
La educación médica gratuita es un principio
de la Revolución, y en cinco décadas, Cuba ha creado uno de los mejores
sistemas de atención primaria del mundo, que cuenta con la relación
médico-paciente más alta de cualquier nación. Los médicos cubanos van a todo el
mundo para educar y curar a la gente en las zonas pobres y olvidadas, como una
forma de diplomacia médica.
En la
ELAM.
“Me siento cubano cuando vuelvo a Estados
Unidos”, dijo Jackson. Su vida diaria no es diferente de la de cualquier otro
estudiante internacional en la ELAM. Asiste a clases, lee sus libros y, cuando
encuentra tiempo para sí mismo, practica yoga.
La forma cubana de la educación médica es
muy diferente de lo que Jackson ha encontrado en los Estados Unidos. El verano
pasado se fue a su casa en Oakland, California, para practicar en el Hospital
Samuel Merritt para uno futuro examen. Jackson se sorprendió al descubrir que
tenía que practicar con pacientes estandarizados.
“Ellos tienen actores que simulan tener
enfermedades… y yo estaba delirando porque nunca había tratado con un paciente
que no era en realidad un enfermo al que yo le miraba sus ojos, su alma.” No es
así en Cuba.
“Yo puedo en Cuba ir a cualquier hospital,
mostrar mi credencial y ayudar a enfermos reales.” Jackson tiene acceso a los
hospitales y puede observar y recibir la ayuda de cualquier otro médico. “Todo
la sociedad es como una escuela de medicina.”
Jackson se inspira en el sistema médico
cubano y en los médicos con los que ha trabajado en La Habana. ”Ellos están
allí para servir a la gente. Ellos no son todopoderosos, gente que todo lo sabe
y mira desde las alturas a los de abajo. Lo que estamos haciendo los
estudiantes de medicina es trabajando codo con codo con ellos, sirviendo a la
gente”.
El único compromiso posterior a la
graduación es que el gobierno cubano les pide a los estudiantes de medicina una
promesa: volver a casa y ejercer la práctica en las comunidades marginadas.
“Cuando el dinero ya no es la principal
fuerza impulsora de los médicos, las nociones servicio, humanitarismo y
altruismo en relación con la profesión se definen más claramente”, afirma.
Tomado
del sitio digital Cubadebate con información del sitio estadounidense Cuba Standard
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