Max Lesnik |
Como parte de los preparativos de mi nuevo
libro, “Miami”, entrevisté a Max Lesnik, relevante colega cubano que radica y
trabaja en esa localidad floridana.
Director de Radio Miami, años atrás
desempeñó igual cargo en “Réplica”, publicación agredida hasta con bombas por
la ultraderecha de origen cubano asentada allí.
Esta vez habló, entre otras cuestiones, de
ZunZuneo, la CIA, Alan Gross, el papel de Ileana Ros-Lehtinen, y las
perspectivas electorales de cara a noviembre de Hillary Clinton y Marco Rubio.
Nicanor
Leon Cotayo- Colega Max Lesnik. En estos tiempos es obligado hablar de
Zunzuneo, la red clandestina auspiciada por USAID. ¿Qué opinión puede Usted expresar sobre el
caso Zunzuneo?
Max
Lesnik - Realmente la operación Zunzuneo es la punta de un iceberg, porque para
los servicios secretos, cuando se descubre algo que se traduce en escándalo, si
sigue escarbándose, se van a encontrar cosas peores.
Zunzuneo es producto de la nueva tecnología.
Un elemento aplicado por una agencia que
surgió supuestamente para ayudar a países subdesarrollados, pero que ha ido
transformándose hasta el punto que las actividades que antes hacía la Agencia
Central de Inteligencia han sido trasladadas a la USAID.
De manera que cuando antes se descubría un
agente de la CIA en un país, el escándalo iba directamente a esa agencia para
el descrédito de los EE.UU. Cuando siempre se descubre algo, se convierte en un
tema de discusión. Y en un momento dado EE.UU. consideró que para proteger al
servicio de inteligencia, la CIA, del escándalo público se podían trasladar
funciones de tipo desestabilizadoras, métodos nuevos, que no son tan burdos
como la invasión de Playa Girón, que se pretendió convertir en una “operación
de cubanos contra cubanos”, cuando realmente el 17 de abril el desembarco de
los cubanos exiliados manejados, subvencionados, y entrenados por la CIA, dio
al traste con aquella operación y fue lo que se le llama en EE.UU “el fiasco de
Bahía de Cochinos”.
La intención de Zunzuneo es provocar, dentro de la isla, primero endulzando el pastel con la miel de la información, de la libertad de expresión, y del derecho de los cubanos a través de internet, de los teléfonos móviles, de comunicarse para cosas que pueden ser tan simples como “vamos a vernos esta noche en un concierto”.
Esa era la primera parte de la operación. La
segunda parte, era convertir esa red de comunicación interna —ya tenían cerca
de 50,000 teléfonos de cubanos-, una lista que misteriosamente llegó a algún
servicio norteamericano y que a través de esa red pudieran utilizarse entonces
mensajes que, en escalada, se convirtieran en lo que en otros países le han
llamado la primavera de tal, la Revolución de colores, y con eso,
desestabilizar el país y convertir a Cuba en una nación envuelta en el caos.
Bueno, la operación fracasó. Y fracasó
porque EE.UU, pretendiendo seguir una política frente al gobierno cubano que no
es nueva, —esta política ha ido cambiando de cara—Estamos hablando que desde el
año 1959, cuando es derrocada la dictadura de Batista, empezaron los primeros
planes del gobierno de los EE.UU. para que la Revolución no se consolidara.
Todo eso es historia antigua. Los fracasos fueron uno detrás del otro, y vemos
como el gobierno revolucionario ha sobrevivido ya como a diez presidentes
norteamericanos.
Es decir que Zunzuneo es la última operación
que se conoce en el proceso de confrontación de EE.UU. hacia Cuba y que ha
terminado en un buen escándalo y el gran perdedor en este caso es la política
norteamericana hacia los países del Tercer Mundo, cuando la USAID queda
descubierta como una especie de brazo secreto de políticas clandestinas.
Es lamentable que la política
norteamericana, persista e insista, en algo que hoy, a la luz del nuevo mundo
en que vivimos, en el siglo XXI, se mantenga en una posición de tratar de
cambiar a un gobierno porque no se está de acuerdo en Washington con lo que ese
gobierno representa. Cuando lo normal, lo correcto, lo inteligente, lo que
realmente aspiramos es a que se viva en un mundo mejor, es que las naciones
mantengan relaciones respetuosas de ambas partes y que operaciones tales como
Zunzuneo, o cualquiera de ellas, una invasión clandestina a través de medios de
comunicación sofisticados, producto de las nuevas tecnologías, que ese tipo de
operación quede atrás y que de alguna manera las naciones se entiendan en un
mundo mejor.
Todo indica que Zunzuneo no ha representado
un beneficio para Alan Gross, e incluso su abogado defensor lo ha expresado. O
sea, que hasta desde ese punto de vista ha sido repudiada este tipo de nueva
maniobra de EE.UU. Sin embargo, hay declaraciones públicas, Ileana Ros-Lehtinen
y Mario Díaz-Balart defendiendo el proyecto Zunzuneo. ¿Qué opinión le merece
esto?
Max
Lesnik -Cotayo, te faltan en esa lista
de cubanos que mantienen una política en EE.UU. de hostilización a la
Revolución cubana, el nombre del Senador Bob Menéndez y del Senador Ted Cruz,
de Texas de origen cubano, y del Senador Marcos Rubio, también de origen
cubano, de la Florida.
Ese es el equipo parlamentario del Partido
Republicano, aunque Menéndez, como Albio Sires, son Demócratas. Ese es el
equipo que en el Congreso, que en el Capitolio, recogen la posición de la
extrema derecha cubana de Miami y la convierten, por medio de la presión, y de
la influencia de los llamados lobby, en una política de Washington que no es de
beneficio, por supuesto, ni para el pueblo de Cuba ni la nación cubana, ni
tampoco para beneficio de EE.UU. como país, y mucho menos, para el gobierno de
turno, en este caso el gobierno de Obama.
La realidad es que cuando Ileana Ros o
cualquiera de estos legisladores emite una opinión diciendo de que Zunzuneo es
una operación correcta están planteando a contrapelo de lo que considera la
opinión pública norteamericana, y hasta del propio gobierno de Obama, porque si
vamos a buscar cuándo surge el escándalo de Zunzuneo, surge después que esta
operación ha sido suspendida por el gobierno del presidente Obama antes de que
se lleve a cabo la segunda fase que es la que realmente hubiera tratado —digo
tratado, pero no logrado— crear un estado de inestabilidad.
En cuanto a Alan Gross, bueno yo creo que
como toda moneda tiene dos caras. Efectivamente, a Alan Gross le descubren con
Zunzuneo la cara un poco oculta de que él es un norteamericano —la historia
oficial de allá es que Alan Gross es un norteamericano judío que viene a Cuba a
ayudar a la comunidad judía cubana a tener mejor comunicación-, trayendo
clandestinamente un aparato de alta capacidad tecnológica, BGAN, creo que se
llaman estos aparatos, que permite transmitir al exterior mensajes sin que
pasen por ninguna empresa del país.
Es una operación satelital que va desde la
base que es el BGAN al satélite, de manera que no hay manera de captar esa
señal nada más que por el que la emite y los servicios del exterior que la
reciben.
Yo creo que la otra cara de esta moneda es
que Alan Gross ha quedado al descubierto, porque si Zunzuneo era una operación
secreta para buscar comunicaciones internas con vistas a crear una
inestabilidad en el país que conduciría a una revuelta interna y el Sr. Gross
entra al país un aparato que sirve para ese tipo de operación, evidentemente lo
que han hecho al descubrir a Zunzuneo es descubrir la otra cara de Alan Gross.
Pero, como decía yo, eso le beneficia porque
al quedar Alan Gross al descubierto como un agente secreto de EE.UU., hasta
cierto punto —lo que creo yo— impide un cambio de política de EE.UU hacia Cuba,
me refiero por parte de Cuba, son los tres cubanos antiterroristas que se
encuentran presos en EE.UU., que, aunque no fueron condenados como espías —la
palabra espía no se usó en el juicio como tal— sin embargo se les identifica
como espías porque hacían una labor clandestina.
No estaban en EE.UU. buscando secretos del
gobierno de EE.UU. ni del Pentágono, ni de la CIA, ni del Buró Federal de
Investigaciones (FBI). Estaban infiltrados —es la palabra que cabe— en
organizaciones terroristas de Miami para proteger no solamente a los cubanos de
acá, sino también a alguna actividad terrorista donde estas cabezas desquiciadas
pudieran actuar y de esta forma, al convertirse Alan Gross en un agente
extranjero abiertamente considerado como un espía, permitiría, si la buena
voluntad primara en la Casa Blanca, buscar un canje entre los “espías” cubanos
que están allá y el espía norteamericano que está acá.
Quiere decir que, por eso yo entiendo que
Alan Gross está decepcionado de la actitud de su gobierno que puso en peligro
su libertad. Pero también creo que es el momento de que eso negativo se
convierta en positivo buscando un entendimiento entre los dos gobiernos, que
una vez que eso se logre, pudieran explorarse nuevas avenidas para mejorar las
relaciones entre Cuba y EE.UU. que, por más de 50 años, la política de
Washington ha sido fracasada.
Bueno, logré un objetivo,
el citarle a Ileana y a Mario era provocar precisamente esa respuesta suya.
Naturalmente, esos dos personajes son a los sumo la punta de otro iceberg… Que
es el iceberg de la ultraderecha de origen cubano asentada en Miami, y en la
Florida. Yo quisiera preguntarle también sobre las maniobras que tuvieron lugar
recientemente para tratar de entorpecer el trabajo de Radio Miami y La Tarde se
Mueve.
Max
Lesnik - Mira, nosotros llevamos
batallando, a contrapelo de esa extrema derecha cubana, desde el año 1976. Yo
dirigía una revista, en Miami, la revista Réplica, que cuando se produce la
voladura del avión de Cubana de Aviación, aparecer un editorial escrito por mí
donde se calificaba que si ese era el fin de la posición de la extrema derecha,
porque se había llegado a un punto de que, cuando un país esta asediado por una
gran potencia como EE.UU., y sus propios nacionales que viven en el exterior en
calidad de exiliados, en su desesperación y absurda posición de confrontación,
llegan a considerar que hacer estallar en el aire un avión con setenta y tantos
pasajeros civiles, y eso se convierte en un acto de orgullo para esa comunidad
en el exterior, eso, ante la opinión pública mundial —no voy a hablar del
pueblo de Cuba- todavía están las películas ahí del entierro de las víctimas
donde Cuba lloró esa tragedia de punta a cabo.
En EE.UU la opinión pública norteamericana
no vio eso como algo que le había tocado. Le tocó después con las Torres
Gemelas, que ahí es cuando se despierta la conciencia del pueblo norteamericano
de que el terrorismo es malo, antes no. Antes había el terrorismo “bueno”, que
era poner bombas en los cines de la Habana, volar hoteles.
Esa política, que la encabezó Posada
Carriles como arquitecto del terrorismo contra Cuba, esa política nosotros la
denunciamos ya en el año 1976. El resultado fue toda una campaña terrorista en
contra de la revista que yo dirigía. Once bombas nos colocaron en distintas
oportunidades y la revista fue víctima de ese tipo de intimidación a los
anunciantes, intimidación a los comerciantes que vendían la revista, y la
revista fue, obviamente, sepultada.
Igual que derribaron el avión de Cubana, también derribaron a la revista Réplica. Los tiempos han cambiado y ya el terrorismo es una mala palabra. Pero bueno, se enmascaran en otros métodos, que pueden ir desde Zunzuneo hasta campañas a favor de mantener la política de hostigamiento contra Cuba. Entre esas políticas está silenciar —igual que silenciaron la revista Réplica—, silenciar el pequeño espacio de opinión libre, independiente, que tanto La Tarde se Mueve como Radio Miami mantiene en el corazón de la comunidad de la extrema derecha, que ellos dominan.
Porque lo vamos a decir así claro, nosotros
no pretendemos declararnos mayoría. Somos una minoría bien grande, por
supuesto, que demuestra cómo el control de la derecha de la opinión de los
cubanos ha ido cambiado hasta el punto de que, cada vez que se hace una
encuesta sobre el tema de las relaciones Cuba-EE.UU., cada día están más
cercanas las cifras que dicen que la mayoría de los cubanos que viven en los
EE.UU. —no le hablo de los otros países por supuesto, de los que viven en
EE.UU—, son partidarios de un cambio de política hacia Cuba y de normalización
de relaciones.
Entonces, cuando hablamos de métodos nuevos,
como fue Zunzuneo, también hay posiciones muy sutiles, como por ejemplo
incentivar a alguna empresa para que intervenga. Y si las dos programaciones,
la nuestra y La Tarde se Mueve, Radio Miami aparecen todos los días, una a las
4, nosotros, a las 5, el otro programa, en un océano de ocho o diez emisoras de
radio en AM dedicadas a representar la corriente de la derecha, cuatro o cinco
emisoras de televisión con programaciones dedicadas a combatir a Cuba, si le
sumamos Radio y TV Martí, y periódicos y revistas, y cuanto lo que hay,
enfocados en defender la posición de la extrema derecha, lo que quedan son dos
pequeños espacios, en una pequeña emisora, que es como decir en una oscuridad
total, dos pequeñas velitas que alumbran el camino para que el viajero pueda
transitar por ahí y beber en una fuente distinta a toda la intoxicación que hay
en toda la programación de la extrema derecha.
Ante
esa situación se les ocurre, vamos a incentivar a alguna empresa privada, una
empresa que se dedica a programaciones religiosas, a que compren la emisora que
es la frecuencia 1450 y en eso están. Es decir, todavía no se ha materializado
el punto final
. Ya la emisora ha sido vendida. Esa una
programación, que hay que pagar por salir al aire, y que de alguna manera hemos
sostenido por muchos años, podrá desaparecer en cualquier momento que se
consume la decisión de los nuevos propietarios de la emisora de sacar del aire
los dos programas alternativos que son los únicos que quedan.
Pero claro, siempre cuando se apaga la luz
siempre hay un camino y está la respuesta que le vamos a dar a esta nueva
agresión al derecho que tenemos a opinar libremente, una nueva revista, una
nueva Réplica, que pudiera sustituir la programación radial como instrumento de
comunicación con la comunidad cubana para enfrentarnos a esa política de la
extrema derecha.
Quiere decir que el disfraz, como se maneja
el control de los medios de comunicación, ha variado. No hace falta censurar
Radio Miami, o que la FCC diga: “Eso no puede salir al aire”, sencillamente,
compran la emisora. Vivimos en un mundo donde el dinero es un factor
fundamental. Compran la emisora y la nueva programación en su “derecho” en lo
que es suyo a poner la programación que desean, eliminan dos programas
alternativos para poner programas religiosos cuando tienen el control de tres
emisoras de televisión.
Yo no sé si al final los que están en esta
operación reaccionan y tienen lucidez para entender que aunque la programación
religiosa es la que ellos persiguen, quitar del aire dos programas alternativos
afecta la imagen de lo que es el espectro democrático que debe funcionar en la
sociedad norteamericana, donde Miami se ha convertido, por la actitud
intransigente de los cubanos de la derecha, en una nueva república bananera
insertada en el corazón de los EE.UU.
Miami es la otra cara de esa moneda que se
le vende al mundo democrático y que, cuando se escarba, se ve que el brazo
económico y político de esa extrema derecha influye decididamente en la
política exterior de EE.UU hacia Cuba.
Es una cosa muy importante, que debieran
tener conciencia todos los cubanos de aquí y de allá: esa política de agresión
contra Cuba existe producto de la derecha cubano-americana de Miami. Esa
política no se hace en Washington, se implementa en Washington, pero es
una política que emana de los recursos
económicos y políticos que tiene la extrema derecha. Vamos a ver si la sensatez
se impone y de alguna manera hay un cambio de actitud en Washington
independientemente de la posición de la extrema derecha cubana de Miami.
Por cierto muy crítica de lo que llaman falta de libertad de
expresión y de prensa en Venezuela, por ejemplo: Han apelado a la psiquis,
incluso últimamente para eso, sin embargo el contraste entre lo que estamos
hablando y la situación de la libertad de prensa verdadera en Venezuela es
enorme.
Max
Lesnik -Si sintonizas los canales, que
yo les llamo canales cloacas de Miami,
ves que ya no solamente es el tema de Cuba, el tema de Venezuela es de resonar
constante.
Le acuñan a Venezuela, la dictadura, la
actitud antidemocrática, la persecución, todo eso que es la campaña que hacen
contra Venezuela y tú vas a la realidad, te das cuenta de que hay más libertad
de expresión en Venezuela que en cualquier restante país de América Latina
porque el gobierno venezolano, precisamente, porque lo han acosado con el tipo
de campaña sucia, ha dado rienda suelta a permitir lo que en ninguna sociedad
se permite.
Yo siempre pongo un ejemplo en discusiones
con cubanos amigos míos, no de extrema derecha, pero sí cubanos, que son
influidos por esa posición y hablan de Venezuela en los términos de que es una
dictadura. Y le digo: mira, si aquí en el Miami en que vivimos, no voy a hablar
de Washington o de cualquier otra sociedad, en una esquina hay unas 50 personas
en el paradero del ómnibus y pasa el ómnibus y no se montan en el ómnibus,
viene una patrulla de la policía a preguntar qué está pasando y si no hay un
permiso para estar esas 50 personas en esa esquina tienen que disolverse.
Y si alguno se niega a ser compelido, a
disolverse, viene otra patrulla y otra patrulla y al poco rato hay tantas
patrullas como personas. No se puede producir una manifestación en Estados
Unidos sin el debido permiso y si, además, si hay algún tipo de violencia por
parte de uno de esos ciudadanos que para ellos, para las autoridades
policiacas, violencia es levantar la mano, no que le pegues a un policía, si tú
a un agente de la autoridad le levantas la mano, ahí mismo viene el trastazo y
la orden de arresto por agresión a la autoridad.
Entonces en Venezuela, se ven en los videos,
porque es una contradicción, las manifestaciones pacíficas de la oposición y
estás viendo a un tipo con un antifaz tirando un coctel molotov, después ves en
la otra esquina a otros arrojándole piedras a los agentes policíacos y los
policías escudándose.
Es decir que eso no puede ocurrir en Estados
Unidos, y hablo de Estados Unidos porque es donde vivimos y donde se hace esta
propaganda contra Venezuela. Si lo que está ocurriendo en Venezuela, que está
siendo permitido por las autoridades venezolanas, llevan más de un mes en esto,
se hace en Estados Unidos…, Yo viví en Estados Unidos manifestaciones que han
sido aplastadas por la autoridad policiaca. Ahora mismo, por ejemplo se acaba
de estrenar una película “La vida de César Chávez”, el líder México-americano
campesino.
Yo tengo una de mis hijas, la mayor, casada
con un hijo de César Chávez, que por cierto a la familia la invitaron a la Casa
Blanca fue mi hija y mi nieta a la Casa Blanca a exhibir la película sobre la
vida de César Chávez. Estaba Obama presente y entre los invitados estaba
Dolores Huertas, que es la cofundadora
del sindicato campesino junto con Chávez, que es una defensora de la libertad
de los cinco la habrán visto en algunas actividades que ha estado de visita en
Cuba varias veces.
Traigo esto a colación porque, en algún
momento de esa película que se acaba de estrenar en Estados Unidos y se
exhibirá en los cines cubanos, aparece la brutalidad policiaca en el estado de
California contra los humildes campesinos que lo único que reclamaban con sus
pancartas era el derecho a sindicalizarse para poder tener la oportunidad de
sobrevivir de la explotación de los granjeros de la época, y esas
manifestaciones de los campesinos eran disueltas a puro golpe por las
autoridades policiacas. Eso es en Estados Unidos.
Con una demanda del siglo XVIII… la de los sindicatos
Max
Lesnik -Y aparte de eso, no voy a hablar
de la época del racismo abierto del Ku Kux Klan, y no del Ku Kux Klan, que era
una entidad privada clandestina, no, de los sheriff del sur de los Estados
Unidos, usando los perros mordedores contra los manifestantes negros.
Eso, por suerte, ya no existe en relación a
las minorías. Se ha logrado en Estados Unidos que las minorías, tanto los
negros como los hispanos, tengan un mínimo de derechos. Ahora, lo que sí creo,
es que lo que está ocurriendo en Venezuela es una permisividad más allá de las
reglas de una sociedad democrática abierta.
Y creo que el presidente Maduro, así como
Chávez, le han dado a la oposición, no solamente tribuna, que la tienen, sino
que también han hecho algo inusitado que a una oposición violenta que ha
tratado de desestabilizar la sociedad venezolana la han invitado a dialogar y
en un diálogo abierto. Qué más libertad, que delante del presidente de la
República Nicolás Maduro, el jefe de la oposición, que fue derrotado en esas
elecciones, se aparezca a dictarle pautas al gobierno constitucionalmente
elegido en elecciones democráticas y abiertas.
Aparte que todo el que está en Venezuela, o
el que realmente tiene información directa de Venezuela, sabe perfectamente que
esa representación es para buscar el caos que surja, -como en Cuba en 1933, el
golpe de estado contra el gobierno revolucionario de Antonio Guiteras-, que
surja de ese caos un golpe de estado de lo que pudiera llamarse un sargento
atrevido o de un general.
No les importa que se establezca en
Venezuela una dictadura militar, lo que quieren es sacar del gobierno a la
revolución bolivariana. Yo no sé qué va a pasar en Venezuela.
Para mí, lo lógico es que se estabilice la
situación y la oposición tenga la sensatez de entender que la regla está
establecida de que cada cuatro años hay una elección y que ellos tienen el
derecho a aspirar, por la vía democrática, a sustituir porque así lo dice la
constitución venezolana –constitución que ahora dicen ellos respetar- pero es
la misma constitución que Chávez enseñaba y que ellos decían que es una
constitución totalitaria.
Yo creo que en Venezuela, lejos de ser una
dictadura, hay un exceso de democracia. Un contrasentido, pero siempre seguirán
diciendo lo mismo porque esa es la intención: desacreditar al gobierno de la
mayoría para el beneficio de la minoría, en este caso una oposición que
representa los intereses del peor capitalismo salvaje.
¿Cómo ve usted las próximas elecciones de noviembre en los Estados
Unidos?
Max
Lesnik -Las elecciones de noviembre en
los Estados Unidos tienen sus implicaciones muy directas con Cuba. Ya no es
solamente la extrema derecha cubana de Miami, también hay una extrema derecha
norteamericana que la representa el llamado Tea Party, que ellos se proclaman
como libertarios. Es decir, la filosofía del Tea Party es plantear que el mejor
gobierno es el que menos gobierna. Es una posición que mete en el mismo saco lo
mismo a un idealista que crea que el estado es represivo por naturaleza, que a un super-reaccionario que
pretende desestabilizar la sociedad
norteamericana con un extremismo porque considera que los gobiernos
democráticos, de los partidos demócratas liberales, son comunistas.
En una aberración política de no entender
que el gobierno de Obama o el gobierno de los demócratas, llamados liberales,
están defendiendo el sistema por una vía más inteligente que la que defiende la extrema derecha.
Bueno, en estas elecciones lo que se está jugando es si los republicanos logran ganar el senado, que está
en manos demócratas, y mantener o aumentar la representación en la cámara de
representantes, o por el contrario, los demócratas retienen el senado y
aumentan, o por lo menos equilibran, la posición en el Congreso.
Los cubanos de la derecha, por supuesto, son
perfectamente identificables pero hacen alianzas con los republicanos de otros
estados en una especie de toma y daca. Si tú me votas a favor de la política
contra Cuba, yo voy a votar a favor tuyo en tu política tal y más cual.
En ese rejuego de intercambio, la influencia
de la extrema derecha cubano americana
se multiplica porque, no solamente son los votos de los representantes
al Albio Sires que es demócrata, el de Ileana Ross y Mario Díaz Balart, el
senador Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted
Cruz, sino que al jugarse a esa política de cambiar votos en las legislaciones
ya no solamente son ellos sino ellos más los otros.
Ahora, yo tengo la esperanza de que la
sensatez impere. No sé si ustedes se han dado cuenta de que dentro del partido
republicano hay una lucha entre el tradicional partido, que lo representa, la
cara de Jeff Bush, ese es el partido republicano tradicional que se ha ido
sucediendo a través de distintos nombres. El clan Bush es el más reconocido:
dos presidentes y ahora Jeff Bush que posiblemente sea el tercero de los Bush
que busca la presidencia. Pero la extrema derecha del Tea Party considera que
Jeff Bush es un punto de confrontación entre otras cosas porque esa extrema
derecha es racista por naturaleza y Jeff Bush está casado con una
mexicoamericana, con una mejicana y sus hijos son hispanos, son inclusive hasta
de tez bronceada como los mexicoamericanos.
El resultado es que esta elección decidirá
cuál será el candidato de los republicanos en la próxima contienda, si los
legisladores de la extrema derecha logran alguna victoria, obviamente, Jeff
Bush no va a ser el candidato. Si Jeff Bush fuera el candidato, entonces la
extrema derecha irá mermando su influencia y volveremos al sistema bipartidista
demócratas y republicanos, que son las dos cara de la misma moneda con cierto
barniz, donde siempre los demócratas, con una política más sensata que viene de
Roosevelt, adornan el capitalismo salvaje con una posición, digamos, más
receptiva a las posiciones de ciertos sectores más humildes que pueden ser
campesinos, las mujeres, la gente joven, los negros. Si los demócratas logran
la victoria en las elecciones del 2014 obviamente el partido demócrata se
consolida y todo apunta, y las encuestas lo dicen, a que la candidata demócrata
será Hilary Clinton.
Hilary Clinton, en su ejercicio como
Secretaria de Estado, no fue muy proclive a un mejoramiento de las relaciones
con Cuba. Pero una cosa es la política, que puede ser positiva o negativa, y
otra casa es la realidad de la presidencia. Yo creo que a Obama le toca
limpiarle el camino a Hilary Clinton para que, cuando vengan esas elecciones,
Cuba no sea el tema de debate ¿Cómo?
Buscando un acercamiento político entre Estados Unidos y Cuba a través de una
mejor relación que, siempre pasa, por la Libertad de los Cinco. Ahora, hay un
peligro, que no salgan a votar, en una política de abstención de la mayoría,
que siempre ven más de lo mismo.
En Estados Unidos votan en las elecciones
presidenciales un poquito más del 50%, pero si tenemos en cuenta que vota el
50% de la población por uno y otro partido el que tiene la mayoría cogió el
26%. ¿El 26% de qué? De los inscritos para votar que al final se convierte eso
en una minoría que quien sale electo presidente de los Estados Unidos apenas
tiene la mayoría representada en un 10 un 12 por ciento del gran universo
electoral.
Entonces, partiendo de esa base, muchas
personas consideran para qué voy a votar si va a ser más de lo mismo, sobre
todo la gente joven. Obama despertó una esperanza y las redes sociales se
movieron creyendo en que, por ser negro, ser un hombre educado, ser una persona
moderna, iba a ser distinto. La práctica ha enseñado que el aparato
burocrático, la verdadera estructura de poder es más fuerte que la voluntad de
una persona.
El único que pudo romper esa coraza, en su
tiempo, fue Roosevelt, otros que lo han intentado han perecido en el intento.
Es el caso de John Kennedy que, a pesar de sus errores, en su política con
Cuba, al final trató de buscar un acercamiento y fue asesinado por una mano
misteriosa que consideraba que John Kennedy representaba algo peligroso para
los intereses tradicionales de los Estados Unidos.
Obama se sentó en la Casa Blanca, con toda
su ilusión del que viene de una raza discriminada, de un joven intelectual de
ciertas luces, pero chocó con la realidad. Yo creo que estamos en el camino de
que la realidad sea la que convenza a esos intereses Norteamericanos de que un
cambio de política hacia Cuba es para bien de sus intereses, solamente así
podrá cambiar la política de Estados Unidos.
Usted parece que descarta a Marcos Rubio como posible candidato.
Max
Lesnik -Bueno yo creo que eso es una
botaide, como se dice. Es completamente fuera de lugar imaginar que Marco
Rubio, el niño mimado del Tea Party, pueda ser el candidato del partido
republicano porque precisamente la división que hay entre esa derecha
republicana extremista y el tradicional partido republicano, hace imposible la
viabilidad de un triunfo con un candidato como Marco Rubio.
Lo mejor que les pudiera pasar a los
demócratas es que Marco Rubio fuera el candidato presidencial. Es decir, ahí el
paseo es, digamos, como un aplanadora. Ted Cruz también habla de que quiere ser
presidente. Yo creo que todo eso son juegos para estar en el candelero y
adornar el pastel político con ciertas inquietudes para animar el cotarro y que
la gente diga yo estoy con Marco Rubio,
estoy con Ted Cruz que son hispanos.
Esos dos cubanos-americanos no tendrían la
votación de la inmensa mayoría de los hispanos de Estados Unidos que se
compone, en su mayor parte, de mexicoamericanos y de centroamericanos y
suramericanos, que los cubanos de la derecha desprecian y, en privado, y ellos
lo saben, le llaman indios en un tono despectivo. Inimaginable que los
mexicoamericanos vayan a votar por Marcos Rubio porque hable español.
En el caso de Jeff Bush sí es posible que un
segmento de los hispanos voten por Jeff Bush porque tiene su esposa y sus hijos
hispanos de origen mejicano, y los mexicoamericanos son en Estados Unidos, los
que tienen voto y los que no tiene voto,
son más del 70% de la población hispana de los Estados Unidos. Es decir,
descartando esa posibilidad a toda costa, no hay posibilidad de que Marcos
Rubio sea postulado o candidato presidencial.
Colega Max, en los últimos 3 meses han tenido lugar 2 encuestas en
Estados Unidos y en particular la
Florida, una tuvo lugar hace 3 meses de la Associated Press, e Ileana Ross
Lehtinen la atacó ferozmente. Y ahora, hace unos días, otra encuesta con una
empresa especializada en sondeo donde la mayoría. Bueno, en el primer caso, me
llamó la atención que el 64% de los consultados en Miami Dale se manifestaron a
favor de normalizar las relaciones con Cuba. Y, en la más reciente, también una
mayoría, quizás no tan amplia pero una mayoría, vuelve a manifestarse por
normalizar las relaciones, e incluso, por las relaciones comerciales. La
extrema derecha, la parte más conservadora, está en contra, pero me llama la
atención que en estas dos oportunidades, estas dos encuestas tan significativas
y tan comentadas, reiteren una posición mayoritaria, incluso en Miami Dale, por
normalizar las relaciones con Cuba. ¿Cómo usted valora eso?
Max
Lesnik -Realmente es una corriente que
viene soterradamente avanzando desde hace mucho tiempo y que ahora se
manifiesta más abiertamente porque primero vamos a decir que los demócratas
siempre han ganado el condado Dale.
Ahora, los cubanoamericanos que están
evolucionando a estas posiciones más abiertas, han sido inyectados por una
nueva corriente de emigración de cubanos que van a Estados Unidos, no por
razones políticas, sino por razones económicas, o por buscar otros horizontes.
Cuando tú por ejemplo sales a las calles de
Miami ahora y te encuentras en una esquina tres cubanos conversando, y te metes
en la conversación, de esos tres, dos, están planeando venir a Cuba de visita
familiar o de alguna manera enviar ayuda a sus familiares. Y la política de los
republicanos, y de la extrema derecha, ha sido contraria de los vuelos de los
cubanos a la Isla, al envío de remesa. La sublimación de ellos fue cuando el
presidente George Bush dictó aquellas medidas que afectaban, y ese es el punto
de no retorno para la extrema derecha, cuando apoyaron abiertamente la política
del presidente Bush, de prohibir los
viajes a Cuba y señalar que la familia Cubana solamente es de padre a hijo y
hermano.
Cuando, para nosotros los cubanos, familia
no es solamente el primo lejano, sino hasta el vecino lo consideramos familia
nuestra. Es decir, esa agresión a la familia cubana de los republicanos de Bush
hizo que se volcara mayoritariamente a votar por los demócratas.
Tomado del
sitio digital CubaSí
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