El grupo parlamentario de origen cubano que ocupa posiciones en el Congreso
de los Estados Unidos, vio languidecer su más reciente propuesta de
estrangulamiento contra la familia cubana, al tener que retirar una enmienda
que proponía restringir los derechos de los cubanos emigrados a visitar a sus familiares
en la isla.
La propuesta fue presentada en julio pasado por Mario Díaz-Balart, congresista
republicano por La Florida, que sugería se retomarán las medidas aplicadas en
la anterior administración de George W. Bush, que reducía la posibilidad de los
cubanos residentes en Estados Unidos a viajar a la isla cada tres años, así
como enviar remesas que no excedieran los 1,200 dólares al año, en un rango
familiar muy limitado.
El texto de la enmienda creada por Díaz-Balart contaba con el apoyo de sus
pares de origen cubano David Rivera, Albio Siles e Ileana Ros-Lethinen, quien a
su vez había cabildeado a favor de esta draconiana medida en el Comité de
Relaciones Internacionales del Congreso.
La propuesta fue incluida en el Proyecto de Ley de Presupuesto para el
2012, lo que ponía en situación difícil al presidente norteamericano Barack
Obama, quien ya había manifestado que vetaría la Ley si no se retiraba la
enmienda contra Cuba.
En Miami, los grupos extremistas de la ultraderecha anticubana, habían
mantenido una fuerte propaganda en los medios radiales, televisivos y en las
páginas del diario en español El Nuevo Herald, a favor de la aplicación de este
criminal medida, sin tomar en consideración que un porciento muy elevado de
emigrados cubanos residentes en el sur de la Florida, se oponían a su
aplicación.
En una reciente encuesta
realizada por un grupo de académicos en Estados Unidos, el 61 % de la
emigración cubana radicada en Miami rechaza la aplicación de nuevas medidas
restrictivas a los viajes a Cuba.
Otras cifras dadas a
conocer reconocen que el rechazo a regresar a las medidas restrictivas
impuestas en 2004 por el gobierno republicano de George W. Bush es mucho mayor
entre los cubanos que emigraron después de 1994, con un 76 % que se manifiesta
contra cualquier intento de privarles del derecho de mantener contactos
interfamiliares.
Se reveló además que el 58 % de los cubanos residentes en
Estados Unidos apoya un restablecimiento de relaciones entre Cuba y el país del
norte, y que un 57% de los entrevistados consideró que Washington debe
permitir, sin restricciones, los viajes de estadounidenses a la Isla.
A pesar de estas
contundentes evidencias, el congresista de origen cubano nacido en la ciudad
floridana de Fort Lauderdale, Mario Díaz Balart, hijo de uno de los exministros
más allegados al sanguinario dictador Fulgencio Batista, derrocado por la Revolución
Cubana en 1959, insiste en ver la tierra de sus padres hundida por el hambre y
la miseria, aliado a los elementos más extremistas y radicales de las
contrarrevolución asentada en Miami.
Esta noticia llena de
esperanzas a los emigrados cubanos en Estados Unidos, que podrán mantener el
flujo de comunicación con sus familiares en la Isla, lo que quedó reflejado en
las más de 400 mil visitas que se han hecho en 2011. Una emigración que no
quiere romper los vínculos con su país de origen y que a pesar de las diferencias
ideológicas, favorecen el diálogo entre todas las partes.
Ahora queda esperar una
respuesta cubana en su relación con la diáspora. Un cambio en la política migratoria
que permita una interacción más fluida y natural entre los cubanos de una y
otra orilla. A fin de cuentas, los tiempos han cambiado y hay una masa enorme
de emigrados económicos que no quieren romper el cordón umbilical que los une a
su Patria.
En estos tiempos de
cambios, la Revolución cubana debe dar, y no dudo que sucederá, una nueva
lección de unidad entre todos. Y esa medida la aplaudiremos con la misma
vehemencia que celebramos esta derrota moral de los enemigos de la Patria.
Parece mentira que, sobre todo un cubano que viva en USA, no se de cuenta de la aberración que es la política americana. Ya ni se puede ir al cine con tranquilidad pues quizás tienes la mala suerte que un loco armado, te liquide. Vivir siempre asustado, sin saber si detrás tuya camina un desalmado. Y quieren cubanos convertir a Cuba en una replica de USA? Quizás les gusta vivir en un pais donde exista la corrupción como pasa en la gran mayoría de los paises capitalistas. Que pena convertir esa bella isla en un modelo neoliberal de los existentes en cualquier pais de Europa o USA, donde la corrupción y la desigualdad es tremendamente inhumana...
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