Por Idania Rodríguez
Echevarría (AIN) De cumpleaños está hoy la prima ballerina assoluta cubana
Alicia Alonso, gloria de la cultura cubana, quien llega a 91 años de edad.
Alicia de la Caridad Martínez del Hoyo, como reza en su fe de nacimiento, ha
sido sin dudas, una de las figuras más emblemáticas del arte cubano no solo por
representar una excelsa bailarina, sino también por su quehacer como coreógrafa
y formadora de varias generaciones de danzarines.
Su arte y su singular
modo de bailar la hicieron famosa en el mundo de los escenarios, los mismos que
en la actualidad le rinden tributo en cada una de las presentaciones del Ballet
Nacional de Cuba.
Fue el 28 de octubre de
1948, que la agrupación dejó de llamarse Ballet Alicia Alonso y se
convirtió en la primera compañía profesional de esa disciplina en la historia
del país.
Junto a Fernando Alonso,
creó además de la compañía, -que se cuenta entre las mejores del orbe-, la
Escuela Cubana de Ballet que ha ganado de igual forma la admiración y el
respeto de quienes de desenvuelven en el fascinante ámbito de la danza a escala
nacional e internacional.
Embajadora de Buena
Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO), la legendaria bailarina recibe este miércoles, en su
cumpleaños, el aplauso de su pueblo y más allá de sus fronteras, por ser, sin
lugar a dudas, una artista de altos quilates.
Alicia, con su férrea
voluntad y entrega infinita a su carrera hizo trascender a Cuba a los grandes
teatros, y fue precisamente con el ballet Giselle que se conoció su arte
fuera de la Isla.
Con su esbelta figura se
desdobló durante muchas décadas en las principales princesas, campesinas,
enamoradas y temperamentales mujeres creadas por los grandes coreógrafos.
Fecha para recordar será
también su debut escénico en la danza, cuando este 29 de diciembre se celebre
en la sala García Lorca, del Gran teatro de la Habana, una gala especial en
ocasión del aniversario 80 de este suceso cuando bailó en 1931 el Grand Vals de
La Bella Durmiente.
Considerada famosa
por sus representaciones de Giselle y Carmen, además de otras grandes obras del
repertorio clásico y romántico, Alicia es figura cimera del ballet en
Iberoamérica y uno de los grandes mitos de la danza en toda su historia.
Entre cientos de Premios
y condecoraciones nacionales e internacionales, la Alonso ostenta La Orden José
Martí, máximo estímulo que confiere el Consejo de Estado de la República de
Cuba, el título Doctor Honoris Causa del Instituto Superior de Arte (ISA) y la
Distinción Galina Ulanova, que confiere la fundación que lleva el nombre de esa
bailarina rusa.
Tomado de la Agencia de
Información Nacional (AIN)
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