Acaba de morir en Sudáfrica el legendario
líder africano Nelson Mandela, a los 95 años, después meses de convalecencia y
una salud resquebrajada por 27 años de injusta cárcel, por luchar por los
derechos de sus compatriotas negros, segregados criminalmente por los
colonizadores blancos.
De él diría Fidel Castro, líder histórico de
la Revolución cubana: “Si se quiere tener un ejemplo de un hombre absolutamente
íntegro, ese hombre, ese ejemplo es Mandela. Si se quiere tener un ejemplo de
un hombre inconmoviblemente firme, valiente, heroico, sereno, inteligente,
capaz, ese ejemplo y ese hombre es Mandela. Y no lo pienso después de haberlo
conocido, después de haber tenido el privilegio de conversar con él, después de
haber tenido el gran honor de recibirlo en nuestro país, lo pienso desde hace
muchos años, y lo identifico como uno de los más extraordinarios símbolos de
esta era.
Mandela
es verdaderamente uno de los más extraordinarios símbolos de esta era. Grandes
hombres surgen para acometer las grandes causas. El propio Fidel Castro reflejó
que lo más repugnante y odioso en este mundo, donde hay unas cuantas cosas
repugnantes y odiosas, eso fue el apartheid, una política basada en la
discriminación racial acompañado por
tres tragedias: una brutal desigualdad social, una cruel explotación económica
y una extraordinaria represión política.
Como mencionó José Martí, que la libertad es como la
condición primera para que germinaran todas las demás virtudes y valores. La
honradez y el decoro como dichas que es necesario conquistar, es decir, luchar
por ellas, para que germinen y florezcan.
Así es la
dimensión humana, moral y revolucionaria de Nelson Mandela que aun
después de 27 años en la cárcel, fue el que iluminó el camino de su pueblo a la
libertad y desde su aislamiento formó los cuadros legendarios en este camino.
Su táctica y una estrategia verdaderamente
revolucionaria fueron desarrolladas con meditación, reflexión, estudio y
sentido de lucha, convirtiéndolo en un extraordinario líder político, en un
extraordinario e invencible luchador.
Mandela enfrentó una tarea verdaderamente compleja y difícil,
pues a pesar de contar con la inmensa mayoría del pueblo sudafricano no fueron
pocas las artimañas, ni fueron pocos los trucos, ni pocas las maniobras que los
reaccionarios utilizaron para
obstaculizar el acceso del pueblo de Sudáfrica a sus metas; pero pienso que si
hay algo superior a esas dificultades, es el talento de Nelson Mandela y de los
dirigentes del ANC.
Su visión, fue y es un compromiso para
promover los intereses y valores de la mayoría de los sudafricanos, una África
renaciendo y una sociedad de paz, democrática, no racial, no sexista, unidos y
contribuyendo a un mundo justo e igualitario.
El lema de Sudáfrica “Ike e” significa
“gente diversas unidos” y fue la intención de Mandela con esto unir las fuerzas
individuales y lograr unión entre pensamiento y acción. La holística
integración de su pueblo con la tierra perdura como símbolo en el diseño del
escudo de Sudáfrica.
Batho Pele, una palabra en Sesotho,
significa “El pueblo primero”, forma parte de los valores más altos que tiene
Sudáfrica y así Mandela, siempre puso su pueblo frente a cualquier
consideración personal. Esta palabra también tiene sus implicaciones muy
adentro de la sociedad, donde el gobierno y sus servicios tienen que estar
completamente a la disposición de su pueblo y en mejoramiento continuo. Más que
una palabra, es un principio.
Ubuntues
otra regla ética sudafricana enfocada en la lealtad de las personas y las
relaciones entre éstas. La palabra proviene de la lengua zulú y xhosa. Ubuntu
es visto como un concepto africano tradicional.Ubuntues el concepto filosófico
fundamental que le dio base a la Comisión para la verdad y la reconciliación en
Sudáfrica, un concepto explicado por Mandela en un momento crítico donde había
ciudadanos buscando venganza por todos los crímenes cometidos por siglos contra
ellos en el régimen anterior.
Fue un proceso único de la amnistía y la
construcción de la nación. Ubuntu es, por esa razón, a menudo traducido como:
“Yo soy porque nosotros somos”.
Recibió más de 250 premios y reconocimientos
internacionales durante cuatro décadas, incluido en 1992 la distinción más alta
de Cuba, la Orden Nacional José
Martí y en 1993 el Premio Nobel de la
Paz.
Mandela, aquella figura gigante que
sobresale en estatura y corpulencia, como para afirmar que tanta humanidad era
imposible de ser atrapada en un cuerpo más discreto.
Sudáfrica, un pueblo en ascendencia, tuvo
la mejor suerte del mundo al tener como su primer y verdadero presidente
electo un hombre tan majestuoso e inmortal de seguir en su conducta. Te
honramos Nelson Rolihlahla Mandela, nuestro Madiba, nuestro Tata, tus hijos de
arcoíris.
Con información
tomada del sitio digital Cubarte
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