El XXXV Festival Internacional del Nuevo
Cine Latinoamericano entregó su Coral de Honor a Juan Padrón, reconociendo no
solo a una de las principales figuras del cine cubano, sino a la animación como
género protagonista de la filmografía nacional y regional.
El homenaje llega este 2013 con motivo de
los 50 años de vida artística del creador. Por eso, cuando Padrón subió al
escenario del teatro Karl Marx para hacerse de su merecido premio, fue
imposible contener en el público la imagen de sus principales historias y
personajes.
De esta manera —y a una velocidad quizás
mucho mayor que a 24 cuadros por segundo—, desfilaron por la mente de varias
generaciones Elpidio Valdés, María Silvia, Eutelia, el propio Resoplez; algunos
de los vampiros y posiblemente Más vampiros en La Habana.
Será este el onceno Coral que habite la vitrina
de un creador acostumbrado a premios y distinciones en justiprecio a su
trabajo, pero el reconocimiento del Festival de La Habana, dijo a Granma, es
motivo de orgullo "y me deja mucho más contento y estimulado para
continuar trabajando, pues me hace evocar toda una vida de trabajo. En
especial, mis inicios como dibujante de historietas humorísticas para el
suplemento estudiantil Mella, allá por el lejano 1963".
Padrón, quien ha realizado más de sesenta
cortos y cinco largometrajes de animación, resumió este medio siglo de trabajo
en el que destacó la realización en 1979 del primer largometraje de animación
del cine cubano: Elpidio Valdés, al que luego seguirían Elpidio Valdés contra
dólar y cañón, Contra el águila y el león y ¡Vampiros en La Habana! —filme de
culto en Latinoamérica—, así como la saga Más vampiros en La Habana.
Al explicar sus nexos con el Festival
Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, señaló que no solo se ha
agenciado de una decena de Corales, todos en animación, sino que en dos
ocasiones ha formado parte del jurado de este género en el propio encuentro.
Sobre la cita de cada diciembre, evocó con
placer "cómo en las primeras ediciones hubo una amplia participación de
cintas de animación, aunque luego no fue igual en la década de los 90, pero
junto al nuevo siglo ha habido un renacer del género". En tal sentido,
elogió el trabajo de los jóvenes realizadores con las nuevas tecnologías,
quienes proponen muy buenos materiales y llegan con amplio conocimiento del
dibujo y las técnicas con el trabajo digital.
"Algunos se niegan al desarrollo
tecnológico, pero nadie se puede rehusar al avance, no solo porque facilita el
trabajo, sino por la calidad de los materiales. De todas maneras, el artista
continúa siendo quien determina la obra y no la tecnología que se use. Para el
guion, la historia, el drama, la comedia, no hay programa tecnológico diseñado
todavía y es ahí donde entra el soberano talento del verdadero
realizador".
Padroncito, como se le dice en los pasillos
del ICAIC o el profe Padrón, como lo llaman los realizadores emergentes de los
estudios de animación, de donde es asesor, ha publicado cuatro novelas, es
Profesor Titular adjunto de la Universidad de las Artes y acreedor de los
Premios Nacionales del Humor y de Cine.
Entre sus principales materiales destacan,
además, los Quinoscopios y Mafalda y sus amigos, en colaboración con el
argentino Quino. Caricaturista, realizador de dibujos animados, ilustrador,
historietista y guionista, Juan Padrón acompaña a varias generaciones de
cubanos que nacieron y crecieron junto a esos personajes a los que una y otra
vez vuelven. Esos que nunca se cansan de esperar el "Hasta la próxima
aventura"... y llegan ahora con un Coral de Honor, para decirle como lo
haría su Elpidio: ¡Enhorabuena, compay!
Tomado del sitio digital del periódico Granma
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