Por Edmundo García*. El
pasado año simpatizantes de Vigilia Mambisa acordaron piquetear a la cantante cubana Haila porque descubrieron en Internet una foto suya junto al Comandante Fidel
Castro. Un
pequeño grupo protestó en el “Club Aché” de la calle 8, frente al restaurante
Versailles, pero Haila dio su concierto a lleno completo y con transmisión
directa al Capri, en La Habana. En Miami nos preguntábamos qué artista de Cuba
podía volver a levantar los rencores políticos,cuando el público respondía al
intercambio cultural, sin importarle ya la posición ideológica del invitado.
Pero en La Habana sucedió algo que en Miami se convirtió
en chiste: “Menos Cándido Fabré, ya a Miami puede venir hasta el Conjunto de Espectáculos
de las FAR”. Pasó que el 13 de agosto, día del cumpleaños de Fidel, el gran
Fabré cerró el espectáculo “Serenata de la Fidelidad” en el Teatro Carlos Marx
de Miramar con un son tremendo que repetía en su estribillo “Y el bárbaro
sigue en pie”.
No dijo quién era el
bárbaro, pero puede imaginarse. Fabré pedía dejar el chisme
porque en resumidas cuentas en Cuba manda “el que tiene que mandar”, y que los
que no son de Raúl no son de Fidel, y los que no son de Fidel no son de Raúl.
El video puede encontrarse fácilmente en You Tube. Se comentaba aquí que
después de eso el mulato la tendría fea en Miami.
Me parece que se equivocaron. Porque Fabré se apareció el
jueves pasado en un programa de televisión de Miami, donde fue recibido con
grandes aplausos por el público y por su presentador. Cándido llegó al estudio
para promocionar su concierto en el “Club Aché” de Miami, que es parte de una
gira por ciudades de Estados Unidos. Dijo a su público que estaba muy contento
de empezar el año así, que era como ir a jugar pelota y dar un jonrón en la
primera vez al bate.
El antiguo líder de la Orquesta Original de Manzanillo,
que en visita anterior tuvo que soportar averiguaciones casi acusatorias sobre
su posición política en otro programa de otro canal de la televisión miamense,
fue tratado ahora con respeto por colegas y admiradores. Fabré, que jamás ha
intentado congraciarse con la derecha de Miami con declaraciones oportunistas,
habló del orgullo que sentía porque cantantes como Celia Cruz y Willy Chirino
hayan interpretado su música.
Recordó los inicios de
su carrera, comentó sobre su técnica para improvisar y de los recursos que
empleaba para compensar una voz que calificó como no privilegiada y se expresó
con sencillez e inteligencia cuando le preguntaron por la gran medalla de la
Virgen de la Caridad del Cobre que llevaba en el pecho: “Soy creyente, no
religioso. Los religiosos son los que saben mucho de eso. Yo solo
creo.”
Ayer sábado 21 en el “Club Aché” de Miami, repleto y sin
protesta, Cándido Fabré mostró que él también sigue en pie después de más de
tres décadas haciendo buena música cubana y expresando libremente las cosas que
en que realmente cree. Ese es su crédito; esa es la garantía para quienes
lo siguen, dentro y fuera de la isla, dentro y fuera de los escenarios.
*Edmundo García, periodista cubano residente en Miami, conductor del espacio La Tarde se Mueve, en la emisora radial 1450 AM
Tomado del sitio digital
La
Pupila Insonme
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