La Marcha de las Antorchas, en memoria del Apóstol José
Martí, se realizó por primera vez en la medianoche del 27 de enero de 1953,
para esperar el advenimiento del centenario de su natalicio.
Aquel homenaje,
organizado por la Federación Estudiantil Universitaria, afrontó la oposición de
la tiranía batistiana que se negó a concederles el permiso a los jóvenes para
que efectuaran la actividad. Sin embargo, la negación no logró que
ellos se acobardaran, sino que siguieron con sus propósitos y convirtieron las
antorchas también en armas de defensa por si eran agredidos por los esbirros.
Aquel martes 27, a las 11:30 de la noche, una inmensa
masa de jóvenes y pueblo —que portaba antorchas— comenzó a descender por la
calle San Lázaro hacia Infanta. El impresionante torrente luminoso completó su
trayecto al arribar —en la madrugada del 28 de enero— a la Fragua y Rincón
Martianos, en las calles 25, hospital y Príncipe. En ese lugar estuvieron las
canteras de San Lázaro, donde el joven José Martí —con diecisiete años de edad—
sufriera el rigor del trabajo forzado durante su condena a presidio.
Entre aquella multitud patriótica que integró la marcha,
se encontraban casi todos los jóvenes que entonces estaban entrenando,
dirigidos por Fidel, para el asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de
Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, el 26 de julio de 1953.
Ellos, por el fructuoso sacrificio de luchar contra el
despotismo y por la definitiva liberación de la Patria, acordes con el
pensamiento martiano, ganaron la justa identificación de Generación del
Centenario.
Sobre este acontecimiento Melba Hernández ha
testimoniado: "Para conmemorar el centenario del Apóstol se hizo la
histórica peregrinación de las antorchas. Se movilizaron compañeros de La
Habana y Pinar del Río para participar en ella. Fue un hermoso y emocionante
homenaje al Apóstol aquel desfile para esperar el 28 de enero de 1953. De la
Universidad bajaron miles de jóvenes con sus antorchas. Entre ellos íbamos
nosotros, ya como un grupo organizado. Nuestras antorchas tenían grandes clavos
para responder a la policía si nos atacaba. Marchábamos de brazo,
disciplinadamente, la gente cuando nos veía pasar se impresionaba".
Al respecto, Raúl Castro ha expresado: "---el 28 de
enero de 1953, centenario del natalicio de José Martí, parte de la escalinata
universitaria una importante manifestación donde participan obreros,
estudiantes, empleados y pueblo en general, y entre esa muchedumbre se destacaba
un grupo de varios miles de jóvenes que, ocupando seis cuadras, marchaban en
tan perfecta formación, que llamaba poderosamente la atención. Al frente de
ellos iba Fidel".
Por aquellos tiempos Fidel decía: "Hace falta echar
a andar un motor pequeño que ayude a arrancar al motor grande". El motor
pequeño era una acción inicial con aquellos jóvenes que marchando militarmente,
lo seguían aquel 28 de enero de 1953.
Tomado del sitio digital
del diario Granma
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