Hace poco leí uno de los
últimos post del blog La Joven Cuba, un interesantísimo proyecto de opinión y
debate emprendido por tres jóvenes matanceros, que decidieron abordar
críticamente la realidad cubana desde dentro.
La corrupción, uno de
los peores lastres que enfrenta el mundo, en cualquiera de sus estratos, proyectos o sistemas, no está exenta en la sociedad cubana. El presidente Raúl Castro,
lo reconoció en el VIII Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional
del Poder Popular, del pasado 23 de diciembre, cuando afirmó que estaba
convencido de que la corrupción “es hoy uno de los principales enemigos de la
Revolución, mucho más dañino que la actividad subversiva e injerencista del
gobierno de Estados Unidos y sus aliados dentro y fuera del país”.
La
Joven Cuba, desde su visión, se adentra en este flagelo que al decir de
Raúl, será enfrentado por las leyes cubanas, con todo el rigor y el peso
requerido. Hoy comparto este post con mis lectores.
Raúl Castro versus corrupción
Por Roberto G. Peralo. El discurso de Raúl Castro el 23 de diciembre en la Asamblea Nacional
ha sido interesante. Entre los temas variados que tocó el más importante, a mi entender,
fue los párrafos que le dedicó a la corrupción. Comparto con el la idea de ver
a la corrupción como el problema más grave que enfrentamos y el más difícil
para solucionar. Voy a discrepar con Raúl en un tema y lo desarrollo a
continuación:
Corrupción en historia
El administrador del
centro recreativo “Cuba Libre” presta el local para la fiesta de cumpleaños del
hijo de Bolaños director de la “Empresa Integral”. En el servicio le incluye
algunos productos gastronómicos y el audio. En esta prestación de servicios no
intervino ninguna relación monetaria. Bastaron las relaciones de trabajo de
algunos años, donde se crearon vínculos personales de una amistad incumbida.
Meses antes el
administrador Contreras del centro recreativo “Cuba Libre” se encontraba en la
difícil tarea de reparar su vivienda. Consiguió a través de su “amigo” Bolaños
algunos sacos de cementos y par de cajas de lozas que le eran prohibitivos para
el salario que percibía.
Estas historias se
repiten a diario en todos los escenarios de la vida socioeconómica de Cuba.
Resuélveme: unos bloques para tirar una cerca, una latica de pintura para
pintar la pared de la casa, dos cajitas de cerveza para la boda de la hija,
cinco litros de gasolina para llevar a la madre al médico, un turno en el
dentista sin tener que someterse a una extensa cola, comer con la familia en un
buffet de un hotel.
¿Esta forma de actuar
entra dentro de la tipología “corrupción”? ¿Cuándo Raúl lanzó su combate a la
corrupción incluiría a estos dirigentes y trabajadores en su lista negra?
Funcionamiento
En este modo de actuar
se crea un contrato donde no media ningún documento legal, solo el conocimiento
de que te hice un favor porque te “resolví” un problema creándose un compromiso
entre las partes. De esta forma se va tejiendo una telaraña de obligaciones y
favores entre jefes y subordinados o dirigentes del mismo nivel jerárquico y
administradores de diferentes sectores de la economía. En el cual se van
creando círculos de amistades, influencias y poder al mismo estilo de la mafia
siciliana.
Como medio de cambio muy
pocas veces interviene el dinero. Solo pequeñas cantidades de productos o
servicios que son desviados para satisfacer necesidades individuales. Cuando el
director ofrece uno de estos “favores” está obligado a tener que involucrar a
algunos de sus subordinados, al almacenero, al económico, al custodio etc.
¿quién tiene la moral y la autoridad para impedirle a ese trabajador que no
“resuelva” sus necesidades también? Convirtiéndose en un ciclo sin fin.
Causas y condiciones
Leyendo el artículo “Aproximación sociológica al problema de la
corrupción en Cuba” publicado en el Blog LJC me motiva a reflexionar. Yo como un simple
profesor universitario percibo un salario muy superior al del Rector de la
Universidad y existen 6 niveles de estructuras de dirección entre el Rector y
yo. Cómo logra ese Rector disminuir esa diferencia de ingresos con un
subordinado que tiene mucha menos responsabilidades y carga de trabajo.
A medida que la sociedad
va adquiriendo un nivel cultural superior las necesidades humanas van en
incremento en un sentido proporcional. No tener otra forma de satisfacer esas
necesidades porque por más que trabajes y te esfuerces tus ingresos serán los mismos, observando pasivamente como otros haciendo el mismo
trabajo o menos, percibe lo mismo que tú o superior a ti.
La impunidad y el
autoritarismo con el que se manifiestan los jefes y administradores también
influye directamente, quién es la contrapartida, la sección sindical o el
núcleo del Partido. En la mayoría de los casos sus miembros se encuentran
enredados en la misma telaraña, perdiendo la única arma que disponen: la
ejemplaridad y la moral.
Tampoco las auditorías
pueden detectar este fenómeno porque se genera a muy pequeña escala. Existen
cientos de métodos contables para desaparecer las huellas que se dejan. Además
cuando dos o más personas se logran implicar, sucediendo en la mayoría de los
casos, el sistema de control interno no funciona, es vulnerable.
El punto de lo absurdo
es cuando estos métodos de corrupción no solo se utilizan para resolver
problemas personales. También para realizar gestiones administrativas, cuando
las regulaciones y el burocratismo existentes constituyen un freno al proceso
de gestión empresarial. ¿Seguirá siendo corrupción?
Esto es un fenómeno
generalizado en nuestra sociedad. Raúl podrá ser todo lo implacable y radical
que quiera pero no basta para acabar con este fenómeno. Puede que lo frene un
poco por un tiempo pero si las causas que lo motivan y generan siguen intactas
y las condiciones que lo propician no varían volverá a resurgir como el Ave
Fénix. Sus palabras serán mera consigna y esta campaña contra la corrupción se
incluirá como muchas otras en la lista de nuestros fracasos.
Tomado del blog La Joven Cuba
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