El original de la
Constitución de Guáimaro, primera carta magna cubana, sancionada en 1869 a
inicios de las contiendas independentistas del siglo XIX, pasó de manos
privadas al patrimonio público nacional, aseguró en La Habana el doctor Eusebio
Leal Spengler, Historiador de La Habana, señala un despacho de la agencia
Prensa Latina.
El académico afirmó la
víspera -en la apertura del ciclo de conferencias La intimidad de la historia,
organizado por la Fundación Alejo Carpentier- que, hace apenas unos días, una
familia le entregó personalmente el valioso documento, hasta el momento
extraviado para la historiografía nacional.
Leal agradeció a los
proveedores y confirmó la autenticidad de los pliegos de la legislación, que
presentan el escudo de Cuba, un sello de agua y la firma de los protagonistas,
"en primer lugar, la de aquel que se sometió a ella": Carlos Manuel
de Céspedes, iniciador de la lucha, a cuyo diario perdido -publicado por el
propio Leal en 1992- consagró sus palabras.
El legajo constituye
"piedra angular de la nación, del pensamiento y de la utopía democrática
del pueblo cubano", destacó el también director del Museo de la Ciudad de
La Habana.
La Constitución de
Guáimaro (actual provincia de Camagüey), que marca el surgimiento de la Nación
cubana, se firmó en campo insurrecto el 10 de abril de 1869, a seis meses del
comienzo de las hostilidades contra el colonialismo español, el 10 de octubre
de 1868.
El documento,
estructurado en 29 apartados, es la primera de tres cartas magnas mambisas (del
apelativo "mambí", dado y asumido por los insurrectos), que rigieron
la República en Armas, a lo largo de las guerras independentistas decimonónicas
en la isla caribeña.
Tomado del sitio digital
Radio
COCO
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