Pablo Alfonso |
Pablo
Alfonso, el mejor pagado de los reporteros de Miami
Durante
el procesamiento de los Cinco, recibió
$58,600, y $252,325.00 entre
noviembre de 1999 y enero de 2009. Salió bien pagado y con una mancha
imborrable
Pablo
Alfonso se excedió
en su rol
de transmitir noticias
para crear miedo
y aprensión sobre
Cuba en la
comunidad de Miami. Él
recibió una de
las cantidades más
grandes de pago
gubernamental durante el
procesamiento de los
Cinco, $58,600, y
$252,325.00 entre noviembre
de 1999 y
enero de 2009.
Él
escribió exhaustivamente para
El Nuevo Herald
acerca del derribo
de los aviones
de Hermanos al
Rescate, manteniendo regularmente
la histeria anti-Cuba,
la cual se
intensificó después que
los Cinco cubanos
fueron arrestados el
12 de septiembre
de 1998, con
el mensaje constante
de que los
acusados y Fidel
Castro debían ser
culpables.
El
20 de septiembre
de 1998, solo
ocho días después
de que los
Cinco cubanos fueran
arrestados, Alfonso publicó
un artículo en
El Nuevo Herald,
“Espías: Un viejo
consejo de Krushchev”,
en el cual
escribe que el
líder soviético Nikita
Khruschev sugería que
el líder cubano
Fidel Castro enviara
agentes para infiltrarse
en los Estados
Unidos.
En
una referencia inventada,
que fue usada
más tarde falsamente
contra Gerardo Hernández,
se mostró una fotografía de los
Cinco como un
peligro para la
comunidad cubanoamericana exilada
en Miami. Pablo
Alfonso usa supuestas
citas de Khruschev: entre los
muchos consejos que
Castro recibió de
Kruschev estaba el
de infiltrar espías
en las organizaciones exiliadas
del sur de
la Florida y
en el aparato
militar estadounidense.
La
acusación hecha esta
semana por el
FBI ante una
Corte Federal de
Miami contra 10
presuntos espías castristas,
parece dejar en
claro que el
viejo consejo de
Kruschev no fue
desestimado por su
discípulo caribeño. Según
lo citado por
Fursenko y Naftali,
Kruschev dijo a
Castro que La
Habana “debería poner
todo su empeño
en penetrar a
los grupos exiliados
para aplastar sus
planes aún antes
de queellos avanzaran
lo suficiente”.
“Hay
veces en que
los servicios de
seguridad deberán eliminar
físicamente a los
líderes de la
contrarrevolución en el
exilio”, aconsejó Kruschev.
Alfonso,
junto con otros
periodistas de Miami,
fue muy productivo
en la caracterización de
Fidel Castro --y por
asociación, a los
Cinco cubanos -- como un
peligro y una
amenaza para la
seguridad de Estados
Unidos.
En
el artículo del
16 de septiembre
de 1998 titulado
“Posible Alianza con
el Terrorismo”, sólo
cuatro días después del
arresto de los
Cinco, Alfonso entrevista
a "expertos militares”
cubanos exiliados, que
afirman que la
detención de los
cinco acusados cubanos
por el gobierno
de EE.UU. puede
estar motivada por su necesidad
de detener la alianza
de Cuba con
países que EE.UU.
ha declarado terroristas:
La
sorprendente ofensiva contra
una supuesta red
de espías cubanos
en Miami podría
ser una acción
destinada a prevenir
una posible colaboración
del gobierno de
Cuba con países
involucrados en acciones terroristas contra
Estados Unidos, según
expresaron expertos en
asuntos militares y
de inteligencia a
El Nuevo Herald.
[El
desertor cubano anónimo]
Lorenzo dijo que no le
sorprende que el
régimen de Fidel
Castro está “prestando
o vendiendo sus
servicios de inteligencia” a grupos
terroristas islámicos o
naciones poderosas interesadas
en llevar a
cabo actos terroristas
en territorio norteamericano.
Según
Eneido Oliva, director
del Consejo Militar
Cubano-Americano, con sede
en Washington, no
es ninguna sorpresa
que Castro mantenga
vínculos con grupos
y naciones que
practican el terrorismo.
“Para
mí no hay
duda de que
Fidel y Raúl
Castro representan una
amenaza para la
seguridad nacional de
Estados Unidos que
puede incluir cualquier
acción de esa
naturaleza”, afirmó Oliva,
general retirado del
ejército de Estados
Unidos.
La
decisión de irrumpir
en la red
la tomó “la
administración porque ellos
han creído que
se aproximaba una
acción o evitando
que se expandieran
más”, agregó Oliva.
Este
tipo de informes
de Alfonso —sin
fundamentos, especulativos y
falsos —sobrepasaron las normas
periodísticas para crear
un cargado ambiente
en contra de
los hombres asociados
con la defensa
de Cuba.
Alfonso
y otros reporteros
de Miami pagados
por Estados Unidos,
acusaron continuamente a
Fidel Castro de
nefastos crímenes con motivaciones para
vincularlo con los acusados.
El
mensaje era: “Si
se exonera a
los Cinco; se
exonera al dictador
Fidel Castro”.
Esta
fue la acusación
utilizada escandalosamente por cada
uno de los
periodistas que trabajaban
para el gobierno.
Sin
justificación alguna, los
Cinco fueron acusados
constantemente por los
reporteros del gobierno
de terrorismo y
amenazas a la
seguridad nacional, a
pesar del hecho
que los Cinco
estaban en realidad
haciendo un seguimiento
a los movimientos
de las organizaciones terroristas
cubanas en Miami,
para frustrar sus
ataques; algo de lo que el
Gobierno tenía pleno
conocimiento.
Los
datos de los
pagos a Alfonso
solo comienzan con
la fecha de
noviembre de 1999,
porque el Departamento de Estado
estadounidense —que posee
todos los documentos
de la Agencia
de Información de
Estados Unidos (USIA)— se niega
a dar a
conocer detalles de
sus pagos a
Alfonso y otros
periodistas antes del
1 de noviembre
de 1999.
Todavía
no es posible
determinar si Alfonso
recibió pago antes
de esa fecha.
Su cobertura se
extendió hasta bien
entrado el período
del juicio. Nuestras
investigaciones continúan.
La jueza de
primera instancia dictó
una orden de
silencio en octubre
de 1998, prohibiendo
a las partes
involucradas de hacer
declaraciones a los
medios de comunicación
que puedan desbalancear
los resultados del
juicio.
El 27
de
noviembre del 2000
comenzó la selección
del jurado. La
jueza Joan Lenard
dio instrucciones para
extender la orden
de silencio emitida
en octubre de
1998 después del
arresto de los
Cinco cubanos:
“Voy
a extender la orden de
embargo para que
los testigos no
sólo no deban
de hablar entre
ellos, sino que
no deban hablar
con los medios
de comunicación y
sospecho que todos
los abogados le
darán instrucciones a
sus testigos para
que no hablen
entre ellos ni
con los medios”.
Uno
de los testigos
de la fiscalía
que a los
medios de comunicación
se les prohibió
citar o hablar
fue José Basulto,
jefe de Hermanos al
Rescate. Basulto y
los medios de
comunicación empleados secretamente
por el gobierno
violaron la orden
en repetidas ocasiones.
En
un artículo del 14
de enero del
2001 titulado “Llevarán
el Caso de
Hermanos al Gobierno
de Bush”, Pablo
Alfonso cita a
José Basulto, jefe
de Hermanos al
Rescate y testigo
de la fiscalía,
sobre el derribo
de las avionetas
y una petición
que Basulto circulaba
pidiendo el enjuiciamiento de
Fidel Castro por
parte gobierno de
EE.UU. por el
derribo de las
avionetas.
El
8 de septiembre de
2006, cinco años
después de que
los Cinco cubanos
fueron injustamente condenados,
The Miami Herald publicó un
artículo de Oscar
Corral, en el cual presentó a
Alfonso y a otros nueve
periodistas como empleados
del Gobierno a través
de Radio y
TV Martí. Alfonso
fue despedido inmediatamente. Sin
embargo, después de
un boicot del
periódico por el
ala derecha de
Miami y la
cancelación de más
de 2,000 suscripciones, Alfonso
y Wilfredo Cancio
Isla fueron recontratados.
LO QUE DICE LA DECLARACIÓN JURADA DEL
ABOGADO MARTIN GARBUS
Martin Garbus, abogado de Gerardo Hernández
Nordelo, presentó el 31 de agosto de 2012, ante el Tribunal de Distrito del Sur
de La Florida, una Declaración Jurada a favor de anular la condena, en la cual
mostró las características y antecedentes de algunos de los periodistas a los
que el gobierno de Estados Unidos pagó secreta e ilegalmente, y algunos de los
materiales propagandísticos publicados, discursos y transmisiones de radio y TV
que violaron la integridad del juicio efectuado en Miami contra los Cinco, y
que también violaron la Constitución de los Estados Unidos.
Sobre el caso de Pablo Alfonso, el abogado
Garbus expresó en el párrafo 24 de su Declaración Jurada:
Pablo Alfonso (…) era un antiguo
reportero de El Nuevo Herald y el autor de no menos de 96 artículos
relacionados con el juicio contra el Peticionante (Gerardo Hernández Nordelo).
Supuestamente estuvo preso en Cuba durante 8 años por publicar una carta
clandestina. Los contratos conocidos en virtud de la FOIA, demuestran que
Alfonso, uno de los propagandistas mejor pagados, recibió de la BBG el monto de
$58,600 durante el período comprendido entre el 1 de noviembre de 1999 y el 31
de diciembre de 2001. La suma total recibida hasta el 22 de agosto
de 2007 fue de $252,325.
(En los
PDF del Comité Nacional por la Libertad de los Cinco –en español e
inglés—aparece este texto)
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