La última modalidad que la maquinaria
subversiva diseñada en Estados Unidos contra Cuba ha puesto en práctica es el
otorgamiento de “becas” en Miami, a un grupo de jóvenes, coincidentemente
vinculados a grupos contrarrevolucionarios o hijos de connotados mercenarios
que, desde dentro de la Isla, contribuyen a diario a crear un ambiente de
desestabilización social, según los dictados de la Sección de Intereses de
Estados Unidos en La Habana y la USAID.
Esta vez el Miami Dade College acogió a 9 “estudiantes”
entre los que destacan una hija de Berta Soler, líder de las controversiales
Damas de Blanco, así como Sahily Navarro, hija de otro contrarrevolucionario
recién excarcelado, el graffitero Danilo Maldonado, conocido como “El Sexto”, las abogadas Laritza Diversent y
Yaremis Flores, y el bloguero Henry Constantin, todos de larga data en el
negocito de la disidencia, y para algunos, como forma de asegurar que la tajada
que paga la USAID siga llegando sin problemas a las “familias” que dirigen la
contrarrevolución dentro de la isla.
Queda este artículo de la joven
cubanoamericana Yadira Escobar, como muestra del sentimiento que deja entre
algunos en Miami, esta nueva maniobra contra Cuba.
Echando
a perder lo que pudo haber sido un proyecto fantástico
Por Yadira
Escobar*
Recientemente contacté a dos de los
estudiantes que llegaron con un grupo de jóvenes
cubanos que se oponen
públicamente al
gobierno cubano y a sus ideas políticas y que hace poco
matricularon en el Miami Dade College, gracias al trabajo del “Centro para
Iniciativas Latinoamericanas y Caribeñas” (CLACI). "estudiantes" cubanos recién llegados a Miami |
Llamé a Soandry del Río y a Danilo Maldonado
Machado (más conocido como “El Sexto”) con la esperanza de obtener más
información para el público curioso. Sin pensarlo mucho, accedieron a ser
entrevistados y a discutir sus impresiones personales acerca de la iniciativa.
Sin embargo, más tarde, y por alguna razón
desconocida, rehuyeron nuestras cámaras y eludieron la reunión.
El grupo de estudiantes de Cuba que se
encuentra aquí han recibido el apoyo
total del gobierno de EE.UU., Miami Dade College y la “Fundación para los Derechos Humanos en Cuba” (FHRC), la
cual depende para su financiamiento de la Fundación Nacional Cubano Americana
(FNCA).
Se espera que después de seis meses de
estudio aquí, regresen a la isla y de esa manera impactar la sociedad con sus
recién adquiridos conocimientos y habilidades.
Recibirán créditos de nivel universitario
por las lecciones y los certificados correspondientes. Según los medios de Miami,
cada uno de ellos gastará entre $12 000 y $15 000 dólares, no solo en clases,
sino en transporte, alimentación, vivienda, etc.
Por lo que he oído en las estaciones cubanas
de la radio local, la comunidad del exilio no lo está tomando muy a la ligera. A
pesar de que hay mucha confusión y falta de información, muchos están furiosos
con la llamada invasión y se han declarado en contra del proyecto.
Los extremistas de derecha sencillamente son
alérgicos a cualquier cosa que establezca contacto con Cuba. Y aunque el
proyecto está dirigido por individuos que pregonan los ideales correctos del
“exilio”, los extremistas han repudiado
rápidamente (por temor) lo que en apariencia no comprenden.
Me gustaría creer que estos jóvenes son
libres y responsables, y que no temen al verdadero público norteamericano o a
la prensa alternativa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que están
eternamente en deuda con sus patrocinadores aquí en EE.UU., y por el momento
dependen de ellos.
Seguramente saben que en la actualidad son
privilegiados por estar aquí solo debido a su activismo en contra de Cuba.
Lamentablemente, este tipo de relación termina en la completa sumisión al viejo
orden establecido de los cubanos exiliados.
Lo que de otra manera habría sido un
fantástico proyecto de verdadero crecimiento intelectual y contacto entre dos
orillas se ha revelado como un mero filtro selectivo para entrenar a futuros
saboreadores del estado. Estos estudiantes solo fueron seleccionados por su
perfil ideológico. El proyecto con seguridad es totalmente político por
naturaleza y expresión.
Fue creado tan solo para recompensar y
consentir a un cierto tipo de cubano que está insatisfecho con las leyes de su
país. Esto pudiera condicionar muy fácilmente la conducta de los que dentro de
la isla aspiran a beneficiarse de esta oportunidad de carrera, la cual, según
sus patrocinadores, es solo para la sociedad civil. En la práctica, esto solo
beneficiará a los enemigos del estado cubano.
Cuando se utiliza un filtro político para
seleccionar a algunos candidatos y rechazar a otros por sus ideas, entonces ese
proyecto está corrompido desde su creación. Es una lástima, ya que por primera
vez estudiantes verdaderos pueden venir desde la Isla a estudiar en este país
usando las nuevas leyes de reforma migratoria, sin embargo, la sociedad civil
no es el beneficiario principal.
El blog de Emilio Ichikawa declara que la
institución que recibirá al grupo de estudiantes está dirigida actualmente por
un exburócrata cubano que también fue un comunista y funcionario cubano
convertido en vehemente anticomunista. Eso es bastante escandaloso. La
impresión general es que el proyecto es más un show político que un verdadero
empeño académico.
No obstante, me alegra que estos estudiantes
estudien y mejoren durante los meses venideros, y con suerte alguno regresará
con un verdadero conocimiento de los negocios. Quizás uno sea inspirado a
iniciar un empeño independiente de algún tipo con sus recién aprendidas
habilidades administrativas. Sería una buena noticia saber que uno de ellos se
ha unido al creciente sector privado en Cuba y que ha tenido éxito.
Por supuesto, no sería ético si esto fuera
un gran plan para engañar a los cubanos para que piensen diferente o intenten
interferir en la soberanía de su país. El momento histórico por el que
atraviesan las relaciones EE.UU.-Cuba es muy delicado en la actualidad.
Aunque hay un rayito de esperanza. Son
necesarios algunos puentes para establecer la comunicación, siempre y cuando no
sean contaminados por la interferencia política por medio de programas
universitarios aparentemente inofensivos, pero secretamente planeados.
*Yadira
Escobar – joven cubanoamericana residente en Miami, nacida en la provincia de
Camagüey, Cuba, en 1988, y que emigró junto a su familia a Estados Unidos con
solo seis años de edad, autora del blog de Yadira.
Tomado
del sitio digital de Progreso Semanal
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