Hoy Cuba amanecerá vestida de amarillo, y
aun cuando es 12 de septiembre y coincida con la celebración de la Santísima
Caridad del Cobre, la Cachita mambisa que siempre protegió a todos los cubanos
valientes con su manto ambarino, llevaremos cintas y listones amarillos para
exigir que nuestros hermanos Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando regresen a casa.
Ellos están injustamente presos. Su único
delito fue alertar a Washington de los terroristas que se esconden tras las
vidrieras sofocantes de odio en Miami y que no cejan en su empeño de hundir en
sangre la tierra que alguna vez lo vio nacer.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando
González, y Antonio Guerrero, llevan más de 15 años de cruel encierro. René
González ya está en tierra segura, después de padecer 13 largos años separado
de Olguita y de sus hijas.
Pero ni siquiera eso impide que sigamos
alzando la voz por Los Cinco, un nombre que ya es ícono de la dignidad de estos
cinco hombres que no se dejaron comprar ni chantajear por los verdugos de su
pueblo.
Por ellos llevaremos hoy cintas amarillas.
Donde quiera que haya un cubano digno, allí estará el grito de libertad que
irremediablemente retumbará en los cuatro costados de la Casa Blanca.
Hace muchos años en Estados Unidos, y
después que terminó la infausta guerra en Viet Nam, quedaron cientos de
soldados estadounidenses presos o desaparecidos en la península indochina.
Los norteamericanos no los olvidaron, y
colgaron cintas amarillas en los árboles, en las casas y en las ropas. Igual
hicieron cuando la crisis de los rehenes en Irán, según contó hace poco el
abogado cubanoamericano José Pertierra.
Ahora nos toca a nosotros enviar el mensaje
al pueblo de Estados Unidos, y llenaremos de cintas amarillas cada ceiba, cada
palma, cada puerta, cada rincón de la Patria, para que el mundo sepa que Cuba
espera con amor a sus cuatro hijos injustamente encarcelados por luchar contra
el terrorismo.
Ya yo tengo lista mi cinta amarilla y la
luciré orgulloso en mi pecho, aun estando lejos de la Patria. Seguro también,
que tú llevarás la tuya.
Realmente es sorprendente tomar la 5a Avenida, Carlos III, 10 de octubre, en fin: cualquier calle de nuestro pais y ver los lazos amarillos iluminando con su mensaje, la hermosa Campaña por la liberación de los Héroes que durante 15 años han sufrido injusta cárcel por los derechos de autodeterminación de nuestro pueblo. Salvaguardar la paz, evita la Guerra.
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