Los cubanos tratan de defender su terreno
digital en Twitter e intentan contrarrestar, según los expertos, una campaña
digital que se lleva a cabo contra la isla con el fin de acallar
informáticamente al país.
Los usuarios de la isla caribeña denuncian
numerosos casos de bloqueos de cuentas en dicha red social. Muchos de los
tuiteros, entre ellos famosos periodistas, sufrieron un serio golpe en sus
perfiles: algunos perdieron muchos seguidores, otros tuvieron problemas con la
escritura de mensajes y los más desafortunados vieron cómo les suspendían las
cuentas.
Y todo esto empezó ni más ni menos que el 26
de julio, un día emblemático para Cuba. Los blogueros con experiencia creen que
la explicación es simple. “El tema es manipular la verdad sobre Cuba, la verdad
sobre Cuba o la verdad sobre los países de América Latina con tendencias de
izquierdas, que están haciendo algo por el pueblo. Y realmente la idea de ellos
es que eso no se conozca”, explica el bloguero Alejandro Cruz.
Pero la indignación de los usuarios de la
célebre página de miniblogs creció con la censura de aquellos comentarios que
hacían referencia a la solidaridad de los líderes latinoamericanos que apoyaban
a sus socios cubanos, en particular los mensajes sobre el respaldo venezolano.
Los expertos explican esas irregularidades
en el funcionamiento de Twitter como una campaña digital que se lleva a cabo
contra la isla y como un intento de acallar informáticamente a los países que
abogan por el levantamiento del embargo al que la somete EE.UU. “Después de las
revelaciones que hemos conocido sobre lo que tiene que ver EE.UU. con Internet,
me parece que [EE.UU.] anda cerca, o alguien quien se relaciona muy bien con el
Gobierno de EE.UU.”, dice el analista político Iroel Sánchez.
El caso del 26 de julio no fue el primero.
Antes, en reiteradas ocasiones y durante fechas importantes para Cuba, ya
pasaron cosas extrañas con las cuentas de personas que ensalzaban al país. Por
ejemplo, el pasado mes de enero fueron bloqueados 940 perfiles, supuestamente
por la difusión de mensajes basura.
Los expertos indican que esto no pasaría con
los blogueros que integran la oposición cubana. “No, no solo no les censurarían
las cuentas, sino que se las inflan con tuiteros fantasma, como demostró una
investigación del periódico mexicano ‘La jornada‘.
O sea, las inflan con tuiteros fantasma, y
cuando eso se denuncia los protegen”, dice Iroel Sánchez. Para la población,
estos caprichos sobre la denunciada parcialidad de Twitter contradicen los
principios de la misma red social. “Creo que no deberían hacerlo, creo que eso
no se debe hacer porque no cumple con el objetivo con que se creó el Twitter.
Twitter debe ser una cosa libre para todo el mundo”, dicen los cubanos entrevistados
en la calle.
Los cubanos, con su empeño en respaldar a
los usuarios de Twitter afectados, han dejado claro que no darán su brazo a
torcer. No obstante, a causa de las condiciones del embargo, tendrían un acceso
restringido a las posibles soluciones de tales problemas en el futuro.
Realmente Cuba tiene que hacer muchos
esfuerzos para superar la opresión digital: la isla sufre el bloqueo de
servicios de Internet que van desde la reserva de pasajes hasta herramientas
como Google Earth o Google Analytics, a las cuales tiene acceso casi todo el
mundo. Efectivamente, en cuanto el Gobierno cubano levanta un poco la voz,
EE.UU. se apresura para ponerle en jaque. Recientemente La Habana manifestó que
Washington intensificó su bloqueo de la isla.
En esta ocasión, las víctimas de las
acciones de la Casa Blanca fueron un banco italiano y una de las mayores
empresas turísticas norteamericanas, a las que sancionaron con multas
millonarias solo por haber operado con Cuba. Se trata de un obstáculo más para
un pueblo que resiste los estragos del embargo desde hace ya más de cinco
décadas.
Publicado
por Russia Today y tomado del sitio digital La pupila insomne
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