“Que
coman torta”, dicen Ros-Lehtinen y Díaz-Balart
por Álvaro
Fernández – tomado del sitio digital Progreso Semanal
Veinticinco por ciento de las personas que
viven en los distritos congresionales de Ileana Ros-Lehtinen y Mario
Díaz-Balart pasarían hambre –al menos parte del tiempo– si no recibieran sellos
de alimentos subsidiados por el gobierno federal. Así dice el Buró del Censo de
EE.UU.
Ileana y Mario representan a más de un
millón de personas que viven en esos distritos del Sur de la Florida. Saquen la
cuenta, y el potencial para el hambre en sus zonas podrían convertirse en un
tema muy importante. Y seguramente en Miami residen algunas de las personas más
ricas del país.
Pero también tenemos nuestra cuota de
algunas de las más pobres. Así que basándonos en el censo de EE.UU. de hoy, si
uno se diera una caminata por las áreas que los mellizos de apellido compuesto
pretenden representar, y donde lloriquean por votos cada dos años en nuestras
elecciones donde lo que más importa es el dinero, a una de cada cuatro personas
que viven en sus distritos les cuesta trabajo poner comida en la mesa.
Pero… según su historial de votación en el
Congreso, este hecho parece no importarles a Ros-Lehtinen and Díaz-Balart.
Hace como una semana, los republicanos de la
Cámara de Representantes impusieron en el Congreso un proyecto de ley que
recortaría miles de millones de dólares del programa de sellos de alimentos.
Los líderes republicanos dijeron que la medida era necesaria porque el programa
había crecido fuera de control.
También señalaron a la decreciente tasa de
desempleo como prueba de que el dinero se estaba derrochando y que las cosas
estaban mejorando.
Tanto Ros-Lehtinen como Díaz-Balart votaron
a favor del recorte. Esto significa que hipotéticamente durante la próxima
década este programa –que ayuda a una de cada cuatro personas en sus distritos
congresionales– será reducido en unos $40 mil millones. Menciono la hipótesis
porque el presidente ha prometido vetar tal proyecto de ley si llega a su
oficina.
Sin embargo, el hecho es que los mellizos
están de acuerdo con reducir los fondos para programas que benefician a
personas en sus zonas de residencia que pudieran pasar hambre.
Entonces,
¿a quiénes representan?
Realmente no sé. Pero puedo especular,
basándome en sus acciones.
Por ejemplo, tanto Mario como Ileana votaron
a favor de una parte del Proyecto Agrícola –en el cual se llevaría a cabo la
reducción de los sellos de alimentos– que continúa subsidiando a Alfy y Pepe
Fanjul, los productores floridanos de caña de azúcar.
Según un análisis de la Oficina General de
Contabilidad del gobierno federal, los Fanjul reciben $60 millones de dólares
anuales de manos del gobierno federal por concepto de subsidios. Para un producto que todos los nutricionistas
están de acuerdo en que nos está matando. Y que el gobierno de EE.UU. mantiene
artificialmente alto su costo en el país, lo que provoca más altos precios en las tiendas de alimentos.
(El año pasado, el precio del azúcar en el mundo promedió los 26,5 centavos la
libra, comparado con 43,4 centavos en EE.UU.)
En otras palabras, los hermanos no pasarían
hambre si su subsidio fuera suspendido. A estas alturas, ya son billonarios.
¿Y cómo
hicieron sus billones?
Si realmente quieren saber, revisen un filme
documental titulado The Sugar Babies (Los bebés del azúcar) que posiblemente
los escandalice. Y eso hará que ustedes se pregunten acerca de la lealtad que
prestan a estos dos hermanos los políticos –los cuales incluyen a Ileana
Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart.
Un subsidio para individuos que han sido
acusados, entre otras cosas, de prácticas esclavistas en sus plantaciones de
caña de azúcar. Sin mencionar el daño que han provocado en el medioambiente de
la Florida debido a los vertimientos de sus centrales azucareros.
Me atrevo a decir que si la Florida alguna
vez se queda sin agua potable suficiente para sus habitantes (y ese día puede
que esté más cerca de lo que nos gustaría admitir), los Fanjul estarían a la
cabeza de la lista de los perpetradores. Pero… los subsidiamos un año tras
otro… y Ros Lehtinen y Díaz-Balart votan a su favor. A veces a expensas de la
gente de sus distritos que puede que lleguen a pasar hambre.
El New York Times reporta que “Según la
Oficina Congresional del Presupuesto, bajo el proyecto de ley de la Cámara de
Representantes, casi cuatro millones de personas serían eliminadas del programa
de sellos de alimentos a partir del año próximo. La oficina del presupuesto
dijo después que unos tres millones serían eliminadas cada año del programa”.
Y posiblemente lo más triste es que “los que critican la
medida dijeron que las reducciones afectarían de manera desproporcionada a los
niños”, reportó el NY Times. Y como dijo Bruce Lesley, presidente de First
Focus Campaign for Children, “Sí, el gobierno federal tiene problemas
presupuestarios, pero los niños no los provocaron y reducir las inversiones
contra el hambre es la forma equivocada de solucionarlos”.
Basándome en estos y muchos otros factores,
pienso que ya es hora de que los electores en los Distritos 25 y 27 comiencen a
preguntarse para quienes trabajan en realidad sus representantes en el
Congreso. Porque si resulta que uno está de mala suerte, no cuenten con que
Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart vengan en su ayuda.
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