periodista cubano Edmundo García en su habitual programa La tarde se mueve |
Por Edmundo
García*
Por razones que todos conocen y muchos
defendemos, esta última semana se han intensificado las muestras de solidaridad
con los cinco Héroes de la República de Cuba, cuyo arresto violento, injusta
condena e inmerecida prisión, cumplieron quince años.
A la derecha extremista de Miami le molesta
mucho el apoyo nacional e internacional a la causa de los cinco. Le pone
belicosa que ellos no se hayan doblegado. Le irrita y le duele porque en su
estrecha mentalidad ellos debían haberse quebrado desde el momento en que le
empezaron a pedir tan desmesuradas condenas por delitos que no cometieron.
Algunos de los cuales fueron apareciendo
durante el juicio; como uno imputado a Gerardo Hernández 7 meses después del
comienzo de ese proceso que califica como el más largo desde la fundación de
los Estados Unidos.
Ese disgusto con la lealtad de los cinco a
Cuba, a Fidel, a su pueblo y a los principios de la revolución provoca que cada
vez que La Tarde se Mueve les dedica un programa a los antiterroristas cubanos,
la derecha se movilice y pase de la ofensa a la calumnia y de ahí a las
amenazas de muerte.
Como algunos recuerdan, el día 26 de junio
del 2012 La Tarde se Mueve realizó una entrevista al Dr. José Pertierra sobre
una moción que había presentado el abogado Philip R. Horowitz ante la jueza
Joan Lenard para variar los términos de la libertad supervisada de René
González.
Al día siguiente tomé opiniones en Miami
sobre la conversación con el Dr. Pertierra y durante la emisión se produjo una
flagrante amenaza de muerte a René a través de la radio.
Mirando los hechos en la distancia,
agradezco a aquellos que me recomendaron guardar record de la llamada.
Reproduzco un fragmento de ella y ustedes pueden leerla completa en los
archivos de La Tarde se Mueve:
-OYENTE:
Que se quede, yo quiero que (René González) se quede, y mientras más sufra él y
la familia separados mejor para nosotros, que se quede aquí (en Miami).
-EDMUNDO
GARCIA: Ah, y que cuando se quede a vivir en los Estados Unidos pueda…
-OYENTE:
El no se va a quedar, el no se va a quedar, mira lo que le pasó a Airline
Brokers, así le puede pasar a él, igualito.
-EDMUNDO
GARCIA: Ah, qué interesante…
-OYENTE:
El no es bobo, él sabe que…
-EDMUNDO
GARCIA: Tú estás reconociendo que habría la intención de hacerle daño (a René).
-OYENTE:
Claro, y con mucho gusto por supuesto… (http://latardesemueve.com/archives/725)
Eso fue hace más de un año. Pero el viernes,
luego de comentar la gala “Les doy una canción” celebrada el miércoles 11 en La
Habana, y el concierto en el Monte de las Banderas frente al Malecón el jueves
12, hubo una nueva amenaza de muerte en el programa.
Aquí la comparto con ustedes como
información general sobre las sorpresas que se reciben en el “democrático”
Miami:
-OYENTE:
Edmundo, tú sabes que yo te veo en el mismo camino de Luciano Nieves.
-EDMUNDO
GARCIA: ¿Usted cree? Dígame, explíqueme más, ¿lo va a hacer usted? ¿Usted me va
a asesinar?
-OYENTE:
Eso es lo que te mereces.
(La
llamada telefónica la pueden escuchar aquí en el minuto 49:00 de la
grabación:http://latardesemueve.com/grabaciones)
Como este tipo de amenazas es algo con lo
que hay que convivir, por lo menos puede ser útil para hacer un poco de
historia y contarles qué fue lo que pasó con Luciano Nieves en Miami.
Es algo que los mayores me han contado y que
también he leído en la prensa de aquellos tiempos. Una época vieja que algunos
insisten en regresar, con el objetivo confeso de implantarla en Cuba después de
lo que llaman un “cambio de régimen”.
Luciano Nieves Mestre llegó a Estados Unidos
a través de España a mediados de los años 60. Unos dicen que en 1965, otros que
en el 64. Estaba casado con Milagros Domínguez y tenían 4 hijos, tres hembras y
un varón. Luciano Nieves tenía otros 2 de un anterior matrimonio.
En Miami empezó a defender la idea de una
reconciliación entre cubanos y el acercamiento con la isla que había dejado
atrás. Distante de la realidad de Cuba, criticaba a los grupos violentos y
afirmaba que había que derrocar la revolución por vía pacífica; una quimera
política que todavía puede escucharse en este pueblo.
Para eso Luciano Nieves decía que había
formado dentro de Cuba un titulado Partido Laborista. Cuando posteriormente se
enteró que en Cuba se preparaban elecciones para lo que sería el Poder Popular,
empezó a comentar en Miami que eran válidas y deseaba participar en ellas.
Luciano Nieves, que había luchado contra
Batista y militado en la Juventud Ortodoxa de Las Villas, fue tratado
despreciativamente en Miami como “infiltrado castrista”.
De las agresiones verbales los extremistas
pasaron a la agresión física cuando en marzo de 1973 fue golpeado en el
restaurante Versailles de la calle 8 (“Bersayas”, según la transcripción al
inglés de su declaración judicial); siendo condenado por el hecho el llamado
“dirigente anticomunista” Valentín Hernández.
Pero lo fatal no demoró en llegar. El 21de
febrero de 1975 Luciano Nieves recibió media decena de disparos de una calibre
45, el primero de ellos por la espalda según la autopsia, en el parqueo del
Variety Children’s Hospital de Miami.
El Dr. Dagoberto J. Garcés, que fue el
primero que lo atendió en el lugar de los hechos, dijo que al instante
comprendió que el herido era “un caso sin esperanza” y que falleció
inmediatamente.
Luciano Nieves se encontraba en el Hospital
pediátrico porque tenía ingresado a su hijo Fernando, de 11 años de edad, por
una infección en la garganta. Milagros le acompañaba, mientras Luciano había
tenido que salir para atender a las niñas: Otmara, de 13 años, Elizabeth de 7 y
Georgina de 6. Por eso fue que lo encontraron en el parqueo. Lo balearon a
mansalva, presuntamente unos sicarios disfrazados pues la policía encontró una
peluca en el entorno.
Aunque los guapos del Miami actual más bien
se dedican a las broncas con los quintales de chicharrones de puerco y los
atentados contra los galones de café con leche, eso no impide que sueñen con
regresar a la época de las bombas y el tiroteo; como demostró el atentado con
artefactos incendiarios a la sede de Airline Brokers en Coral Gables, todavía
sin aclarar.
Parece que los acosadores están recurriendo
nuevamente al crimen porque están faltos de héroes. Tan raquíticos están sus
altares que últimamente los extremistas de Miami han tratado de glorificar a un
señor llamado Ivor Levy, renegado de su propia causa, que según varios
testimonios es un sospechoso de delación a sus compañeros desde hace bastante
tiempo.
No quepa ninguna duda, si los extremistas
pudieran traerían aquel Miami de pistoleros de regreso, lo llevarían a Cuba
para tratar de curarse de sus frustraciones.
Creen que estarían un poco más tranquilos si
lograran eliminar esa hora diaria de radio que tanto odian. Pero por desgracia
para ellos las ideas no se matan; mucho menos con petardos, o con tiros.
* Edmundo García es periodista cubano residente en Miami, conductor del espacio radial La tarde se mueve.
Tomado
del sitio digital La tarde se mueve
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