Luis René Brizuela, periodista de Prensa Latina, a su paso por Damasco |
Por Bertha
Mojena Milián
El joven periodista cubano Luis Brizuela
estuvo como corresponsal en Siria durante 11 meses. En ese tiempo fue testigo
excepcional de los duros momentos por los que atraviesa la nación árabe y ahora
relata sus historias…
Un joven colega ha regresado a Cuba después
de laborar durante 11 meses en Siria, como corresponsal de la Agencia
Latinoamericana de Noticias Prensa Latina. Esta fue su primera misión
profesional en el exterior y la valora como una experiencia única por la
posibilidad de reportar y escribir diariamente sobre los sucesos en esa nación
árabe.
Invitado por el Instituto Internacional de
Periodismo “José Martí”, Luis Brizuela Brínguez inauguró el nuevo espacio de
opinión y debate conocido como “De Primera mano” que este centro académico
propone para el curso escolar 2013-2014.
En su intervención, el periodista relató
pormenores de la labor informativa desarrollada en Siria, “un país en
conflicto, que se está destruyendo y cuya solución no se avizora a corto
plazo”, según su propia definición.
Los retos para Brizuela y su equipo de
trabajo fueron diversos: en primer lugar, el idioma, pues la mayoría de los
medios que transmiten desde Siria lo hacen en árabe y ellos lo desconocían casi
completamente; además, era complicado mantener un flujo permanente de
información con más de 10 horas diarias sin electricidad, debido a los
constantes sabotajes a las redes de alta tensión, los oleoductos, etc., y
tampoco fue fácil la adaptación y asimilación de una cultura totalmente
diferente a la nuestra.
Superar los obstáculos no fue fácil y
Brizuela asegura que recibió “el apoyo de los compañeros del Ministerio de la
Información” quienes los acompañaron, sirvieron de traductores y ayudaron,
sobre todo, “para comunicarnos directamente con la población. Téngase en cuenta
que allí las concepciones sobre la información, los valores noticias, lo que
conocemos y definimos desde este lado como objetividad periodística son
totalmente diferentes a lo que entendemos nosotros.”
Brizuela contó detalles de momentos muy
complejos que vivió durante estos meses en los que el conflicto sirio se ha ido
agudizando. “Todo comenzó con 5 o 10 personas que salieron a la calle pidiendo
reformas socio-políticas. Ellos recibieron estímulos desde el exterior y sus
acciones fueron aprovechadas con fines intervencionistas. De pronto comienza
una enorme campaña mediática en la que se dice que el gobierno estaba
masacrando al pueblo; pero, en realidad, el gobierno garantizaba la tranquilidad en esas manifestaciones y eso
fue aprovechado por grupos armados para disparar y culpar al propio gobierno
por la muerte de muchas personas”.
Damasco es una ciudad sitiada por Al Qaeda,
argumentó el corresponsal, “solo segura en una distancia aproximadamente entre
10 y 12 kilómetros, y se calcula que entre el 50 y el 80 por ciento de estos
grupos de la oposición pertenecen a esta organización y entran por la frontera
de Turquía y la de Jordania; aunque, en realidad, esta es una oposición
fabricada desde el exterior, a la que le llegan armas desde el Reino Unido,
Francia y, por supuesto, de Estados Unidos, a través de la CIA,
fundamentalmente desde Libia, por la frontera con Turquía.”
Durante el conversatorio, Brizuela mostró
fotos, mapas y comentó sobre hechos vividos muy de cerca, como el atentado al
Primer Ministro sirio el pasado mes de abril y la utilización del gas sarín en
Damasco, el 21 de agosto. “Este es un hecho muy manipulado, que dio a Obama el
pretexto que ya había anunciado con su definición de la “línea roja” que marcaría el despliegue para la
intervención militar directa en el país. El objetivo del presidente
estadounidense estaba claro: cambiar el mapa geopolítico de la región del Medio
Oriente a su antojo, como lo ha pretendido hacer mediante las guerras de los
últimos años”.
Cuando le preguntaron por el rol de Rusia en
el conflicto, el reportero de Prensa Latina, graduado de Periodismo en la
Universidad de La Habana, en 2006, recordó que entre Rusia y Siria han existido
lazos históricos muy fuertes. “Los rusos tienen en ese territorio árabe su
única base naval en la región. Han logrado frenar la invasión ya planificada
contra Siria mediante el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Desde allí
las otras potencias pedían abiertamente la intervención militar. Gracias a la
acción del canciller Serguei Lavrov se han tratado de impulsar las llamadas
“conversaciones de Ginebra” en su segunda edición, para que se resuelva el
conflicto mediante elecciones en el país.”
Acerca del apoyo del pueblo al gobierno del
presidente Al-Assad, los videos que circulan en las redes sobre estos sucesos y
sus consecuencias humanas, Brizuela explicó que, en los inicios del conflicto,
eran millones de personas apoyando al gobierno y apenas unos miles a la
oposición, pero la prensa occidental mostraba en imágenes todo lo contrario.
“Esto mismo pasó después con los reportes, fotografías y videos de los
asesinados por el gas sarín, que cualquier persona, sin ser especialista y
apenas analizando, leyendo, conociendo, puede percatarse de que son realmente
montajes y muy pocas veces se ha explicado esto a profundidad”.
Brizuela reiteró que en Siria hay dos
guerras colaterales: una en el terreno y otra informativa. “Los sirios tienen
un gran problema para mostrar al mundo su visión, su verdad y dar una versión
alternativa sobre lo que ocurre allí. Los propios norteamericanos le han
impedido el acceso a los satélites. Además, circulan en las redes sociales
videos que no se han comprobado, realizados por aficionados que los cuelgan en
las redes sin que sean hechos verificados. Estos videos tienen mucho de
montaje, se difunden y los medios los publican, sin la más mínima ética. Es
tiempo de que Siria ofrezca su visión de la guerra, de su conflicto y eso
falta, los está afectando y contribuye al desconocimiento que existe”.
Al final del encuentro, el joven periodista
cubano recordó que Siria es un país democrático, que tiene su constitución,
elecciones presidenciales, determinados índices de desarrollo social que lo
distinguen dentro de la región. Las mujeres allí tienen voz y se aboga por el
derecho a la soberanía, la autodeterminación y la posibilidad de escoger el
sistema político que deseen tener y eso es realmente lo que molesta.
“En Siria no existe una guerra civil, sino
una invasión, pues los llamados ´rebeldes´ en realidad son mercenarios,
terroristas pagados por potencias extranjeras. Por eso llaman al gobierno de
Al-Assad como un régimen, porque se les enfrenta con la cabeza en alto.
Todo parece indicar, entonces, que seguirán
los ataques terroristas, la pérdida de vidas humanas, la destrucción del país. Estados Unidos no tiene la voluntad para sentarse a la mesa
de negociaciones y concretar los acuerdos de Ginebra. Los ha postergado una y
otra vez y, por tanto, no hay una solución política en el país. Ellos siguen
apostando al derrocamiento de Al-Assad o a su asesinato, mientras el pueblo
continúa padeciendo y, aunque algunos no estén de acuerdo con el gobierno, sí
están claros que ni guerras, ni sanguinarios como los de Al Qaeda, ni gobierno
extranjeros pueden ser la solución para
el futuro del país”, concluyó Brizuela.
Tomado
del sitio digital Cubahora
No hay comentarios:
Publicar un comentario