Salvador Corratgé (1928-2014) |
Las artes plásticas cubanas lamentan la muerte de Salvador
Corratgé, uno de los pioneros del arte abstracto en Cuba e importante
dibujante, ceramista, fotógrafo, diseñador gráfico, orfebre y serígrafo,
integrante del mítico grupo de los Diez Pintores Concretos.
El destacado artista, que este año estuvo
nominado al Premio Nacional de Artes Plásticas en Cuba, falleció el pasado
jueves a los 86 años de edad, a causa de complicaciones intestinales, mientras
se encontraba de visita en la ciudad de Miami, Estados Unidos.
Al momento de su muerte, Corratgé preparaba la
exposición personal Un
mar de formas, que planeada inaugurar el próximo 28 de noviembre, en la Galería
Latin Art Core, de Miami, una muestra retrospectiva que incluía desde obras realizadas
en la década de 1950, hasta las más recientemente confeccionadas para esta certamen.
El artista plástico, uno de los íconos de la
pintura en la isla, nació en La Habana en 1928, estudió en la Escuela Elemental
de Artes Aplicadas Anexa a “San Alejandro,” (1949-1950) y en la facultad de
Arquitectura de la Universidad de La Habana (1950-1951).
Admirador de las proyecciones estéticas de
Max Hill y Paul Lhose, Corratgé
debuta
en la escena plástica cubana en la década de los años 50 del siglo pasado, como
miembro activo de los llamados Pintores Concretos Cubanos, caracterizados por
una utilización sugestiva de formas geométricas, así como un inédito
tratamiento del espacio.
Según Lismeivis León Horta, la obra de
Corratgé “revalida su carácter innovador al mezclar, coherentemente,
abstracción geométrica e informalismo expresionista. Así, la indefinición de
los límites entre las diferentes vertientes abstractas se convierte en uno de
los rasgos distintivos que definen a originalidad de su estilo dentro de la
abstracción cubana de los últimos tiempos”.
Después del triunfo de la Revolución cubana,
Corratgé se desempeñó como agregado cultural en las embajadas de Cuba en Checoslovaquia
(1963-1967), y en la República Popular y Democrática de Corea (1977-1981).
Fue además, profesor del Curso Práctico de
Serigrafía y técnicas pictóricas singulares, en la Universidad de Oviedo,
Asturias, España, en 1995.
Obras suyas se exhiben actualmente en el
Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana, el Museo de Arte Contemporáneo de
México, el Museo de Krakow, Polonia, y el Palacio Imperial de Japón, entre
otros.
Para el crítico francés François Vallée, la
obra de Corratgé “es ejemplar por su brillantez, su rigor, su exigencia, su
continuidad, su exclusividad”.
“Este artista –agrega- siempre ha sido fiel
a los principios de una creación elaborada en la exploración e indagación
incesantes de una pintura que optó desde el principio por la línea, el círculo,
el plano y el color como principios exclusivos, rechazando así cualquier
referencia a lo anecdótico y prefiriendo condensar el pensamiento a través de
formas primarias no modeladas a partir de un objeto real y por tanto tan
concretas o sensuales como una hoja o una piedra, en el espacio de la tela”.
publicado en el sitio digital de Prensa Latina
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