por
Jean Guy Allard
Increíblemente, más de medio siglo después
del derrumbe de la infernal dictadura proamericana de Batista en Cuba,
subsisten en Miami nostálgicos del régimen de Fulgencio Batista que sueñan en
conquistar la Isla, con el apoyo de la CIA, a fuerza de provocaciones violentas
y de propaganda sucia
El Ministerio del Interior cubano anunció
este miércoles que detuvo a cuatro cubanos residentes en Estados Unidos que
planeaban ataques terroristas a
instalaciones militares por encargo de los autodenominados “grupos
anticastristas” de Miami, generados hace
décadas y luego tolerados - sino
orientados - por los servicios de inteligencia
norteamericanos.
El comunicado precisa que los detenidos -
como José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y
Félix Monzón Álvarez - confesaron que
ejecutaban órdenes de los bien conocidos
terroristas Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel
Alzugaray vinculados a la banda CIA de Luis Posada Carriles.
Este nuevo intento de realizar en Cuba
ataques terroristas es solo el último de
una interminable lista de actos de
violencia provocados desde los primeros días de la revolución cubana, todos sin
excepción, con el apoyo abierto u oculto, de una forma u otra, de la Agencia
Central de Inteligencia.
Durante décadas, la CIA ha creado, entrenado
y mantenido, tanto con dinero, asesores o con
armas, a toda una colección de grupos terroristas, en una ciudad de
Miami que literalmente penetró, ocupó, infiltró y dominó con estos fines con su
parafernalia.
El colmo se alcanzó cuando la agencia ordenó
la fusión de estas organizaciones cuya disciplina era a veces algo
aproximativa, en una “Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas
(CORU)”, el 11 de junio de 1976, en
Bonao, República Dominicana.
La CORU, bajo la dirección del “Pediatra de
la Muerte” Orlando Bosch – socio mayor de Posada Carriles - se convertirá rápidamente en el grupo terrorista cubanoamericano más
devastador de la segunda mitad del siglo pasado. Organizó y ejecutó, siempre
bajo control directo de la CIA, un sinnúmero de atentados, asesinatos,
secuestros y desapariciones no solo en Cuba sino en la propia Miami, en
Venezuela, Panamá, México, Argentina, Canadá y hasta en Europa sin olvidar la fascista Operación Cóndor, notablemente
con la DINA de la dictadura de Augusto Pinochet .
Entre los “soldados” los más fanáticos de la
Agencia – verdaderos SS del régimen que pretende representar la libertad – se
encontraba Luis Posada Carriles, un colaborador de la policía política y
militar de Fulgencio Batista, que fue entrenado inmediatamente a su llegada en
los “USA” como especialista en explosivos y represor de élite.
Posada pasará luego, sucesivamente, de
entrenador de terroristas en los Everglades, torturador y asesino en Venezuela
(con la DISIP) y América Central a narcotraficante, traficante de armas en
África; autor de intentos de magnicidio contra el líder histórico de la
revolución cubana, etc. La lista parece nunca terminar.
En 1997, Posada había concebido y dirigido
una serie de atentados con bombas contra instalaciones turísticas en Cuba, que
causaron la muerte de un turista italiano, Fabio Dicelmo. Tenían como propósito
esencial hacer creer, en el exterior de la Isla, en una sublevación contra el
gobierno revolucionario.
Posada – seleccionado por la CIA por sus
características de sicópata – nunca se curó de sus manías asesinas. Hace solo
unas semanas, el terrorista cubano
nacionalizado venezolano declaraba que iba
“a luchar en cualquier escenario, inclusive en Venezuela”, confirmando
las informaciones que lo vinculan a conspiraciones contra la persona del
Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El propio presidente de la Asamblea Nacional
(AN), Diosdado Cabello,confirmó hace
poco que el máximo responsable detrás de las operaciones para ejecutar el
magnicidio era Luis Posada Carriles… hoy identificado como el padrino de este
último complot terrorista contra Cuba.
UN RED
MAFIOSA AL SERVICIO DEL IMPERIO
En la nación que persiste en colocar a Cuba
en su infame “Lista de los países
patrocinadores del terrorismo” - cuando alberga e incluso mantiene en su territorio decenas de criminales que actuaron al servicio de la CIA en el mundo entero – decenas de cubanos recuperados y entrenados por la CIA siguen activos en una red mafiosa siempre dispuesta a ejecutar planes inspirados por orientaciones imperiales.
patrocinadores del terrorismo” - cuando alberga e incluso mantiene en su territorio decenas de criminales que actuaron al servicio de la CIA en el mundo entero – decenas de cubanos recuperados y entrenados por la CIA siguen activos en una red mafiosa siempre dispuesta a ejecutar planes inspirados por orientaciones imperiales.
El ejemplo más evidente de esta telaraña
letal es por cierto el agente CIA que ordenó el asesinato de Ernesto “Che”
Guevara en Bolivia en 1967 y que traficó narcóticos en El Salvador con Posada
Carriles años más tarde, Félix Rodríguez Mendigutía, que fue – irónicamente –
elegido hace unos días capo de la asociación de veteranos de la Brigada 2506,
tropa mercenaria de Playa Girón (alias Bahía de Cochinos) derrotada en menos de
72 horas, por la revolución cubana, en 1961.
(Irónicamente… porque este “héroe” de la
invasión CIA, entonces jefe de un "team" de infiltración, temeroso de
ser capturado, se pasó la operación escondido en un refugio siguiendo los
acontecimientos por televisión. Poco después fue sacado de su escondite por el
encargado de prensa y propaganda de la embajada del gobierno franquista
español.)
Tan podrido está el personaje que, acerca de
la muerte de Che Guevara que ordenó, confesó en una entrevista: “Mandé a Terán
que efectuara la orden. Le dije que debía dispararle (al Che) bajo el cuello ya
que así podríamos probar que había sido muerto en combate.”
Como si no fuera suficiente, Rodríguez se
jacta de su participación en la guerra de Vietnam, en la siniestra Operación
Fénix bajo el mando de Ted Shackley, otro SS del Imperio.
Que un grupo de cubanos de Miami escoge de
líder a un auténtico gánster, mercenario de servicios secretos de la nación
anexionista que siempre quiso desaparecer la suya, permite valorar hasta qué punto está anclado en su alma el
odio al país que los vio nacer.
Se dice que las fieras cuando se sienten
amenazadas se tornan más agresivas. La elección de Félix Rodríguez, como los
planes de Miami de acciones provocadoras de corte violento, son una prueba del
sentimiento de frustración que los embarga.
Las encuestas de opinión favorables a una
relación normalizada con Cuba y las
llamadas al diálogo con el gobierno cubano, expresadas por importantes
figuras políticas y organizaciones de EEUU, de manera evidente exacerba a los que en Miami, vivieron durante décadas
del terror y que hoy subsisten gracias a planes terroristas contra Cuba y
Venezuela.
Nostálgicos de gobiernos retrógrados que
junto al poder imperial pensaban controlar para siempre una América Latina que
hoy más que nunca proclama su deseo de soberanía y de independencia.
Tomado del
sitio digital Kaos en la Red
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