martes, 6 de mayo de 2014

Francisco Flores: el farsante que trató de emplazar a Fidel Castro



expresidente salvadoreño Francisco Flores, prófugo de la justicia
por Miguel Fernández Martínez

    Dice un viejo refrán que la mentira anda con piernas cortas y apelando a otro socorrido proverbio, primero se atrapa a un mentiroso que a un cojo. 
   Tanto así que el exmandatario salvadoreño Francisco “Paco” Flores ya tiene a la Interpol tras sus huellas, que conducen sin dudas a una de las mansiones de la expresidenta panameña Mireya Moscoso, en la rivera del Pacífico.
   De mentiroso a delincuente no hay demasiada distancia. El primer defecto consolida el segundo y en el arte de mentir, Paco Flores es todo un experto. El pueblo cubano, hermano por naturaleza del pueblo salvadoreño, sufrió como propias las ofensas y calumnias que su entonces presidente, profirió contra el líder de la Revolución cubana durante la X Cumbre Iberoamericana celebrada –casualmente- en Panamá.
   En medio de una ácida discusión entre Flores y Fidel, el gobernante cubano reclamó públicamente al presidente salvadoreño por dar amparo en su país al terrorista Luis Posada Carriles, acusado de ser el organizador del cruel atentado contra un avión comercial de la aerolínea Cubana de Aviación en pleno vuelo, que costó la vida a 75 inocentes.
   Flores replicó a las acusaciones del presidente cubano, con una sarta de mentiras que todavía retumban en la memoria de millones de cubanos: "Que usted me acuse a mí en este foro de que tengo responsabilidad en el caso de Luis Posada Carriles, después que usted tuvo la cruel e inaceptable responsabilidad en la guerra de El Salvador, es absolutamente intolerable". Eso dijo el presidente de El Salvador al presidente de Cuba.



De mentiroso a nueva estrella de la rancia derecha latinoamericana
   Ni el mismo Francisco Flores se creyó sus ácidas palabras proferidas contra el
Fidel Castro
comandante Fidel Castro en el plenario de la X Cumbre Iberoamericana. Él mismo, elegido presidente por el partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), conocía perfectamente las causas de una guerra civil que desangró al pueblo salvadoreño provocando más de 75 mil muertes.
   Flores sabía que no era responsabilidad del comandante cubano el calvario vivido por los salvadoreños de 1980 hasta 1992. Las causas estaban dentro de su propio país, sometido al yugo de cruentas dictaduras militares, con gobiernos entreguistas, siempre pendientes de las órdenes emanadas por Washington.
   El presidente Flores sabía muy bien que acusaba a Fidel Castro injustamente. Mucho antes que se fundara el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), brazo armado del pueblo salvadoreño contra las oligarquías que estrangulaban a la sociedad, y que contó con todo el apoyo moral y la solidaridad no solo de Fidel Castro, sino de todo el pueblo cubano, ya el pequeño país era un hervidero social.
   Para nadie es secreto, ni para el mismo expresidente Flores, que la falta de libertades, la abismal brecha entre ricos y pobres (el 10% de la población disfrutaba del 80% de las riquezas del país), fueron las verdaderas causas del sangriento desenlace.
   Parece que a Flores se le olvidó, antes de acusar a Fidel Castro en aquella reunión internacional en Panamá, que él militaba en el mismo partido fundado por el mayor Roberto d'Aubuisson, fundador de los grupos paramilitares que masacraron a tantos inocentes, que aterrorizó a la sociedad salvadoreña después de ordenar el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
   Francisco Flores acusó públicamente a Fidel Castro de las desgracias causadas a su país, cuando él sabía que las raíces del sufrimiento del pueblo salvadoreño estaban en la casta política que él representaba.

¿Tenía o no que ver Paco Flores con el terrorista Luis Posada Carriles?
   Durante esta reunión de los Jefes de Estado y Gobierno iberoamericanos, el comandante Fidel Castro, en una conferencia de prensa celebrada el 18 de noviembre de 2000, desenmascaró una la conspiración para atentar contra su vida, organizada por grupos extremistas de Miami, dirigida por el tristemente célebre terrorista Luis Posada Carriles
terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles
   Según las acusaciones hechas por el líder cubano, los elementos terroristas  encabezados por Posada Carriles tenían la idea de disparar o hacer estallar cargas explosivas donde lo estimaran útil a sus propósitos, sin importarles en cuál vehículo colectivo viajaban los jefes de delegaciones o dónde se encontraban reunidos para alguna de las actividades programadas.
   Posada Carriles fue detenido junto a Gaspar Eugenio Jiménez Escobedo, Pedro Remón Rodríguez y Guillermo Novo Sampoll —connotados criminales de origen cubano— por conspirar para asesinar al presidente cubano Fidel Castro durante un encuentro internacional con estudiantes en Panamá.
   Luego de un largo proceso penal fueron condenados por el intento de atentado con explosivos contra la vida de Fidel Castro en ese lugar y los miles de estudiantes panameños.

La verdad siempre se sabe
   Las argumentaciones esgrimidas por el presidente cubano Fidel Castro cuando reclamó a Francisco Flores por dar amparo a terroristas anticubanos en su país, no estaban lejos de la verdad.
   Según declaraciones al periódico El Diario de Hoy, Gabriel Carranza, viceministro del Interior salvadoreño bajo el gobierno de Flores, confirmó la legitimidad del pasaporte a nombre de Franco Rodríguez Mena, y que era utilizado por Luis Posada Carriles, responsable de atentados terroristas en Cuba.
   También se comprobó que Posada Carriles viajó desde El Salvador a San José, Costa Rica, el 3 de noviembre de 2000, y de ahí a Panamá, donde fue arrestado después de la denuncia del líder cubano.
   Según las declaraciones del viceministro Carranza, se confirmó además que el  pasaporte expedido a Franco Rodríguez Mena tenía el número A 143258, expedido el mediodía del 30 de marzo de 1998, en la agencia de Migración en el Centro Comercial Galerías de San Salvador.

La larga nariz de Pinocho del expresidente Francisco Flores
   Aunque Pancho Flores se sintió profundamente "ofendido" ante las acusaciones de Fidel Castro durante la X Cumbre de Países Iberoamericanos, y trató de desmarcarse de los grupos terroristas cubanos que paseaban libremente por las calles de San Salvador, la historia se ocupó de poner los términos en su justo lugar.
   Tres años antes del altercado en Panamá, un salvadoreño de 26 años, nombrado Raúl
terrorista salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León
Ernesto Cruz León, fue sometido a juicio en La Habana después de confesar ser el autor directo de la colocación de seis bombas en cinco hoteles y un restaurante de La Habana durante el verano de 1997.
   Según pruebas presentadas en el juicio oral, se demostró que el mercenario salvadoreño había sido pagado por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) de Miami, bajo órdenes expresas de Luis Posada Carriles.
   Diez años después de las acusaciones de Flores contra  el comandante Fidel Castro, otro salvadoreño, Francisco Chávez Abarca, era detenido por la Interpol al tratar de entrar ilegalmente en Venezuela y enviado a Cuba, donde pesaban acusaciones de terrorismo en su contra.


   A su arribo a La Habana y ante la prensa. Chávez Abarca confesó que el terrorista Posada Carriles fue el autor intelectual de una serie de bombazos en La Habana en 1997, y aseguró que este contaba con permiso de la CIA para actuar contra la isla.
   "Me pagaban por bomba que explotaba 2 mil dólares", manifestó el terrorista salvadoreño, quien reconoció la libertad de movimientos de Posada Carriles en territorio salvadoreño durante años y su vínculo con militares y políticos influyentes.

Dios los cría y el Diablo los junta
   Casualmente, la expresidenta panameña Mireya Moscoso, testigo presencial del
Francisco Flores y la expresidenta panameña Mireya Moscoso
incidente entre Flores y Castro, por ser la anfitriona de la Cumbre, desoyó las órdenes judiciales de su país que habían condenado a Posada Carriles y sus compinches a prisión, y decidió, “sorpresivamente”, indultarlos y dejarlos que regresaran a Estados Unidos.
   También casualmente, ahora que el expresidente salvadoreño Flores está en apuros, después se descubrió que era un vulgar ladrón del erario público, la Moscoso le brinda protección en una de sus lujosas residencias en la costa del Pacifico panameño, quizás compradas con el dinero que recibió a cambio de la libertad de los terroristas anticubanos.
   Catorce años después, el pueblo cubano se siente redimido de la ofensa causada por Francisco Flores al líder histórico de la Revolución cubana. La verdad, salió a flote, y puso en su lugar a los verdaderos embusteros.

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