periodista ecuatoriano Carlos Bastida Arguello, asesinado en La Habana en 1958 |
Bastidas había llegado a Cuba ese mismo año,
interesado en conocer detalles de la lucha insurreccional que dirigía el
comandante Fidel Castro, al frente del Ejército Rebelde, quien al frente de un puñado
de rebeldes mal armados, tenía en jaque a las fuerzas armadas que apoyaban al
sátrapa dictador, con el amparo de Washington.
Con apenas 23 años, el joven reportero
ecuatoriano llegó a Cuba con un sólido aval periodístico, después hacer varios
trabajos para la agencia norteamericana Asociated Press, para quien reporta los
sucesos políticos acaecidos en Hungría en 1956 y las caídas de las dictaduras
de Rojas Pinilla, en Colombia, y Pérez Jiménez, en Venezuela.
A su paso por Caracas, conoce al periodista
argentino Jorge Ricardo Massetti, quien años más tarde fundaría en la Habana, a propuesta de los comandantes Fidel Castro
y Ernesto “Ché” Guevara, la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
Según relata el periodista e investigador cubano
Juan Marrero González, en su libro Andanzas de Atahualpa Recio, -seudónimo
empleado en Cuba por el periodista ecuatoriano-, Bastidas llegó a la isla con
el afán de subir a la Sierra Maestra, para conocer y difundir la verdad acerca
de la lucha insurreccional.
“Vivió allí como un revolucionario más”,
afirma en su libro Juan Marrero. Fue de los primeros que habló a través de la
emisora radial clandestina Radio Rebelde antes que se fundara oficialmente, y
luego se trasladó a la comandancia en La Plata, donde establece una relación
con Fidel, Celia Sánchez y otros compañeros de la dirección del Ejército
Rebelde.
Bastidas se reencuentra con Masetti en los
territorios liberados de la Sierra Maestra
donde permaneció varias semanas con
las tropas revolucionarias y logró entrevistarse con su líder Fidel Castro.
Carlos Bastidas entrevistando a Fidel Castro en la Sierra Maestra |
Después de compartir con las tropas rebeldes
cubanas, Bastidas regresó a La Habana el domingo 11 de mayo, y según narra en
un artículo recientemente publicado por el periodista Jean Guy Allard, visitó
el Colegio Provincial de Periodistas, acudió a la Embajada de Ecuador y se
alojó en el Hotel Pasaje, en Centro Habana, con el propósito de seguir luego
hacia Estados Unidos, después de un último contacto con miembros del Movimiento
26 de Julio.
Asesinato
de Bastidas
El cabo Marrero, quien cumplía órdenes expresas
del coronel Pilar García, uno de los más sanguinarios jefes militares de la
tiranía y Jefe de la Policía Nacional, y el también coronel Orlando Piedra, jefe
del tristemente célebre Buró de Investigaciones, seguía la pista del joven
periodista ecuatoriano.
Según testigos presenciales, el cabo Marrero entró
al bar Cachet, se acercó a Bastidas y empezó a ofenderlo. Sorprendido por esta
agresión verbal, el periodista ecuatoriano iba a replicar cuando el matón le
entró a golpes, y al caer al suelo, le propinó tres disparos mortales en la
cabeza.
Recuerda el colega Allard que en una
interesante nota publicada con motivo del 50 aniversario del crimen contra el
periodista y mártir ecuatoriano, el periodista y escritor chileno Ernesto Carmona,
después de recordar los hechos, concluyó: “Carlos Bastidas Arguello fue el
último periodista asesinado en Cuba, pero su muerte nunca fue condenada por
Reporteros Sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa, como tampoco
ocurre con la desaparición, torturas y asesinatos de casi un millar de
periodistas latinoamericanos durante las últimas cuatro décadas”.
También la colega Aleida Godínez, en un artículo
publicado hace algunos años sobre este hecho, recordó que “a pesar de las
campañas enemigas contra la Revolución Cubana, ningún periodista ni cubano ni
extranjero encontró la muerte violenta por ejercer su profesión ni emitir sus
opiniones”
Carlos Bastidas Argüello fue el último periodista
asesinado en Cuba, porque en estos 55 años de Revolución en la que él creyó y
confió, la vida de los periodistas ha sido siempre respetada.
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