manifestaciones en Ferguson, Missouri, Estados Unidos |
Por
Deisy Francis Mexidor*
Ferguson saltó a las noticias hace más de 10
días, no por el 21 por ciento de afroamericanos que viven en esa localidad
estadounidense por debajo del límite de la pobreza.
Captó la atención porque esa misma
desigualdad detonó allí tensiones raciales que se cobraron con la muerte a
tiros de un joven negro por un policía blanco.
Michael Brown tenía 18 años, no portaba
armas e iba a comenzar en la universidad próximamente, pero el policía blanco
Darren Wilson le disparó el 9 de agosto en al menos seis ocasiones, dos de
ellas en la cabeza, cuando, según testigos oculares, el muchacho estaba parado
en posición de entrega con las manos en alto.
El lunes el gobernador de Missouri, Jay
Nixon, ordenó el despliegue de la Guardia Nacional para aplacar las acciones de
desobediencia civil pacífica y los disturbios.
Sin embargo, el saldo de la represión con
balas de goma, gases lacrimógenos, atomizadores de pimienta y otros medios, ha
dejado hasta hoy más de 70 detenidos, dos heridos de bala y otro muerto,
también afroamericano, quien fue abatido igual, por la policía, en
circunstancias todavía sin esclarecer.
Para una gran mayoría de los
afronorteamericanos, el crimen contra Brown plantea asuntos que deben debatirse
en el país, reveló una reciente encuesta.
El 80 por ciento de los ciudadanos negros
está convencido de que el incidente puso al descubierto divisiones raciales que
aún persisten en la sociedad estadounidense y 65 por ciento cree que la policía
ha ido "demasiado lejos".
El presidente Barack Obama criticó los
excesos policiales y la militarización de ese cuerpo y exigió que se investigue
a fondo un caso que recuerda al de Trayvon Martin, adolescente de 15 años,
también afronorteamericano, baleado en febrero de 2012 en Florida por un
exvigilante voluntario que al final fue absuelto.
Por eso, más de una docena de grupos
defensores de los derechos civiles y humanos demandan transparencia en la
pesquisa, entre ellos la Unión Americana de Libertades Civiles y el Colegio
Nacional de Abogados.
En una
carta abierta a los padres de Brown, Sybrina Fulton, madre de Trayvon Martin,
dijo odiar que ellos "hayan sido forzados a unirse a este exclusivo y cada
vez mayor grupo de padres y familiares que han perdido a sus seres queridos
víctimas de la insensible violencia de las armas".
EL reporte más reciente de la Oficina
Federal de Investigaciones (FBI), reveló que en 2012, de las 400 muertes
registradas por parte de la policía, 96 fueron sucesos en los que un
afroamericano resultó ultimado por un oficial blanco.
Ahora un jurado investigador, compuesto por
12 personas, estudiará las evidencias y decidirá si hay suficiente fundamento
para hacer una acusación formal contra Wilson y con qué cargos.
Hace poco el concejal de Los Ángeles,
Bernard Parks, advirtió que se entrelazan los casos como el de Martin y Brown o
el de Eric Garner, fallecido el 17 de julio después que un oficial de policía
de Nueva York usara una llave de estrangulamiento durante el intento de
detención.
El asunto, como subrayó Parks, es que
"la comunidad se da cuenta de las circunstancias únicas que los conectan.
Joven. Negro. Masculino. Desarmado".
Darren Wilson fue suspendido, pero mantiene
su placa.
*Deisy
Francis Mexidor - Periodista de la Redacción Norteamérica, de Prensa Latina
Tomado del
sitio digital de Prensa Latina
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