Hace 35 años, el 28 de noviembre de 1978, miembros
de la Guardia Nacional y la policía salvadoreña asesinaron a mansalva al
sacerdote Ernesto Barrera Motto, junto con los jóvenes Valentín Martínez,
Isidro Portillo y Rafael Santos Ortiz, mientras realizaba labores de pastoral
obrera en Ciudad Delgado, en San Salvador.
Aun cuando hay testigos presenciales que
vieron a los guardias golpear de un culatazo de fusil en el rostro del sacerdote,
los esbirros justificaron el asesinato alegando que el padre Neto y sus
acompañantes eran miembros de las Fuerzas Populares de Liberación
"Farabundo Martí" (FPL) y que había muerto en combate.
El padre Ernesto Barrera nació el 26 de
octubre de 1948 en Ishutan, municipio de San Pedro Perulapán, durante su misión
pastoral le fue asignada la parroquia del barrio San Sebastián, en Ciudad
Delgado, además, durante ese periodo Monseñor Oscar Arnulfo Romero, también
asesinado por órdenes del gobierno en 1980, le encomendó la tarea de acompañar
a los obreros del país.
Su dedicación y talento lo llevó a colaborar
en la concientización de hombres y mujeres de los sindicatos, movimientos de
obreros y apoyando a las comunidades pobres de Ciudad Delgado.
El padre Neto trabajó por buscar un mejor
futuro para la clase más desprotegida, ya que desde su primera homilía se
comprometió por velar y defender las injusticias que en ese momento se cometían
en contra del pueblo.
A 35 años de sil asesinato, el padre Ernesto
forma parte de la legión de mártires que regaron con sangre la tierra
salvadoreña, que no le quedó otro camino que tomar las armas para conseguir
recuperar la paz y la justicia social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario