8 de marzo de 2012
Querida mujer y compañera
Llegue a ti este mensaje de afecto y respeto por otro día en que hacemos un
alto para celebrarte.
Lo que algunos llaman la prehistoria -ese camino arduo hacia la reivindicación de la justicia plena, escamoteada por la fuerza a las mayorías- no podrá dar paso a la verdadera historia humana hasta que hayamos corregido todas y cada una de las injusticias que de hecho y pensamiento se han dejado caer sobre esa mitad del género humano que representas.
Un día como hoy es momento adecuado para recordar que todavía te debemos mucho, que somos todos mejores por lo que hemos sido capaces de devolverte, y que gracias a eso también vivimos el privilegio de tenerte como compañera de trinchera, en condiciones de igualdad, y no como mero objeto de nuestra vana condescendencia.
Muchas felicidades en tu día.
Lo que algunos llaman la prehistoria -ese camino arduo hacia la reivindicación de la justicia plena, escamoteada por la fuerza a las mayorías- no podrá dar paso a la verdadera historia humana hasta que hayamos corregido todas y cada una de las injusticias que de hecho y pensamiento se han dejado caer sobre esa mitad del género humano que representas.
Un día como hoy es momento adecuado para recordar que todavía te debemos mucho, que somos todos mejores por lo que hemos sido capaces de devolverte, y que gracias a eso también vivimos el privilegio de tenerte como compañera de trinchera, en condiciones de igualdad, y no como mero objeto de nuestra vana condescendencia.
Muchas felicidades en tu día.
Con afecto y admiración.
René González Sehwerert
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