Gerardo Hernández Nordelo, en prisiones norteamericanas por defender a Cuba contra el terrorismo y su joven esposa Adriana Pérez O´Connor |
“El reloj biológico va
marcando su etapa final para ser madre”, lamentó Adriana de 42 años, quien
mostró su frustración por los planes y proyectos que tenía con su marido los
cuales fueron “truncados” por su encarcelamiento.
En el marco del Día
Internacional de la Mujer, Pérez O’Connor expresó su tristeza por no tener “ni
siquiera la posibilidad de mirarnos”, ni la de “darle aliento y acompañamiento
en momentos difíciles como fue el de recibir su sentencia a cadena perpetua o
la pérdida de su madre”.
La única manera en la
que ha podido comunicarse con su marido es por medio de cartas que “seguramente
son censuradas” y por llamadas telefónicas que solamente él puede hacer.
Pérez O’Connor se
encuentra en Ginebra, Suiza, para entrevistarse con responsables de distintas
organizaciones de la ONU para aumentar la presión contra Estados Unidos
para buscar la liberación de Hernández y otros cuatro cubanos acusados en
juicios irregulares en Miami y condenados a exhorbitantes penas.
Afirmó que se tiene que
tener “mucha creatividad” para poder mantener una relación de 27 años de
matrimonio a la distancia y en estas condiciones.
Su esposo paga una
condena de dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión en una cárcel de alta
seguridad de California, por lo que de no lograrse con un gesto humanitario
para lograr su excarcelación morirá en prisión.
“Te puedo decir que uno
trata de sacar fuerzas de donde a veces no las hay”, indicó la mujer.
“Cómo se enfrenta uno a
la batalla sentimental de que te falta el ser querido en la casa (…) y te
percatas que vas a estar sola por un capricho y una obstinada posición
política, por una campaña y una arbitrariedad de un gobierno que no tiene por
qué hacerlo”.
Adriana todavía abriga
la esperanza de que su esposo y los otros presos Antonio Guerrero, Fernando
González, Ramón Labañino y René González puedan regresar a Cuba algún día.
A ellos también se les
ha negado el derecho de recibir visitas de sus familiares de forma regular y
sistemática, además de haber pasado confinamiento solitario en una detención
que, de acuerdo con algunos procedimientos especiales de la ONU, “es
arbitraria”.
Pérez O’Connor explicó
que los presos cubanos trataban de evitar actos terroristas y señaló que el
proceso ha sido desgastante sobre todo al ver cómo el gobierno de Washington
utiliza “una falsa imagen de su lucha contra
el terrorismo cuando realmente alberga ahí a muchos terroristas”.
el terrorismo cuando realmente alberga ahí a muchos terroristas”.
A pesar de todo y cuando
ya se han agotado todos los recursos legales posibles, ahora, en opinión de
Pérez O’Connor lo único que le queda es recibir “un gesto humanitario” de la
administración del presidente Barack Obama, “quien es Premio Nobel de la Paz
2009″.
Tomado del sitio digital
Cubadebate.cu,
con información de de NTX
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