El Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematográficos (ICAIC) lamenta profundamente la muerte de uno de sus
vicepresidentes, Pablo Pacheco (1945-2014), fallecido en la tarde de este
jueves en La Habana.
Licenciado en Ciencias Sociales y editor,
Pacheco fue un intelectual de larga trayectoria y notables resultados en el
oficio de la edición de libros, méritos que lo hicieron merecedor del Premio Nacional
de Edición en el año 2005, año en que se incorporó al ICAIC como uno de sus
vicepresidentes.
“Pacheco, sin duda, era un hombre excepcional,
en su singular condición de intelectual y a la vez de cuadro de la cultura. Era
uno de los directivos más cultos que he conocido”, rememoró el Presidente del
ICAIC, Roberto Smith de Castro, y agregó que el funcionario tenía una voracidad
intelectual insaciable, sobre todo de libros y películas.
“Yo conocí a Pacheco, antes de hacerlo
personalmente, por su afición al cine, era testigo de las películas que
solicitaba y le enviábamos y que siempre devolvía con comentarios, creo que eso
fue lo que de verdad le permitió ser un cuadro de dirección completo: la sensibilidad
extraordinaria para entender los procesos de la creación artística y a los
creadores”, comentó Smith.
Según declaró a nuestro Portal la editora de
la revista Cine Cubano, Mercy Ruiz, su compañera de trabajo durante 46 años,
“su muerte es una pérdida irreparable. Él era una persona increíble, como ser
humano, revolucionario e intelectual. Fue un promotor cultural de primera
línea: a él debemos la revitalización del sello Ediciones ICAIC, que incluye la
revista Cine Cubano y los libros”.
En el panorama cultural cubano, Ediciones
ICAIC destaca por su producción de textos dedicados al séptimo arte y firmados
por importantes autores cubanos y extranjeros. “Su trabajo frente al equipo le
devolvió a la Revista la calidad que la distinguió al inicio, y a las Ediciones
ICAIC las llevó a donde nunca habían llegado, por eso hoy uno puede ver la
colección de literatura sobre cine de este sello editorial. Para esto convocó a
escritores y a ensayistas, de ahí que tengamos una obra de valor
extraordinario”, valoró el Presidente del ICAIC.
Pacheco dirigió la Videoteca Contracorriente,
una colección de entrevistas filmadas a grandes personalidades de la cultura y
el pensamiento, que son entrevistadas a su vez por otras personalidades.
Actualmente
hay 265 capítulos y es un testimonio extraordinario del pensamiento
contemporáneo.
Además, le dedicó mucha energía a la
salvaguarda del patrimonio fílmico del ICAIC, que como resultado de muchas
causas, entre ellas la crisis de los noventa, estaba en una situación muy
delicada. Bajo su conducción y aporte se obtuvieron resultados importantes en
la recuperación de las condiciones de conservación, así como el comienzo de la
digitalización.
Estuvo involucrado en los convenios con la
Junta de Andalucía, España y del francés Instituto Nacional del Audiovisual,
que ha permitido la restauración y recuperación de los Noticieros ICAIC Latinoamericanos.
“Pacheco siempre aportó muchísimo a los
análisis colectivos que hemos hecho en la dirección del ICAIC. Su opinión
siempre tuvo un valor muy alto, la profundidad y el rigor de sus criterios
siempre lo distinguieron”, concluyó Smith.
El crítico de literatura Fernando Rodríguez
Sosa declaró a Cubacine que “sin dudas, su labor como promotor cultural ha
dejado una huella en el panorama cubano. Ocupó un lugar importante en el mundo
editorial de la Isla a partir de la creación de la Imprenta Nacional, la génesis
del Instituto Cubano del Libro (ICL)”.
Sobre su labor al frente del sello de
Ediciones ICAIC, el especialista comentó que “se fortaleció mucho, hasta
convertirse en una de las colecciones más importantes del país. Creo que uno de
los aspectos a destacar es que logró que los libros de y sobre cine tuvieran un
sello identitario. Dejó una huella, definitivamente”, concluyó Rodríguez Sosa.
Pacheco ingresó en 1969 en el ICL, dentro
del Equipo de Investigaciones Históricas, adjunto a la Editorial de Ciencias Sociales.
En 1970 fue designado director de la editora Ámbito, creada con el propósito de
publicar libros de arte cubano. En 1972 fungió como subdirector de la Editorial
Pueblo y Educación y al año siguiente lideró la Editorial Arte y Literatura, hasta
1977, en que funda
Editorial
Letras Cubanas.
Fungió como presidente del ICL desde 1989
hasta 1995, año en que fuera designado para ocupar la dirección del Centro de
Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello. Dicha entidad
es, además de centro de investigación en sí mismo, coordinador el programa nacional
de investigaciones culturales.
“Algunos dirán que como cuadro administrativo
de elevados quilates, pensando en su demostrada labor organizativa, en su
enorme contribución a todo lo relacionado con el libro, la lectura, el diseño gráfico,
las ferias, la identidad cultural, las interrelaciones culturales con otros
países, la oralidad, la crítica, la traducción literaria, los cursos de
postgrados, talleres, y numerosas etcéteras más, pero en mi condición de testigo
puedo decir que Pablo Pacheco López, es un brote de las profundidades del
proceso cultural de la Revolución Cubana, un promotor que creció de abajo para
arriba, un investigador genuino, orgánico por su integral entrega, por su amor misionero,
martiano, ajeno al protagonismo individualista, egocentrista”, declaró Imeldo
Álvarez García en su columna Glosas y criterios, del sitio Cubarte.
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