Los adoradores del culto de Ifá están de
fiesta este 4 de octubre, fecha en que todos celebran el día de Orula, el
Orisha de la adivinación, el dueño del oráculo supremo.
Para los seguidores y amantes de los cultos
afrocubanos, Orula u Orunmila, es el Orisha de la adivinación, el oráculo
supremo. Es el gran benefactor de la humanidad y su principal consejero. El
revela el futuro a través del secreto de Ifá. Es así mismo un gran curador,
quien ignore sus consejos puede sufrir los avatares producidos por Eshu.
Orula representa la sabiduría, la
inteligencia, la picardía y la astucia que sobreponen al mal. Cuando Olodumare
creó el Universo, Orula estaba ahí como testigo. Es por eso que él conoce el
destino de todo lo que existe. Es por eso que se le llama el eleri-ipin ibikeji
Olodumare (Testigo de toda la creación y el segundo al mando de Olodumare).
La
leyenda de Remigio Herrera, Addeshina
Remigio Herrera - Addeshina - Obara Melli |
El primer balabawo llegó a Cuba hace casi de
200 años. Cuenta la leyenda que fue un joven negro, procedente de África
Occidental, que respondía al nombre de
Addeshina
(que significa corona abre-caminos). En Ifá era awó Orunmila Obara Meyi.
Se dice que en el momento en que Addeshina
fue capturado como esclavo en su África natal, se encontraba dándole de “comer”
(haciendo sacrificios) a sus atributos religiosos.
Sorprendido por los esclavistas, se tragó
los ikines (nueces de palma), y luego los defecó en el barco en el que lo
traían a Cuba. Así llegó a la isla el primer Ifá.
Al llegar a tierras americanas, fue
rebautizado por sus amos españoles como Remigio Herrera, y entre sus labores
estaba la de conducir coches, hacer mandados, entre otros menesteres domésticos
en una casona del poblado habanero Guanabacoa.
Carlos
Addebí
Unos años después, llegó a Cuba como esclavo
otro babalawo, conocido como Carlos Addebí, cuyo astral como olúo era Ojuani
Bocá.
.
Addebí también vino con conocimientos de Ifá de África. Cuando fue comprado
como esclavo, también empezó a trabajar en una finca en la provincia de
Camagüey, en labores domésticas y ganó tanta confianza de su amo, que le
aconsejaba en los negocios.
Se cree que el primer ekuele que existió en
Cuba lo elaboró Addebí, con una soga de majagua y cáscaras de naranjas secas,
que usó para adivinar el futuro de un grupo de amigos de su amo, lo que le
permitió conseguir su libertad.
Después de estar libre, Addebí decidió
marcharse de Camagüey y enrumbó a La Habana, asentándose en Guanabacoa.
Un día, accidentalmente, Addebó coincide en
un camino vecinal con Addeshina
Y
aunque nadie sabe cómo, empezaron a conversar de África, de los santos y de
Ifá, reconociéndose los dos como babalawos.
Addeshina le contó su historia de cómo había
salvado los ikines de su Ifá y cómo los había traído en el barco negrero, cómo
los lavó y cuidó después de defecarlos.
Ambos
olúos coincidieron en que había que hacerle ebbó a esos ikines para que
resucitaran y cobraran vida
Addebí se ocupó de las hierbas, los animales
y y así se hizo Ebbó que reafirmó en Itá el
signo Obara Meyi, el mismo signo de
Ifá que Addeshina traía de África, ratificándoselo en Cuba.
Bernardo Rojas (Irete Tendi) |
Se cuenta que Remigio Addeshina solo le hizo
Ifá a solo dos personas, uno de ellos Bernardo Rojas (Irete Tendi).
Cómo
Addeshina ya estaba muy mayor, Bernardo Roja iba a Guanabacoa donde él vivía y
le ayudaba en todo, incluso, como ya Remigio estaba tan anciano, le cortaba las
uñas, lo pelaba, afeitaba, y le llevaba comida.
Fue de esa forma que Bernardo Rojas fue
adquiriendo los conocimientos y las experiencias de Addeshina, de quien se hizo
su Aodé, Oyugbona.
Eulogio
Gutiérrez
También se cuenta que en el poblado de Calimete, provincia de Matanzas vivió un
negro esclavo llamado Eulogio
Gutiérrez. Con la eliminación de la esclavitud, regresó a África para contactar
con su tierra de origen.
En Nigeria fue reconocido como descendiente
de obbas (reyes),donde recibió el mensaje de Orula que lo reclamaba como hijo.
Tata Gaitán |
En esa época recibió a Olofi en dos
ocasiones. Era respetado y vivía como noble, Fue entonces cuando le llegó la
orden por parte de Orula, de regresar a Cuba, para instaurar la Regla de Ifá,
la sagrada orden de los babalawos.
Se trasladó a Regla, en La Habana, donde
abrió una casa de culto a Ifá. Allí hizo sus primeros ahijados Bernabé Menocal
y Taita Gaytán.
Villalonga
En 1860 llegó a Cuba un negro babalawo de
apellido Villalonga, que dio origen a otra rama independiente de Ifá. Trajo de
Africa un Olofi que escondió por temor a las persecuciones y que permaneció
escondido más de ciento veinte años antes de ser sacado a la luz y actualmente
es un fundamento vital y muy venerado.
Fueron estos los primeros babalawos y los
que habrían de continuar en Cuba la Regla de Ifá.
Cuba ha
tenido grandes babalawos, pero entre ellos destacan Bernabé Menocal, Tata
Gaitán (Ogunda Fun); Bernardo Rojas (Irete Tendi); Cornelio Vidal; Asunción
Villalonga; Guillermo Castro; Alfredo Rivero; Joaquín Salazar (Osá Forbeyo), Panchito
Febles (Otura Nico), Cundo Sevilla; Baró (Oshe Yekú), Chinito Poey, Alfredo
Rivero, Félix el Negro (Osa Rete), Andrés Bombalier (Ogunda Biode), y Miguelito
Febles.
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