Declaraciones
a la prensa del
antiterrorista cubano Fernando González Llort, a su llegada a Cuba después de
ser excarcelado en Estados Unidos al término de su injusta condena
Yo creo que en medio de estos momentos que
son realmente bien emocionantes para mí, se impone decir algunas palabras y
agradecer a varias personas. Hay tres personas que no están aquí y son las
primeras a las que le quiero agradecer, que son mis hermanos Gerardo, Ramón y
Tony.
Cuando no existía movimiento de solidaridad
todavía verlos a ellos y compartir con ellos los momentos difíciles fueron
siempre una fuente de energía para nosotros en la lucha, y por lo tanto mi
primer agradecimiento es para ellos que no me están escuchando, no me van a
escuchar, no me van a ver, pero me van a leer y yo quiero hacerles llegar el
mensaje de agradecimiento.
Porque es un tema del cual ni siquiera
hablamos entre nosotros cuando tuvimos la oportunidad de vernos juntos, pero no
saben ellos ni siquiera cuánta fuerza y cuánta energía nosotros obtuvimos en
aquellos momentos de verlos a ellos, de ver la actitud de ellos, de ver la
manera en que ellos enfrentaron las situaciones y después de conocer, durante
los años en prisión, cómo ellos enfrentaban las situaciones individuales en las
que se encontraban.
Por lo tanto mi primer agradecimiento es
para mis tres hermanos y eso incluye también a René que está aquí porque fuimos
parte todos de aquel momento.
Yo creo que se impone agradecer también al
pueblo de Cuba a todos nuestros compatriotas que durante tantos años nos han
acompañado en esta lucha y que nos van a seguir acompañando, estoy convencido
de eso hasta que Gerardo, Tony y Ramón estén aquí de regreso.
Yo quiero aprovechar esta oportunidad para
pedir disculpas a todas aquellas personas que nos escribieron mostrándonos su
apoyo, su solidaridad, especialmente a los niños y a los jóvenes que nos
hicieron llegar muchísimas cartas y que materialmente nosotros no teníamos
tiempo para responder todas y cada una de ellas.
Yo sé que algunas personas se pueden haber
sentido en algún momento quizás defraudada porque no recibieron una respuesta
personal a su correspondencia; les quiero pedir disculpas, les quiero pedir que
nos comprendan, que materialmente no había posibilidades de escribirles a
tantas personas individualmente, pero que todas esas cartas, especialmente la
de los niños y las de los jóvenes fueron siempre un estímulo tremendo, un
estímulo sin comparación ninguna para enfrentar cualquier situación a las que
nos vimos sometidos.
Agradecer a todo el pueblo por la
solidaridad, agradecer a las autoridades cubanas, a todos los compañeros y las
compañeras que por tantos años han estado trabajando por sacar a delante la
campaña y la lucha por la liberación de todos nosotros.
A los compañeros del Ministerio de
Relaciones Exteriores, de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, que
estuvieron pendientes en los últimos meses a todo este proceso del regreso mío,
a todos los detalles de cómo se iba a producir y estuvieron luchando porque se
produjera de la manera más expedita posible y de la manera más natural posible.
Agradecerles a todos, a la prensa que ha
hecho un trabajo muy bueno para dar a conocer la verdad del caso y llevar la
verdad lo más lejos posible. Hay mucho por hacer todavía, yo creo que todos lo
sabemos y todos están en la mejor disposición de hacerlo, no me cabe la menor
duda de eso.
Yo sé que la felicidad hoy es compartida por
todos, es una felicidad que es difícil de describir, estar aquí en Cuba, estar
aquí con la familia, es una felicidad que es inmensa y a la misma vez le falta
un pedazo, y es el pedazo que queda reservado para que cuando en este mismo
lugar estén Ramón, Gerardo y Tony, entonces la felicidad será completa.
Mientras tanto el papel nuestro será hacer
todo lo que esté a nuestro alcance para que esa realidad llegue lo más pronto
posible y podamos entonces reunirnos los Cinco, y reunirnos todos con nuestras
familias y con ustedes, y entonces disfrutar realmente de la verdadera
felicidad total cuando estén los cinco aquí.
Pregunta
sobre el impacto de salir de la cárcel y llegar a Cuba:
El impacto de salir de la cárcel en el caso
mío específico, yo no puedo decir, a ver, no es la misma condición de René, que
René salió y fue inmediatamente para la cárcel, o sea, yo salí de la prisión y
a mí me estaba esperando un grupo de personas de inmigración que me retuvieron,
me arrestaron prácticamente, entonces, yo no experimenté la salida de la
prisión como la salida hacia la libertad, yo experimento la salida hacia la
libertad cuando me bajé de la escalerilla del avión, porque incluso hasta ese
último momento yo venía esposado en el avión, y las esposas me las quitaron en
el momento en que el avión tocó tierra aquí.
Yo no sentí la sensación de la libertad al
traspasar la puerta de la prisión, que es posible la experiencia que sientan
otros, la sensación de la libertad mía es cuando el avión aterrizó aquí y me
bajé por la escalerilla, esa es la verdadera sensación de libertad para mí.
Sobre
su encuentro con Raúl:
Primero que nada es un honor para mí, y
honor que agradezco además, un gesto que agradezco que el compañero General de
Ejército, Raúl, se haya tomado el trabajo de venir hasta acá a recibirnos a
saludarnos, realmente es un gesto que agradezco y que me llena de gratitud y
que me compromete también a la misma vez, en la lucha y a darlo todo por el
regreso de mis otros hermanos. Es realmente un gesto que lo llena a uno de
humildad y de gratitud.