Siguiendo la saga del post anterior, aquí
traemos a los peloteros cubanos exaltados al Salón de la Fama del Béisbol
cubano de 1940 a 1944.
En 1940
fueron elevados a la inmortalidad Alfredo Arcaño y José "Joseíto"
Muñoz; en 1941 subieron Regino “Mamelo” García y Emilio Sabourín; en 1942, Alfredo “El Pájaro” Cabrera y Agustín
"Tinti" Molina; en 1943, Luis “El Mulo” Padrón, Heliodoro “Jabuco” Hidalgo y Julián Castillo,
y en 1944, Carlos Maciá y Alejandro Oms
EXALTADOS
EN 1940
Alfredo
Arcaño
Electo al Salón de la Fama del béisbol
profesional en 1940. Fue uno de aquellos primeros toleteros en la etapa más
remota de la leyenda del béisbol cubano.
Si bien jugó en un período romántico e
incomparable a la modernidad, no es menos cierto que lo hizo a la altura del
momento en que vivió y desarrolló su carrera beisbolística.
De acuerdo con sus estadísticas fue un
hombre que poseía poder al bate, pues quedó líder en el departamento de
jonrones en cuatro oportunidades 1889, 1892, 1892-1993 y 1893-1994.
Fue, además, uno de los nueve Champion Bats
(1894-1995) que tuvo la Liga Cubana entre 1885-1899 y el tercer bateador en la
historia que pudo compilar un promedio por encima de los 400 puntos.
A la defensa, Alfredo patrullaba los
jardines y siempre sirvió a los rojos del Habana en casi dos décadas de una
larga carrera que abarcó 19 años y más de 300 partidos jugados.
José
"Joseíto" Muñoz
Nació
en 1881 y murió el 25 de diciembre 1945. Lanzador
en la Liga Cubana y las Ligas Negras . Jugó desde 1900 hasta 1914, sobre todo
para el Almendares en la Liga Cubana y el Cuban Stars (West) en los Estados
Unidos. Sus 82 victorias son el quinto lugar en la lista absoluta de la Liga
Cubana.
En 1940
fue incluido en el Salón de la Fama del Béisbol Cubano.
EXALTADOS
EN 1941
Regino “Mamelo” García
Electo
al Salón de la Fama del béisbol profesional en 1941. Compartió la marca de más veces Campeón de
Bateo de la Liga Cubana con Julián Castillo y Antonio María García en la etapa
profesional. Pero a diferencia de ellos, realizó la inigualable proeza de
conquistar su tetra corona de manera consecutiva, desde 1904 hasta 1907.
Además de los lideratos de average fue
cuatro veces líder en hits y dos en dobles.
Jugó para varios equipos en un total de 12
contiendas, desde 1902 hasta 1913, entre ellos, el Fe, el Almendares, el Habana
y el San Francisco.
“Mamelo” cubría con singular destreza varias
posiciones en el terreno, tales como la receptoría, la primera o los jardines.
Bateador sobresaliente, siempre resultó un toletero codiciado en cualquier
alineación por sus excelentes habilidades con el madero.
Detuvo el average de por vida a sólo un
punto de los 300, pero pudo superar esta marca en siete de las 12 campañas en
las lídes invernales.
Emilio
Sabourín
Electo al Salón de la Fama en 1941. Como
pelotero sobresalió por su inteligencia y aptitud en el terreno. Como manager
se destacó por su capacidad y sentido práctico. Como patriota exhibió mucho
honor y valentía.
Nació
en el barrio del Vedado, en La Habana, el 5 de septiembre de 1853, y murió
encerrado en la prisión española del Castillo del Hacho, Ceuta, África, el 5 de
julio de 1897, por sus luchas independentistas.
Sabourín
fue uno de los padres fundadores del béisbol cubano y su figura permanece en un
lugar muy especial.
Dede pequeño le gustaba jugar béisbol y en
su juventud se entrega al deporte y a las luchas por la Independencia. Se
desempeñaba como jardinero izquierdo en los equipos de La Habana, los cuales
dirigió posteriormente en los primeros campeonatos oficiales, entre los años
1888-1889, 1889-1890 y 1891-1892, en los cuales emergió victorioso.
Las ideas libertarias de Sabourín y sus
seguidores fueron conocidas y aplicadas por la emigración cubana de Cayo Hueso,
donde los hijos de los tabaqueros celebraban juegos los domingos, también con
el objetivo de recaudar fondos que hacían llegar a las tropas mambisas.
Siempre jugó para el club Habana en siete
temporadas invernales.
Sus estadísticas como jugador fueron muy
modestas, pues su legado histórico quedó muy por encima de todo lo demás.
Como dirigente, en cambio, cosechó la
friolera de 74 éxitos, combinado con 46 reveses y un average de ganados y
perdidos de 617 en los 120 desafíos en que guió a los Leones desde el
banquillo.
Emilio Sabourín murió el 5 de Julio de 1896,
deportado en las prisiones de Ceuta,
África, por amar la libertad de Cuba.
EXALTADOS
EN 1942
Alfredo
“El Pájaro” Cabrera
Más conocido como “El Pájaro” debutó en la
liga cubana con sólo 21 años y estuvo 14 temporadas en activo, siendo una de
las estrellas de la época. En 1913, Alfredo “Al” Cabrera, nacido en las Islas
Canarias, se convirtió en el primer español en las Grandes Ligas.
Excepto en las temporadas de 1912, en que
jugó para el Fe, 1917 en que lo hizo para el Red Sox y 1919-20 que sirvió al
América, pasó casi la totalidad de sus dos décadas de trabajo esforzándose en
el campo corto del Almendares.
No fue un bateador de altos promedios
ofensivos, pero tuvo algunos destellos con la estaca. Alcanzó dos lideratos de
dobles (1910 y 1917), uno de jonrones (1914-15), así como otros dos de bases
robadas en 1905-06 y 1910. Una vez promedió por encima de la marca de 300
(1912).
Se cree que “El Pájaro” Cabrera nació en las
Islas Canarias, pero algunos historiadores han afirmado que esto sólo fue un
pretexto para poder penetrar la barrera racial de Ligas Mayores, porque su
verdadero origen era mestizo.
La historia recoge que se convirtió en el
primer jugador de origen español en las Grandes Ligas, cuando el 16 de Mayo de
1913 debutó con la franela de los Cardenales de Saint Louis en el mejor béisbol
del mundo.
En Cuba, como manager debutó en la temporada
de 1914-15 y condujo a la escuadra almendarista a la conquista del gallardete
en 1915-16. Terminó como acondicionador de terreno, primero de La Tropical y
luego, del Gran Stadium del Cerro.
Alfredo Cabrera murió en 1964, en Batabanó
con 84 años de edad.
Electo
en 1942 al Salón de la Fama
Jugó 19
temporadas (1901-1920) -Almendares (16) -Fe (1) -Red Sox (1) -América (1)
En las
Grandes Ligas de Estados Unidos jugó 1 temporada (1913) -Saint Louis Cardinals
Agustín
"Tinti" Molina
Nació el 28 de agosto de 1873 en Cayo Hueso,
Estados Unidos, pues su padre había emigrado hacia el territorio norteamericano
perseguido por las autoridades españolas.
En el año 1889, "Tinti" participó
en un campeonato organizado para recaudar fondos destinados al movimiento
independentista cubano. En uno de los encuentros de aquel certamen de 1889,
Molina disparó un cuadrangular que decidió el partido a favor de una selección
cubana frente a un conjunto local.
Entre la concurrencia que se encontraba
presenciando el juego en Cayo Hueso estaba nada más y nada menos que el Apóstol
de la Independencia de Cuba, José Martí. Martí pidió conocer al protagonista de
aquel batazo y luego de una conversación entre ambos, Molina contó que el líder
revolucionario le dijo que la victoria en el béisbol era un buen augurio para
la causa de la independencia de Cuba.
En 1895, Molina vino a Cuba por vez primera,
llevando importantes documentos conspirativos. Retornó a Cayo Hueso para más
tarde regresar Cuba con una expedición de revolucionarios, comandada por el
General Núñez.
Síntesis
deportiva
Sus
inicios en el béisbol coinciden con los primeros años del juego en Cuba. Fue
inicialista y receptor, desde 1894 y hasta el 1909 prestó servicio a clubes como
Matanzas, Fe, Cuba, Cubano, Habana, San Francisco y Almendares, siendo en 1904
líder en partidos jugados.
Después de su retiro como deportista se
desempeña como mánager y empresario. Se distinguió como piloto en la campaña de
1923-24, cuando condujo a los Leopardos de Santa Clara a su primer título en la
Liga, aunque este no fue el primer gallardete del célebre “Tinti”, pues casi
una década antes había guiado por las rutas de la victoria a los Carmelitas del
Fe.
De su trabajo como mánager, destaca además
otro banderín independiente, también con el Santa Clara, en 1924. En total
manejó nueve equipos diferentes en 16 temporadas y dirigió en 503 partidos, de
los cuales ganó 237 para un promedio de 471.
Pero, por encima de todo, Molina fue un
magnífico promotor del talento beisbolero cubano por los Estados Unidos, si
acaso, uno de sus mayores servicios a la leyenda de la pelota nacional. Sus
giras con los “All Cubans” y los “Cuban Stars” fueron una señal premonitoria
del material que abundaba en la Isla y que luego se diseminó por Norteamérica y
el mundo.
Es electo al Salón de la Fama del béisbol
profesional en 1942. Muere en Cuba en Febrero de 1961
EXALTADOS
EN 1943
Julián
Castillo
Destacado bateador de las primeras
temporadas invernales del siglo XX.
Nació el 23 de enero de 1881, en la barriada
capitalina de Jesús del Monte, Santos Suárez, La Habana, Cuba.
Electo al Salón de la Fama del béisbol
profesional en 1943. Pese a tener una recia complexión era un admirable
defensor de la primera base.
Fue cuatro veces Campeón de Bateo (récord
compartido con Regino García y Antonio María García en su época, y superado por
Osmani Urrutia en la actualidad con cinco) y tres veces líder jonronero. En dos
ocasiones, 1901 y 1910, conectó por encima de los 400 puntos y finalizó su
carrera entre los siete mejores bateadores del período profesional. En más de
una década vistió cuatro franelas: Habana, Almendares, Fe y San Francisco.
Es líder de bateo en cuatro oportunidades ,
1901, 1903, 1908, 1909, de jonrones en tres , 1903, 1912 y 1913, de triples en
cuatro, , 1903, 1904, 1905 y 1907, de dobles en seis, 1901, 1906,1907,1908,
1909 y 1912 ,de jits en cinco, 1901, 1903,1905,1908,1909 y 1910 y de juegos
jugados en uno 1907. Participa en las Ligas negras de los Estados Unidos con el
equipo All Cubans y los Cuban Star.
Muerte
Muere en diciembre de 1948.
Heliodoro
“Jabuco” Hidalgo
Más conocido como “Jabuco” Debutó con el
club Cubano en 1901 y por 16 años se mantuvo en la Liga. Debutó con el club
Cubano en 1901 y por 16 años se mantuvo en la Liga. Ofreció durante este tiempo
una disertación de eminencia defensiva en los jardines.
Poseía un sentido exacto de la colocación,
porque conocía por dónde bateaban cada uno de sus contrarios y se situaba de
tal forma que le llegaba muy fácil a las conexiones que, para otros, eran
lances dificilísimos.
Además, quienes lo vieron jugar, aseguran
que también era muy seguro con los batazos por el suelo, como complemento de
sus destrezas con la mano enguantada.
“Jabuco” no fue un bateador constante, ni
temible, pero la calidad de su juego en general era una firme garantía para
cualquier equipo.
Trabajó con el Almendares la mayor parte de
sus temporadas, pero también los fanáticos del Habana, el Fe y el San
Francisco, disfrutaron de sus habilidades en el campo de juego.
Electo al Salón de la Fama en 1943
Electo al Salón de la Fama del béisbol
profesional en 1943. Uno de los bates más alegres del período profesional.
“El Mulo”, como le tildaban, comenzó su
carrera hacia principios del siglo XX con el Habana.
Su mejor temporada fue precisamente la de
1900, cuando pegó 31 hits en 99 turnos para estrenarse con un average de 313,
además, fue líder de los lanzadores con 13-4.
Desde la lomita obtuvo buenos resultados, y
se fue con récord de por vida de 39-23 en 83 juegos. Su bola rápida, la curva y un buen cambio, le
ayudaron a forjar esta marca.
Padrón, en cambio, invirtió mucho más tiempo
en sus 19 temporadas como bateador, pues llegó a consumir más de mil 400 turnos
en cerca de 400 desafíos. Además, quedó entre los diez primeros estafadores del
período profesional.
A su currículum agregó también un título de
bateadores (386 en 1902 con los Leones del Habana) y, aunque no fue un
jonronero extraordinario, conquistó en cambio seis veces ese liderato, con la
atenuante de que, por esas fechas, apenas se necesitaban dos o tres vuelacercas
en la temporada para conseguirlo.
Si no llegó a pisar un diamante de Grandes
Ligas fue por su condición racial. Este hecho le impidió continuar más allá de
una invitación de los Medias Blancas a los campos de entrenamiento en 1908,
pero conserva el mérito de ser el primer cubano en recibir una llamada de este
tipo.
Luis Padrón murió en 1939.
EXALTADOS
EN 1944
Carlos Maciá
Fue elegido al Salón de la Fama del béisbol
cubano en 1944. Un lanzador y jardinero, que jugó cuatro temporadas con el
Almendares y una con Cárdenas entre 1885-1891.
De acuerdo con una reseña aparecida en el
semanario “El Sport”, de la Habana, el 13 de Febrero de 1887 el joven lanzador
Carlos Maciá se convirtió en el primer serpentinero cubano en propinar un cero
hit, cero carrera en la pelota invernal, al dejar sin imparables, ni
anotaciones, al club Carmelita en los terrenos de Carlos III.
El tirador almendarista ponchó a 12 rivales,
no otorgó boletos y se le embazaron tres hombres por “malas jugadas”.
Maciá, que por entonces tenía 17 años de
edad, se desempeñaba en varias posiciones del cuadro, era un corredor “ligero y
avisado” entre las bases y se le consideraba un buen bateador.
La tarde del no hit, pegó sencillo y jonrón
para contribuir a la causa de su club.
El memorable desafío, que duró dos horas y
35 minutos, fue arbitrado por don Antonio Pérez Utrera, anotado por don Juan
Luis Prieto y presenciado por cerca de mil personas.
En el juego además, se impuso el récord de
mayor diferencia de carreras entre dos equipos, 38 por el Almendares y cero por
el Carmelita.
Alejandro
"El Caballero" Oms
Conocido como "El Caballero". Se
mantuvo activo en el Béisbol durante 17 años, en el período comprendido entre
1922 a 1941; jugó en la Liga Profesional Cubana de Béisbol entre 1922 y 1932;
bateó dos veces sobre 400 y el resto sobre 300 para un promedio ofensivo de
352, únicamente superado por, Cristóbal Torriente.
Nace en Santa Clara el 13 de marzo de 1895.
Era herrero de profesión hasta que se dió a conocer como gran figura del
diamante en el Boulanger Park, próximo a donde residía.
Lo apodaron "Caballero", no se
sabe si por el comportamiento dentro y fuera del terreno o por la elegancia con
que solía desempeñarse en el terreno de pelota. Fue jugador profesional y formó
parte de las Ligas Negras.
Trayectoria
deportiva
Comienza la carrera deportiva siendo muy
joven, se caracterizó por contar con una gran disciplina. Era muy seguro a la
hora de realizar una jugada, con solo oír el sonido del bate ya sabía cómo
colocarse para asegurar la pelota, quedando debajo de ella, difícil para
salirle al pisar y correr. En esa época un error implicaba el no jugar y eso
era fatal, muchos peloteros querían formar parte de la Liga Cubana.
Durante 1922 y 1932 bateó dos veces sobre
400 y lo hizo siempre sobre 300, enfrentándose a lanzadores prestigiosos y
reconocidos mundialmente, fue respetado como zurdo para batear y tirar.
Pedro A. Darias, narra que en octubre de
1927, en ocasión de enfrentarse en Yankee Stadium una selección de las Ligas
Negras a la cual pertenecia Oms y otra de las Grandes Ligas en serie a tres
partidos, conectó igual número de jonrones que Herman "Babe" Ruth,
todos fuera del parque, hecho que llamó la atención de "Babe" Ruth,
el rompe cercas neoyorquino que en esos encuentros alineó en el equipo de las
Mayores, asombrado del poder de aquel hombre negro de solo 5,8 pies de
estatura, el se interesó en conversar con el cubano, que ese mismo año había
despachado 50 cuadrangulares en el circuito negro.
En los días de esplendor del
"Caballero", como en los de tantos otros grandes de la pelota del
ayer, se ganaban sueldos de miseria y en no pocas ocasiones tuvo que jugar al
tanto por ciento de lo que se recaudaba en taquilla, razón por la cual en 1941
llegó al retiro en la mayor pobreza.
Oms conservó la estelaridad hasta la llegada
de los años 40, aparece en el Salón de la Fama de Cuba y el de las Ligas Negras
de los Estados Unidos, en las que resultó un auténtico ídolo.
Para comer, tiene que volver a la pelota
activa. Jugó en el torneo semiprofesional de la Liga Comercial hasta que desde
Venezuela, donde había sentado cátedra años atrás, le llegó un contrato. Pero
este Oms cansado y enfermo no era el que ellos conocieron y pronto fue devuelto
a La Habana.
El gran cubano y amigo Adolfo Luque, quien
al frente del Cienfuegos ganó el título en la campaña 1945-1946, le tendió una
mano generosa y debido a tan piadosa oportunidad el "Caballero"
volvió a la Liga Cubana.
Pese a estar acabado para la pelota, Adolfo
Luque lo mantiene en la nómina cienfueguera y para darle el gusto al viejo
amigo de retirarse "en el champion" que tanto prestigió, lo sacó dos
veces de emergente. El 12 de octubre, Pedro Natilla Jiménez, lanzador del
Habana, le dió la base por bolas.
Una tarde después en La Tropical, se vió a
Oms empuñar el bate por última vez. Para entonces, blanca la negra cabeza,
fláxidos los poderosos músculos, en fin era apenas una triste sombra del gran
pelotero que fue, el zurdo almendarista Agapito Mayor lo despedía con un
ponche.
Nunca más se vio al "Caballero" en
un terreno de pelota. Seriamente enfermo, casi ciego y sin un peso en los
bolsillos, quien fuera uno de los grandes del Béisbol en Cuba volvió a Santa
Clara, y allí vivió con la ayuda de los suyos y el favor de los amigos.
Retiro
y fallecimiento
Al poco tiempo de retirarse del deporte
activo regresa para La Habana e ingresa en el sanatorio para enfermos de
tuberculosis "La Esperanza", y allí, solo y olvidado, muere el 9 de
noviembre de 1946, a la edad de 51 años.
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