Fernando González Llort es el segundo de los
cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, en
regresar a la Patria libre, después de cumplir íntegramente la condena impuesta
por un tribunal yanqui, amañado y manipulado por la extrema derecha
cubanoamericana de Miami.
Junto a René González Sehwerert, para
Fernando comienza otra etapa de lucha al lado del pueblo cubano, en aras de
conseguir la libertad de sus hermanos presos en cárceles norteamericanas.
Gerardo
Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero aún están en prisión, cumpliendo
con largas e injustas condenas de cárcel y necesitan mucho de la solidaridad de
todos para regresar libres a su patria.
Desde la inmensidad de su gallardía, los
tres saludaron al Héroe liberado. Cuba la Isla Infinita comparte estos mensajes
de apoyo a Fernando, desde tres prisiones diferentes en Estados Unidos, que intenta
encerrar en cada una, la dignidad de un pueblo entero.
Cuba la Isla Infinita comparte con sus lectores estos mensajes de hermandad y patriotismo.
Cuba la Isla Infinita comparte con sus lectores estos mensajes de hermandad y patriotismo.
Mensaje
Gerardo Hernández Nordelo, desde la prisión de Victorville, en California
Fernando,
el Gigante:
A cada uno de los Cinco nos toca ser
—obviamente— el más o el menos “algo” entre nosotros. De la misma manera en que
Ramón es el más alto, seguido muy de cerca por René, a Fernando le tocó ser el
de menos estatura física, mientras que el segundo lugar en esa categoría se lo
quité a Tony por un pelo. (Aunque eso del pelo sea un decir). Ese “título” de
Fernando le valió que, en parte por cariño, y también por la arraigada
costumbre profesional de evitar los nombres, a veces, entre nosotros, le
llamáramos “el pequeño”.
Lo anterior podría parecer inmaterial, y
hasta algo frívolo, pero en estos días de alegría y ansiedad, cuando lo separan
apenas unas horas de su libertad (y ojalá también de su regreso) mientras
recuerdo tantas muestras de grandeza que ha dado nuestro hermano, he reparado
en la ironía que encierra el llamar “pequeño” a ese gigante.
Cuando nos arrestaron, Fernando tenía
razones extra para sentir angustia, dolor, frustración… En términos del béisbol
que tanto le gusta: él lanzaba también juegos completos, pero su misión en
Miami aquella vez, era de relevo corto. Debía regresar a Cuba pronto. Su boda
estaba casi lista. La novia, esa Rosa guerrera que por él sacrificó todo en la
vida, quedó casi vestida. Aun así, del gigante jamás escuchamos un lamento.
Presencié cuando su abogado del juicio,
Joaquín Méndez, le advirtió con toda razón profesional que, dada la menor
gravedad de los cargos que a él se le imputaban, cualquier defensor de respeto
optaría por separarlo de los demás como estrategia. La respuesta de Fernando,
como la de René ante similar sugerencia, fue tajante e inequívoca.
Quince años y medio después, Fernando, como
René, saldrá de la prisión con la frente en alto. Tampoco a él le regalaron
nada. Su sentencia fue la máxima posible, y el tiempo descontado por buena
conducta se lo ganó, y por ley tenían que dárselo.
Quienes lo queremos y admiramos, hoy
celebramos. Convencidos de que nuestra lucha se refuerza con otro abanderado,
le hacemos llegar un fuerte abrazo, y le decimos:
¡Felicidades
gigante!
¡Gracias
por tu ejemplo!
Gerardo
Hernández Nordelo
Prisión
Federal de Victorville
California,
Febrero 25, 2014.
Mensaje
de Ramón Labañino, desde la prisión de Ashland, en Kentucky
Hoy logró la libertad nuestro hermano
Fernando González. ¡Gran alegría y regocijo sentimos por él! Para nosotros
Cinco, esa experiencia la vivimos cada uno como propia. Y es que en verdad es
así.
Un día dichoso decidimos unirnos para jamás
dejarnos vencer, lo cual es y será ya para siempre.
Recuerdo a Fernando en aquel hueco duro de
Miami. Lo que más me impactó de él fue el rostro fruncido y su firmeza ante los
intentos de doblegarnos y hacernos cooperar. Otros en cambio, más altos (nunca
más grandes) y más fuertes (no de valor), flaquearon y se vendieron.
Esa
experiencia de vida es un tesoro que recordaré eternamente.
Con Fernando regresamos todos de alguna
manera. En él está también, como en René, la esencia de todos. Nuestra energía
y nuestra forma de pelear y de vencer.
Es una alegría a medias, pues en verdad
terminó hasta el último segundo de una sentencia injusta que jamás debió
cumplir.
No podemos permitir que ninguno cumpla más
esta sentencia injusta. Se lo debemos a Gerardo y a la historia hermosa de
nuestro pueblo.
¡La pelea se ha reforzado, el triunfo es
cierto!
Hoy Fernando regresa a la amada patria con
la frente en alto y el decoro limpio. Nosotros le seguiremos.
Con el abrazo y cariño de pueblo y familia
recibe también el nuestro, querido hermano.
¡Hasta
la victoria siempre!
Ramón.
FCI
Ashland, Kentucky.
Febrero
28, 2014. 11:38 a.m.
Mensaje
de Antonio Guerrero, desde la prisión de Marianna, en Florida
Queridos
amigos:
Todo me
indicaba que nuestro hermano Fernando estaría hoy en la patria, pero ya me he
acostumbrado a tomar las cosas con objetividad y calma, por lo tanto decidí
sentirme optimista sin exceso.
Cerca
de las 11 de aquí llamé a mi mamá al celular. Me respondió mi hermana. Iban
rumbo al aeropuerto. Mami andaba en gestiones de su visado. Converse con René,
lo cual siempre es un alegrón tremendo. Le dije: Dale un abrazo a Fernando de
parte mía.
Pero,
qué va, antes de irme para mi trabajo, 12 y 25 pm de acá, no me pude aguantar y
volví a llamar.
Desde
que escuché las voces detrás de la de mi madre me dije: el hombre está ahí. Y,
en efecto, me dice mi madre: Está conversando con Alarcón. Y le digo: Pues,
dile a Alarcón que me dé un chance.
No hay
manera de describir lo que sentí al escuchar la voz de nuestro hermano y
saberlo en suelo patrio. Eran muy pocos minutos los que tenía para hablar,
porque a las 12 y 30 pm cortan las comunicaciones hasta las 4 y 30 pm. Sin
embargo, hablamos de muchas cosas. Le comenté sobre mis líneas de ayer,
recordando el reencuentro en Miami y estuvo de acuerdo en que no podía escribir
literalmente lo que él dijo aquel día cuando reflexionábamos sobre los años que
tendría aun que servir. Sólo me dijo: Ya ves, cumplí con mi palabra. Vaya
sorpresa cuando me preguntó cómo iba el proyecto de las flores.
Le
dije: Va viento en popa, me quedan 10 por hacer. Le agregué que tenía ya los
bocetos para otras 15 acuarelas sobre los 7 meses del juicio y le expliqué que
iba a necesitar la ayuda suya y de René. Y me respondió raudo: Tira pa’ca. Ya
terminando le increpé: Ven acá, René te dio el abrazo que te envié? Y
respondió: “Bueno, me dio un beso y un abrazo, y me dijo que el abrazo era el
suyo”.
Ese es
Fernando, cubano 100% y fiel hasta el más allá.
Hoy se
respira mucha felicidad y más libertad.
Cinco
abrazos fuertes.
¡Venceremos!
Tony
Guerrero Rodríguez
28 de
febrero de 2014
2 y 40
pm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario