Como la
calificó la colega Yimel Díaz, del periódico Trabajadores, en sus inicios la
rumba cubana olía a solar, a negro, a melao de caña, a cajón de bacalao y a
tambor, pero hoy el aroma es diferente pero conserva el latido mestizo que nos
define, la sensualidad caribeña que nos distingue y el espíritu de fiesta
colectiva y profana que marcó su nacimiento hace más de 200 años.
Declarada como Patrimonio Cultural de la
nación cubana, la Rumba es una familia de ritmos musicales como un estilo de
danza de Cuba.
Este complejo musical es de raíz africana.
Se originó en Cuba como un baile típico de un ambiente caliente y se ha
convertido en el baile más clásico de los bailes latino-americanos.
Compuesta por toques, cantos, bailes y pantomima
surgió durante el colonialismo español mientras se producía la expansión
azucarera. Es una de nuestras manifestaciones musicales de mayor prestigio
folclórico y popular, que se extiende hacia otras naciones.
Sus principales protagonistas fueron los
negros libres y sus descendientes, pertenecientes a distintas étnicas africanas
como la lucumí, ganga, arará y quizás la más significativa de todas: la
gangá-bantú.
De ellas se tienen referencias históricas
asociadas a esta música bailada desde los siglos XVIII y XIX en sitios como
barracones, dotaciones, en los campos y zonas suburbanas como bateyes y
caseríos cercanos a los ingenios o fábricas de azúcar.
Los hombres realizaban danzas pugilísticas
atribuidas a los congos conocidas como “baile
de maní”, las cuales pudieran
considerarse como rumbas muy primitivas. Esta variante se identificaría más
tarde con el nombre de columbia.
Las mismas eran acompañadas por un conjunto
de tres tambores profanos, muy primitivos y conocidos como de yuca, los cuales
se percutían con algunas especies de ahogos de metales o guatacas. También
existían otras danzas en parejas muy eróticas nombradas de macuta o de yuca las
que posiblemente fueron la base de otros estilos de la Rumba como el antiguo
bambú y el actual guaguancó de carácter más urbano.
En los cabildos negros organizados en las
ciudades o pueblos se efectuaban rumbas que eran sinónimo de fiesta, donde no
solo se bailaba y cantaba, sino que también se ingería alimentos y bebidas
alcohólicas, o se hacía bajar un oricha (deidad) para que participara
profanamente en la fiesta. La Rumba, generalmente, tiene un carácter
improvisado.
Cuando no existían los instrumentos
musicales que hoy conocemos en los conjuntos de rumba, sus intérpretes se
hacían acompañar por cualquier medio sonoro percutido. Los tocadores creaban
una compleja y alegre polirritmia, que era la base acompañante para los bailes,
cantos y estribillos, los cuales se mezclaban con los golpes de un pequeño
tambor rudimentario profano, de origen africano.
Los toques de este instrumento acentuaban el
ritmo y con frecuencia en medio de la fiesta, eran confiscados racialmente por
las autoridades españolas.
La Rumba era típicamente una danza
folklórica afrocubana que servía como un baile de fertilidad. Tomó sus bases
para baile de salón en el siglo XVII a partir del son cubano. La Rumba se
bailaba en las tabernas, bares y similares de aquella época.
Se hizo popular en las primeras décadas del
siglo XX. Nuestros amigos anglosajones suelen utilizar la palabra rumba para
definir casi todos los bailes cubanos (no notan las diferencias).
La Rumba es un término colectivo que engloba
una gran variedad de formas de baile históricas y presentes en Cuba, las cuales
ya se conocían des siglo XVIII. Muchas de las formas que posteriormente se
desarrollaron fueron limitadas solamente a Cuba. Las plantaciones de caña de
azúcar en Habana y Matanzas fueron los centros principales de evolución de la
Rumba.
Los elementos característicos de este baile
abierto de pareja, con figuras de baile a menudo complicadas, son los
movimientos cadera y pelvis basados en la tradición africana. En 1930 la Rumba
llegó a Europa de forma estabilizada y comercializada vía Nueva York, donde ya
había adoptado varios elementos del Jazz.
Durante el Tercer Reich la Rumba fue
prohibida, y en otros países el interés fue disminuyendo. Después de la Segunda
Guerra Mundial hubo un renacimiento de este fascinante baile con dos variantes:
el estilo rápido cubano de la Rumba (Mambo Bolero), cuya coreografía provenía de
Gran Bretaña, y el estilo continental lento cuadrado de la Rumba (Bolero de
Rumba) basado en una coreografía francesa. (El Bolero cubano debe ser separado
del Bolero español basado en el Fandango con un ritmo de tiempo 3/4.).
Desde 1956 hasta 1958 y desde 1961 hasta
1963 se llevaron a cabo dos "guerras de Rumba" entre Gran Bretaña y
Francia, para estandarizar la Rumba. La pelea terminó con la decisión de los
comités internacional de aceptar ambas variantes. Finalmente la variante lenta
de la Rumba fue incluida como "la Rumba Cuadrada" en el programa de
baile y la rumba cubana más difícil, en el programa de la competición que se
bailó en 1964.
Características
de sus canciones
Las canciones hablan a menudo sobre la vida
diaria de la gente de color de clase obrera. Muchos de los elementos de la
Rumba han influido y han enriquecido otros bailes folklóricos: la Guaracha, la
Carioca, el Beguine, la Conga, el Mambo y el Cha Cha Chá.
Como se
baila
La Rumba se caracteriza por sus movimientos
eróticos y a veces grotescos. El ritmo se
desarrolla en medio compás de 4x4, es
decir, en dos tiempos. En el primer tiempo se dan dos pasos de medio tiempo
cada uno (rápidos) y en el segundo se da un solo paso (lento). Este paso lento
se da en medio tiempo y en el medio tiempo siguiente no se da paso, pero la
pelvis sigue moviéndose para marcar la cadera de la pierna que se acaba de
mover.
Instrumentos
musicales
Los instrumentos musicales empleados para
tocar rumba son simples: tres tambores de duelas ligeramente abarrilados
llamados "Quinto", "Salidor" y "Tres Golpes"; un
par de marugas metálicas (nkembi) que usa en las muñecas el tocador del quinto
de la columbia y un par de claves (palitos entrechocantes) con las que el
cantante marca el ritmo.
Sin embargo, generalmente en el Yambú, y
algunas veces en el Guaguancó se emplean dos cajones o envases de madera. El
pequeño, casi siempre hecho de un "cajoncito de velas", tiene un
sonido más agudo y hace de Quinto; el mayor (algunos de esos envases grandes
donde traían el bacalao), de sonido más grave, hace de Tumbadora. Agregándose
golpes de cucharas, golpes en las puertas y en todo aquello que le permitía al
negro crear de ritmo.
Principales
estilos de rumba
En Cuba
se pueden distinguir tres estilos de rumba principales:
-Guaguancó,
(La Habana)
-Columbia,
(Matanzas)
-Yambú
(Matanzas)
YAMBÚ
Tiene un origen urbano y parece ser uno de
los estilos más antiguos, pues existen referencias sobre el mismo desde
mediados del siglo XIX. Su aire es lento. Se inicia con un lalaleo coreado
(sílabas repetidas a manera de clarinada) llamado Diana.
Luego el solista canta unas estrofas, a lo
que se denomina Decimar, aunque muchas veces la estructura de las mismas nada
tenga que ver con la forma poética española de la décima.
El coro responde de nuevo con el lalaleo
peculiar, y así van alternándose parte de solista y coro, hasta que comienza el
estribillo donde baila una pareja. El baile es suave, de movimientos
ceremoniosos. Representa el coqueteo de la mujer al hombre, y se caracteriza
porque en él no se realiza el Vacunao (movimiento pélvico de significación
erótica).
También es notable el hecho de que en el
Yambú la parte de mayor lucimiento corresponde a la mujer, quedando relegado el
bailarín a un plano secundario.
COLUMBIA
Por lo general es un baile exclusivo de
hombres, aunque algunas mujeres se hicieron
famosas por su interpretación del
mismo. El origen rural de este género es indudable. Para los grandes bailadores
y músicos de Rumba, la Columbia es el campo, sobre todo de Matanzas.
O mostrándose más categóricos, sostienen que
después de Chucho de MENA, en la línea del Ferrocarril, en Matanzas, había un
caserío llamado Columbia, a donde iban grupos de bailadores a divertirse.
Este origen rural lo comprobamos en los
textos, que aunque inspirados en la temática más variada están constituidos por
frases breves, poco pulidas y con abundancia de vocablos africanos, como
correspondería a la creación de un elemento humano surgido de plantaciones de
cañas o los barracones de ingenios.
La estructura de la Columbia (solista-coro)
es la misma de los otros estilos de rumba y presenta dos partes claramente
definidas: una de canto solo y el Capetillo o parte bailada.
El Llorao es característico de la Columbia y
consiste en unos lamentos o exclamaciones quejumbrosos que lanza el cantante o
Gallo en medio de sus cantos. Antes del Capetillo también caben Cantos de Puya
o jactancia.
Llegado el momento del baile, algún
participante de la fiesta pide permiso, con un gesto, para bailar, y luego de
abrirse espacio entre los presentes y de saludar a los tambores hace alarde de
su habilidad danzaria. Más tarde, otro bailador lo sustituirá, intentando
superar sus pasillos.
El Juego o estilo del bailarín es
"piernas y hombros", tendiendo a mantener la posición erecta, pues
muchas veces lleva en equilibrio sobre su cabeza un vaso o botella de bebida.
En algunos lugares del campo se acostumbra
bailar con machetes o cuchillos en las manos. El aire de la Columbia "es
rápido pero asentado". Uno de los tambores, el Quinto, debe subrayar cada
movimiento hecho por los bailadores, requiriéndose que su tocador sea más
experto, por la variedad de golpes que deberá marcar.
GUAGUANCÓ
Es la más elaborada, tanto musical como en
lo referente a los textos. El guaguancó es danza típica de los barrios negros
de la ciudad de La Habana. Las otras dos variantes (yambú y columbia) son
rurales y de la provincia de Matanzas.
Su canto se hace enteramente en español en
vez de usar expresiones africanas o
vocabulario del argot de los barrios bajos.
En el sentido de los textos el guaguancó está muy relacionado con el
"punto cubano", forma que tomó en Cuba la improvisación canaria y
andaluza.
El tempo del guaguancó es levemente más
lento que el de la columbia y más rápido que el yambú. El guaguancó tiene
también alguna relación musical con el "cante hondo". En su forma
primitiva el guaguancó estaba formado por tres secciones:
- La
primera parte era la "diana": Un fragmento melódico en el cual el
cantante, con mucho aplomo, improvisaba algunos "tralalala lalá", sin
ningún significado textual, sino con el objetivo de tararear la melodía que
desarrollaría durante el canto. Es que, como el grupo de guaguancó carece de
instrumental melódico, es la voz humana la encargada de toda la melodía.
- Después,
el cantante introducía el tema de la canción, el texto. El texto del guaguancó
trata acontecimientos diarios referidos o a las personas específicas o a las
cosas. Los versos podían ser décimas (estrofa octosílaba de diez versos también
llamada "espinela". Son versos pareados), o incluso prosa. La
temática de los guaguancós es frecuentemente luctuosa o, al menos, melancólica.
- En la
tercera sección todos los miembros del conjunto entran en un frenesí rítmico
mientras se repite un estribillo. Es de una alegría desbordante que sirve de
contrapeso a la tristeza del tema, es una relativización de la desgracia que
marca la alegría de la vida. El negro es esclavo y se ríe. En esta sección,
como en todos los formatos de llamada y de respuesta, el coro repite un patrón,
estribillo o sistema de frases, mientras que el cantante improvisa.
En el baile se representa la persecución
amorosa del hombre a la mujer: él deseando Vacunarla, y ella intentando
picarescamente protegerse del ataque. En esta persecución y huída de profundo
contenido erótico se demuestra la habilidad danzaria de la pareja. Hoy se ha
estilizado mucho el Vacunao, sugiriéndose a veces con un movimiento del pañuelo
y otra parte del cuerpo.
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