Excongresista Lincoln Díaz-Balart |
por Edmundo García*
El pasado martes circuló en Miami una
declaración de prensa de la organización contrarrevolucionaria llamada La Rosa Blanca que
preside el ex congresista Lincoln Díaz-Balart.
Es la primera organización
contrarrevolucionaria y terrorista del llamado exilio cubano, fundada por
Rafael Díaz-Balart y otros batistianos que como él huyeron de Cuba en medio de
la revolución triunfante el propio 1ro de enero de 1959.
El viejo Díaz-Balart la llamó con infamia La Rosa Blanca evocando
el conocido poema de José Martí, pero ahora Lincoln Díaz-Balart la rebautiza
como Instituto La Rosa
Blanca y como este no hace nada por gusto, algún tumbe hay
entre manos en ese aire académico que le da la palabra Instituto a esa
organización.
Como Lincoln no acepta la realidad de que ya él no es un congresista que puede otorgar condecoraciones y chapitas a los mercenarios, ni dar discursos en la cámara de representantes contra Cuba (aunque solo tenía a su hermano Mario y a Ileana Ros-Lehtinen como oyentes), ni tampoco tolera que se estén moviendo 20 millones este año para provocar un cambio de gobierno en Cuba sin meter las manos, se ha puesto las pilas para retomar la dirección de la contrarrevolución y hacer que una parte de la tajada vaya a La Rosa Blanca. Lo cual quiere decir a él mismo.
Como Lincoln no acepta la realidad de que ya él no es un congresista que puede otorgar condecoraciones y chapitas a los mercenarios, ni dar discursos en la cámara de representantes contra Cuba (aunque solo tenía a su hermano Mario y a Ileana Ros-Lehtinen como oyentes), ni tampoco tolera que se estén moviendo 20 millones este año para provocar un cambio de gobierno en Cuba sin meter las manos, se ha puesto las pilas para retomar la dirección de la contrarrevolución y hacer que una parte de la tajada vaya a La Rosa Blanca. Lo cual quiere decir a él mismo.
Detrás de la referida declaración está ese objetivo; en ella Lincoln ha dejado saber cuáles son los tres proyectos contrarrevolucionarios con los que su organización se identifica.
Cualquiera de ellos puede ser más
anexionista, más entreguista, más antipatriótico y con menos aceptación en el
pueblo cubano que el otro. Los propios amos que manipulan a los pseudo líderes
reconocen que esta gente no tiene pueblo y que todo se trata de una
fabricación.
Los tumbes personificados que La Rosa Blanca declara
que va a apoyar son el proyecto Emilia, del esquizofrénico político Oscar Elías
Biscet, el mismo que pidió “solución Kosovo” para Cuba en el congreso de los
Estados Unidos (http://latardesemueve.com/archives/551).
Antonio Rodiles con un engendro titulado
“Demanda ciudadana por otra Cuba” y El desaparecido Movimiento Cristiano
Liberación, que iba a encabezar en Cuba la familia de Oswaldo Payá. Pero
resulta que dicha familia hace unos días que plantó campamento en Miami dejando
muy claro que lo hacían como emigrantes y no como exiliados políticos.
En la práctica el Movimiento Cristiano Liberación está sepultado; y no porque haya fallecido Payá, ni por el hecho en sí de que la familia haya salido de Cuba sino por la forma sinuosa en que lo hicieron, por la falta de respeto al manipular la opinión argumentando persecuciones y aguajeando con que se quedarían en Cuba para luchar contra el gobierno; a la vez que planificaban echar un pie con todas las comodidades. Una farsa sin dudas; una estafa a su pequeñísimo grupo de seguidores.
En la práctica el Movimiento Cristiano Liberación está sepultado; y no porque haya fallecido Payá, ni por el hecho en sí de que la familia haya salido de Cuba sino por la forma sinuosa en que lo hicieron, por la falta de respeto al manipular la opinión argumentando persecuciones y aguajeando con que se quedarían en Cuba para luchar contra el gobierno; a la vez que planificaban echar un pie con todas las comodidades. Una farsa sin dudas; una estafa a su pequeñísimo grupo de seguidores.
Pocos días antes de que los Payá se
aparecieran con los bártulos en el Aeropuerto Internacional de Miami la propia
hija de Oswaldo, Rosa María Payá, recorría los medios y casonas de algunos
contrarrevolucionarios de Miami guapeando con que regresaba a Cuba para buscar
un cambio de régimen y llevar desde allá una demanda contra las autoridades
cubanas.
Pues parece que solo regresaron a Cuba a
empacar, porque transcurrió poco tiempo para que en los restaurantes de la
calle 8 las recibieran con un “Welcome to Miami” que la masa de puerco está
servida.
Nada de lo que planificaban tenía que ver
con el cacareado legado de Payá inventado por mentes afiebradas; ni con lo de
conservar su memoria, ni con el inoperante e incompleto proyecto Varela, ni con
el proyecto Heredia o todos los que se les hubiera ocurrido imaginar.
No sé qué apoyo le dará Lincoln Díaz-Balart
al Movimiento Cristiano Liberación en Cuba si eso ya ni existe; a no ser en la
imaginación de periodistas como Juan Carlos Chávez de El Nuevo Herald que
previendo el “deschave” ha publicado un fantasioso artículo donde habla de
persecuciones en Cuba, ¿qué persecución y qué movimiento si la movida de los
Payá está ahora en Miami y en España, de la que varios son ciudadanos?
La ayuda que debería darle Lincoln a la
familia Payá es para encontrar trabajo, aunque toda la comunidad cubana del sur
de la Florida
comenta que esta gente no viene a Miami a curralar. Los Payá son, como diría
Marcelino Miyares, “disidentes de primera clase”.
Dice La Rosa Blanca que también va a apoyar el proyecto de Rodiles. ¿Qué proyecto Lincoln? Rodiles es un globero que vive del dinero que le dan los americanos, que hasta lo reclutaron aquí en Florida; y en México.
Dice La Rosa Blanca que también va a apoyar el proyecto de Rodiles. ¿Qué proyecto Lincoln? Rodiles es un globero que vive del dinero que le dan los americanos, que hasta lo reclutaron aquí en Florida; y en México.
El “Tony” vive en una cómoda casa en Miramar
donde hacía reuniones intelectuales aburridísimas, con presencia de
diplomáticos norteamericanos, y ha terminado haciendo debates de películas que
despiertan menos interés que las que pasa la televisión de Tasmania.
A Rodiles lo trataron de vender como
intelectual en Miami, salía hasta en la sopa y causaba pena ajena porque
recitaba capítulos del libreto de la gusanera fracasada y gastada.
Como intelectual Rodiles no convenció en
Miami ni a los encargados de actualizar el mural de los Municipios de Cuba en
el exilio. Lo que más risa provoca de todo esto es que quienes cuidaron de la
imagen de Rodiles no tuvieron en cuenta que en este pueblo, lleno de
terroristas y pone bombas, se pasaron unas fotos suyas mostrando un arañacito
ante una cámara, como un llorón, sin ni siquiera intentar defenderse de quien
se lo abrió.
Imagino lo flojito que luciría Rodiles en la Finca Medialuna
conversando tú a tú con terroristas como Posada Carriles y los otros
trogloditas de Alpha 66. A
lo mejor Lincoln le puede pagar a Rodiles un verano con los Boys Scouts, aunque
tenga que llevar repelente de mosquitos y pomada a la excursión.
Que todo sea por fortalecer el poquito de
carácter de esta persona que disfrutando de todas las comodidades en Cuba tiene
la miserable actitud de pedir un recrudecimiento del bloqueo económico contra
su propio país.
Lo otro que dice Lincoln que va a apoyar, y que no es un bolero aunque lo parezca, es un llamado proyecto Emilia, de Oscar Elías Biscet. Imagínense un programa político que tiene la locura de pedir, de entrada, la salida del país de Fidel y Raúl; la renuncia en pleno de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, además del veto a la Constitución vigente.
Lo otro que dice Lincoln que va a apoyar, y que no es un bolero aunque lo parezca, es un llamado proyecto Emilia, de Oscar Elías Biscet. Imagínense un programa político que tiene la locura de pedir, de entrada, la salida del país de Fidel y Raúl; la renuncia en pleno de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado, además del veto a la Constitución vigente.
Lincoln Díaz-Balart quiere hacerle el juego
a las fantasías de una persona que ya ni su propia esposa Elsa Morejón escucha
ni tolera.
Pero lo de Lincoln es a la oposición rogando y con el mazo dando. Porque además de todo este trapicheo con los Payá, Rodiles y Biscet, el líder de La Rosa Blanca es el abogado y cabildero de los magnates asiáticos que quieren promover el juego y construir casinos en Miami.
Pero lo de Lincoln es a la oposición rogando y con el mazo dando. Porque además de todo este trapicheo con los Payá, Rodiles y Biscet, el líder de La Rosa Blanca es el abogado y cabildero de los magnates asiáticos que quieren promover el juego y construir casinos en Miami.
Y aquí hay hasta sorpresas porque Lincoln
Díaz-Balart, que se dice anticomunista y crítico de China, tiene muy buenas
relaciones con empresarios taiwaneses que serían algo así como lo que en Miami
se llama “dialogueros”; gente que hace negocios con la China continental comunista
y unipartidista, que no cede en sus principios nacionales, pero que como es
poderosa Estados Unidos no bloquea ni apunta en una lista de países que
promueven el terrorismo.
Al final todo esto es un globo. Tanto Jonathan Farrar como Michael Parmly, ex jefes de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, informaron en su momento al Departamento de Estado que la llamada oposición carecía de base social sencillamente porque lo único que le importa es el dinero americano.
Al final todo esto es un globo. Tanto Jonathan Farrar como Michael Parmly, ex jefes de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, informaron en su momento al Departamento de Estado que la llamada oposición carecía de base social sencillamente porque lo único que le importa es el dinero americano.
Los llamados opositores no están interesados
ni en ganarse al barrio, ni en fundar un partido sólido ni redactar un
programa. Tampoco tienen una idea de país.
Lo que yo creo es que este montaje es en
verdad una operación diversionista para esconder los verdaderos planes de la
política norteamericana hacia Cuba; que es atender a la situación histórica que
se va a producir en el año 2018 cuando una nueva generación salida de la
generación histórica de la revolución esté a cargo.
Las agencias norteamericanas conocen muy
bien que el legado de Fidel y de Raúl está en buenas manos y le interesan esos
jóvenes que ahora mismo participan en el Congreso de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) o juegan la final del béisbol revolucionario.
Ahí es donde los norteamericanos tienen
realmente puesta su mirada.
*Edmundo García. Periodista
cubano residente en Miami. Conductor del espacio radial La tarde se mueve.
Tomado del sitio digital www.latardesemueve.com
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