En contra de la voluntad del pueblo cubano,
el 2 de marzo de 1902 el Congreso de los Estados Unidos otorga su aprobación
definitiva a la
Enmienda Platt, que sería de inmediato sancionada por el
Presidente de ese país.
Así, tal oprobiosa enmienda pasaba a estar
anexada a la Constitución
de Cuba
El afán del reparto territorial por parte de
las grandes potencias europeas a finales del siglo XIX y la necesidad
diplomática norteamericana de evitar rozamientos en medio de esas
contradicciones, unido a la resistencia de una mayoritaria parte del pueblo
cubano a la anexión, obligó a los Estados Unidos a buscar una fórmula por la
cual los cubanos tuvieran su república, pero siempre mediatizada si se lograba
que los elegidos fueran hombres que se plegaran a los intereses
norteamericanos.
Es sobre esta base que el 9 de febrero de
1901 el secretario de Defensa norteamericano, E. Root, envió una carta al
gobernador Wood definiéndole las cinco condiciones que debían servir de base
para las relaciones cubano norteamericanas:
1. Reconocer el derecho de
EE.UU a intervenir en los asuntos internos en Cuba,
2. Limitar los derechos de
Cuba a firmar acuerdos y tratados con las potencias extranjeras o a concederles
todo tipo de privilegios sin acuerdo previo de EE.UU.,
3. Limitar los derechos de
Cuba a obtener empréstitos en el extranjero,
4. reconocer el derecho de
EE.UU. a adquirir tierras y tener bases navales en Cuba,
5. reconocimiento y
observación por Cuba de todas las leyes promulgadas por las autoridades
militares norteamericanas y los derechos derivados de estas leyes.
El senador Orville H. Platt,
al presentar su enmienda ante el Congreso norteamericano, tomaría esos cinco
puntos y les agregaría tres cláusulas más.
6. el gobierno de Cuba
ejecutará y, en cuanto fuese necesario, cumplirá los planes ya hechos y otros
que mutuamente convengan para el saneamiento de las poblaciones de la Isla, con el fin de evitar el
desarrollo de enfermedades epidémicas e infecciosas, protegiendo así al pueblo
y al comercio de Cuba, lo mismo que al comercio y al pueblo de los puertos del
Sur de los Estados Unidos,
7. la isla de Pinos será
omitida de los límites de Cuba propuestos por la Constitución,
dejándose para un futuro arreglo la propiedad de la misma,
8. El gobierno de Cuba insertará
las anteriores disposiciones en un Tratado Permanente con los Estados Unidos.
Así surgió desde el Congreso de los Estados
Unidos la Enmienda
Platt, que los cubanos estarían obligados a incorporar como
un apéndice a su Constitución republicana.
Unos
días después de aprobada la
Enmienda Platt, el general Wood escribió a Teodore Roosevelt,
entonces vicepresidente de EE.UU.: "Por supuesto que con la Enmienda Platt, a
Cuba le hemos dejado poca o ninguna independencia... Lo práctico ahora es
conseguir la anexión. Esto requerirá un poco de tiempo... Con el control que
tenemos sobre Cuba, y que sin duda antes de mucho se convertirá en posesión,
pronto controlaremos todo el comercio de azúcar del mundo. Creo que Cuba es una
adquisición de lo más deseable para los Estados Unidos".
Tomado del sitio digital del
diario cubano Granma
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