El periodismo que se
paga para denigrar a Cuba es tan malo que permite adivinar con veinticuatro
horas de anticipación qué dirá y qué no la gran prensa sobre los
acontecimientos en esta Isla.
Aunque el blog Cambios en Cuba ha publicado las fotos del encuentro que, con el
objetivo de organizar provocaciones que sirvan de materia prima para
presentar a un grupo de personas vinculadas al gobierno norteamericano como
luchadores por los derechos humanos, tuvo lugar este martes en la residencia de
un diplomático de EE.UU. en la Isla, de eso no se dirá una coma.
Entre los fotografiados
se encuentran Oscar Elías Biscet, que acaba de solicitar una intervención
militar norteamericana en Cuba al Congreso de EE.UU., y Antonio Rodiles, en cuya casa sesiona -en compañía de funcionarios estadounidenses- el “espacio alternativo” Estado de SATS. Pero ambas
cosas también serán ignoradas por quienes mañana nos presentarán a los
visitantes de los diplomáticos estadounidenses como mártires de la libertad de
expresión.
Cuando la corresponsal de Televisión Española en
Cuba, Sagrario Mascaraque, o sus colegas de las agencias AFP y EFE hablen
de detenciones y hostigamientos sin presentar otra prueba que lo que le cuenten
estos mismos individuos, no habrá espacio para abordar sus vínculos con la
Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Tampoco se dirá que la madre de Orlando Zapata Tamayo –
el recluso sancionado por delitos comunes que fue inducido a la muerte por
personas como estas y cuyo fallecimiento se pretende celebrar este miércoles- se fotografía en Miami junto al connotado
terrorista Luis Posada Carriles y se siente traicionada porque no ha obtenido lo
que le prometieron al
arribar Estados Unidos.
Como hicieron antes con
las pruebas, reveladas por Wikileaks, de los vínculos financieros de las Damas de Blanco con el gobierno norteamericano; los representantes
en La Habana de esos poderosos medios de comunicación, tan atentos siempre a
cualquier rumor que hable de corrupción en Cuba, callarán cualquier referencia
al escándalo que se
acaba de destapar alrededor
de la “líder” de esa agrupación, Berta Soler, y el dinero que recibe desde
Miami.
Y así, podríamos seguir
hasta el infinito, enumerando lo que la “prensa libre” está obligada a ocultar
a sus audiencias sobre Cuba. Pero, por suerte, existen Internet y las redes
sociales como Twitter, donde mañana desde las 10 am, hora de La Habana,
seguramente miles de voces estarán denunciando las manipulaciones y el doble
rasero informativo que la gran prensa al servicio de los poderosos aplica a
este país.
La etiqueta es
#DerechosdeCuba, la misma a la que se le escamoteó el Trending Topic el pasado 9 de diciembre, y el avatar lleva otra
vez la bandera con que los cubanos libres dicen al mundo lo que Estados Unidos
no quiere que se conozca de sus acciones contra la Isla.
Tomado del sitio digital
La
Pupila Insomne
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