Marcos Rubio, el
joven y ambicioso senador republicano de origen cubano, está en aprietos con
sus electores de Miami, después que un nutrido grupo de personas irrumpieran
este martes en sus oficinas, sin previo aviso, para exigirle una acción más
objetiva y menos demagógica con respecto a la falta de empleos, así como mejoras
de salud y educación, temas recurrentes como resultado de la crisis económica
que atraviesan millones de norteamericanos.
“Somos el 99 por ciento los
que estamos sufriendo por la economía”, comentó Rosalba Campos, una dominicana
de 53 años que está desempleada desde julio pasado. Su esposo, dueño de una
pequeña compañía de reparación de techos, no ha conseguido trabajo en meses.
Temen perder su casa en Hialeah.
“Nosotros votamos por el señor Rubio, porque
hizo una campaña prometiendo a todos los miamenses trabajar por nosotros y por
el estado”, resaltó Campos, según una nota publicada por el diario El Nuevo
Herald.
La comitiva ciudadana,
respaldada por “OneMiami”, una organización que aboga por mejores trabajos,
educación y cuidado de salud, y que está vinculada al Sindicato Internacional
de Empleados de Servicios (SEIU), estaba
integrada por residentes de Hialeah, La Pequeña Habana y El Pequeño Haití, quienes
llevaron hasta las oficinas del senador Rubio, sus historias sobre las vicisitudes
que han sufrido durante la recesión. También se quejaron del gobierno federal
por haber rescatado a los grandes bancos pero no hacer lo suficiente para
ayudar a los pobres.
Con el mayor desparpajo,
el senador cubanoamericano, vinculado estrechamente con los grupos de poder de
la extrema derecha, le respondió a los manifestantes que él "quiere ayudar" a
empresarios innovadores a abrir nuevos negocios así como expandir los actuales
a fin de crear nuevos trabajos, obviando los reclamos de quienes representantes
a millones de personas sin empleo y a punto de perder sus viviendas.
Fernando González, un
cubano de 73 años, dijo que esta respuesta de Marcos Rubio no le parece una
idea realista en momentos de crisis económica. “Nos habló de que nosotros y los
vecinos teníamos que crear corporaciones, pero ¿cómo es posible que alguien que
no tiene trabajo y está perdiendo su casa pueda poner un negocio?”, preguntó
González.
“Igual como se ha invertido millones de
dólares para rescatar a los bancos y para poner el estadio de pelota en La
Pequeña Habana, se debe invertir para crear empleos, hacer grandes obras
públicas como hizo el presidente Roosevelt”, acotó el anciano.
Marcos Rubio, la
esperanza de la ultraderecha extremista cubanoamericana, quien impulsa su
probable postulación a la vicepresidencia en las próximas elecciones de
noviembre, se ha visto involucrado en un escándalo por mentir en el pasado
migratorio de sus padres, a quienes presentaba públicamente como “exiliados”
del comunismo cubano, cuando en realidad eran residentes legales de Estados
Unidos desde mediados de la década de los años cincuenta.
Con información de El Nuevo Herald
No hay comentarios:
Publicar un comentario